Por quinto año consecutivo se presentó la encuesta Perspectivas de la Alta Dirección en México 2010 de KPMG en México, donde se brinda una perspectiva de las prioridades, retos y acciones de la alta dirección para hacer a sus empresas más productivas y rentables durante los siguientes años, así como los efectos y consecuencias a corto y mediano plazo de la crisis que se experimentó tanto en nuestro país como a nivel mundial.
El estudio, se informó, es el resultado de la encuesta aplicada durante los primeros meses del 2010 a más de 450 altos directivos de compañías que operan en México, entre los que se encuentran directores generales, miembros del comité y consejo de administración, directores de administración y finanzas, gerentes y subdirectores de empresas de diversos sectores e industrias.
De acuerdo con Roberto Cabrera, Socio a Cargo de Mercados y de la Práctica de Servicios de Asesoría en Riesgo de KPMG en México, la mayoría de los resultados son alentadores, aunque realistas, e incluso dijo que pese a la complicada dinámica del mercado, la volatilidad e incertidumbre durante el 2009, “hay signos de que la confianza está en franca recuperación, pero también se destacan diversos retos para las autoridades gubernamentales, piedra angular para facilitar las condiciones necesarias hacia el crecimiento”.
Se indicó que durante el período crítico un número importante de los encuestados logró capitalizar oportunidades ya que se enfocó a reducir los costos; ahora, el 81% se enfocará a obtener mayor eficiencia hay otros temas de importancia que están quedando fuera de las prioridades en la agenda de la alta dirección.
“La alta dirección refleja optimismo ante las grandes oportunidades que se perfilan, lo cual podemos ver en el 75% que estima que terminaremos de salir de la crisis en un período de 1 a 2 años. El camino a la recuperación también se evidencia en los planes de expansión y las tendencias para el crecimiento, puesto que este año pasó de 16% a 35% de compañías que tienen proyectado lograr un crecimiento mayor al esperado”, señalaron directivos de KPMG en México.
En la investigación los directivos calificaron al Régimen Fiscal en México con un promedio de 3.45 (en una escala del 1 al 10, donde 1 es pésimo y 10 excelente). El 26% de los líderes destaca que el principal efecto de la crisis a largo plazo será, precisamente, la pérdida de confianza.
“El dato indica en el fondo la necesidad de una mayor certidumbre en el mercado como un requisito indispensable para atraer a los inversionistas. Y es ahí donde entra el papel del gobierno con los grandes pendientes en materia de reformas estructurales que permitan el crecimiento económico, ya que el 75% de los directivos encuestados ve los cambios regulatorios como la mayor amenaza para su crecimiento futuro”, se indicó.