La EPC (Electronic product code) y EAS (electronic article surveillance) son la evolución de la funcionalidad del código de barras y aunque posiblemente no lo reemplazarán del todo, sí se dará vía libre para que las aplicaciones que con código de barras implicaban mucho trabajo para hacer la lectura individual de cada producto, sean reemplazadas por esta nueva tecnología que a través de la radiofrecuencia permite leer miles de productos al mismo tiempo.
El retail ha sido protagonista de la implementación de gran cantidad de tecnologías, la modernización de las grandes superficies definitivamente ha ido de la mano de su implementación, esto debido en gran medida al volumen del negocio que se debe administrar, el cual requiere herramientas poderosas que soporten los procesos de toma de decisiones.
Una de las primeras tecnologías de las que los consumidores fueron testigos de su utilización en el retail fue el código de barras, cuya utilización es común hoy en día, pero en su momento significó avances importantes para el sector y el ingreso del país al sistema global de identificación de productos. Gracias a este sistema, hoy en día cada producto cuenta con un número único global de identificación, lo que permite manejar bases de datos de forma muy eficiente y adicionalmente, a través de su representación mediante el símbolo de código de barras, capturar de forma ágil y confiable la información sobre su movimiento a lo largo de los diferentes procesos de la cadena de valor.
Pero los empresarios, en la medida en que encuentran respuesta a una necesidad, no solamente la chequean como cumplida, simultáneamente se plantean nuevos retos que implican establecer maneras diferentes de hacer las cosas.
Estrategias para aumentar la rentabilidad
La rentabilidad es un indicador que sin falta aparece en los cuadros de control con los que se hace seguimiento a la gestión en cualquier empresa y para mantenerla en el nivel de desempeño objetivo, las compañías emprenden estrategias de diversa índole. El retail no es ajeno a esta manera de proceder.
En esta labor el retail debe trabajar en diversos frentes y dentro de ellos hay dos de fundamental importancia. Por una parte la disponibilidad de producto, que implica tener lo necesario, en el momento en que el consumidor lo requiere y en el sitio donde lo desea encontrar, con el objeto de disminuir al máximo la pérdida por agotados en punto de venta. Para ello es necesario, entre otras cosas, contar con visibilidad del flujo de producto a lo largo de la cadena de valor, para reabastecer de acuerdo con la demanda, asegurando la disponibilidad, sin incrementar los inventarios. En segundo lugar es fundamental reducir las mermas relacionadas con la pérdida desconocida causada por agentes internos al comerciante o debidas al consumidor. En Colombia, el año pasado, el agotado marcó 4,5%, es decir, cuando un consumidor realiza compras en un supermercado el 4,55% de los productos incluidos en su lista de compras, no los encuentra. Por otra parte, de acuerdo con estudios de Fenalco, se estima que el 55% de la merma en este tipo de negocios está constituida por pérdida desconocida y de ésta el 22,25% constituye robo externo y el restante 20,56% está asociado con robo interno.
Las cifras anteriores reflejan claramente ventas pérdidas, reducción en la satisfacción de los clientes y evidentemente disminución en los niveles de rentabilidad.
El retail y la tecnología
La tecnología hoy en día ofrece soluciones innovadoras y en extremo eficientes frente a estas necesidades. Estas soluciones han empezado a ser implementadas por empresas en otros países y ahora, con el ánimo de iniciar su adopción de manera temprana en el país, se dará comienzo a proyectos de gran importancia en Almacenes Éxito y Almacenes Olímpica, soportados por Fundación LOGyCA, cuyos beneficios se han estimado a partir de pilotos realizados con diversas cadenas y proveedores, en 15% de reducción de tiempos de operación en los procesos logísticos y casi 3 puntos de disminución en el nivel de agotados.
Estamos hablando de las tecnologías EPC y EPC-EAS. La primera permite identificar de manera única e individual cualquier ítem, que puede ser por ejemplo una caja o un producto específico, de tal manera que es posible hacerle trazabilidad en todo momento, ofreciendo visibilidad del flujo de producto y facilitando de esta manera contar con la disponibilidad necesaria de mercancía en punto de venta, en la medida que es posible registrar eventos de forma automática y así conocer qué se está moviendo, en dónde, en qué cantidades y cómo se está haciendo. La segunda tecnología reúne la funcionalidad anterior con el control al robo.
Se puede decir que estas nuevas propuestas son la evolución de la funcionalidad del código de barras y aunque posiblemente no lo reemplazarán del todo, sí se dará vía libre para que las aplicaciones que con código de barras implicaban mucho trabajo para hacer la lectura individual de cada producto, sean reemplazadas por esta nueva tecnología que a través de la radiofrecuencia permite leer miles de productos al mismo tiempo.
La implementación en estos retailers iniciará por la utilización de EPC en cajas corrugadas, fase que tomará aproximadamente 10 meses. La segunda etapa abarcará la puesta en marcha de EPC - EAS, para hacer trazabilidad y a la vez controlar el robo de los productos en todo el proceso de la cadena de valor, ello implica que se realizará la marcación individual de cada producto y se controlará el proceso desde el centro de distribución hasta los puntos de venta, cuando el producto es registrado en el POS, para ser incluidos en la tirilla de compra de un cliente.