América del Norte concluyó el ciclo de anuncios de inversión de plantas de vehículos. Los analistas proyectaron que para soportar el incremento en la demanda de autos en la región, las marcas automotrices instalarían siete plantas entre 2011 y 2016. De esos números, una fábrica se ubicó en Estados Unidos (Volvo), y seis en México (Kia, Audi, Ford, Toyota, Mercedes-Benz Infiniti y BMW).
Según los analistas, en una década prácticamente se habrán duplicado el número de plantas armadoras instaladas en México, pasando de 12 en 2008 a 20 en 2019.
Guido Vildozo, Gerente de Análisis del Sector Automotriz de la Consultora IHS, explicó que ahora uno de los principales retos es garantizar el arranque de todas las plantas ya que las empresas llegaron a México sin el apoyo de un socio –como lo hizo Audi con Volkswagen o Daimler con Nissan-. Comentó que las armadoras han tenido diversos problemas para encontrar proveedores, ubicar talento o contar con la infraestructura necesaria para arrancar operaciones.
El ejecutivo expuso el caso de las plantas de Mazda, que se vio en la necesidad de realizar algunos ajustes y paros de línea para compensar los vacíos que existían, tanto a nivel operativo (comunicación entre operadores, gerentes y directivos), como de proveeduría.
Añadió que el problema no fue montar las plantas sino operarlas: “Es ahí donde se están dando los cuellos de botella en el día a día”. Mazda, Honda y Kia terminaron la construcción de sus complejos en el tiempo previsto, agregó el especialista.
La opinión de los especialistas del sector es que hacia 2020, México producirá entre 4.5 millones de vehículos, casi 40% más de lo que se ensambla actualmente. Aseguran que no se podrá lograr con la infraestructura actual, sobre todo, cuando las aduanas enfrentan cuellos de botella, y los puertos y el ferrocarril están al límite de su capacidad.
Mark Szakonyi, Especialista en Logística de IHS, declaró que México es el cuarto exportador de automóviles a nivel mundial, sin embargo, la falta de conectividad entre los puntos de producción, los puertos y las fronteras ha impactado en el costo operativo del sector automotriz, ya que alrededor del 12% del costo de un automóvil corresponde a la logística. Subrayó que en Estados Unidos se ubica entre el 6 y 7%, lo cual representa un reto para la industria.
La red ferroviaria mexicana sólo se conecta con la estadounidense en ocho de los 25 cruces fronterizos, un problema para la industria automotriz que envía 70% de loas exportaciones hacia Estados Unidos.
Los expertos exponen que los puertos también presentan atascos. En el Programa Sectorial de Comunicaciones y Transportes 2013-2018, la dependencia anota que “si bien el tráfico desde Asia ha fomentando que los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas adecuen su infraestructura para movilizar un mayor número de contenedores, Manzanillo aún presenta limitaciones en el despacho de mercancía vía ferrocarril”. El documento apunta que el movimiento de contenedores en los puertos de Altamira y Veracruz se ve limitado por inadecuadas conexiones intermodales.
Según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) esto es un problema potencial para el sector que manda vía marítima casi 800 mil unidades al año, principalmente por Veracruz (67.2%), Lázaro Cárdenas (13%), Altamira (11.1%), Acapulco (8.1%) y Manzanillo (0.6%).
Fuente: CNN Expansión.