El crecimiento sostenido de la economía China en combinación con el contexto actual, considerando la incertidumbre financiera en Europa, y sus implicaciones en el sistema financiero en Estados Unidos, son escenarios que posicionan al mercado chino como un buen terreno de negocios para empresas mexicanas, así lo mostró el estudio realizado “Chinese Corporate Globalization. Influenced from the West, but practiced in the East” (La globalización corporativa China. Influenciada por el Oeste, pero puesta en práctica en el Oriente, por su traducción en inglés), desarrollado por Deloitte.
En este estudio se afirma que la economía china es una fuente indiscutible de crecimiento, al tiempo que demanda materias primas para el desarrollo de infraestructura y nuevos productos para un mercado de consumo interno cada vez más competitivo.
Entre los datos más significativos, están que en el año 2010 las ventas anuales de este mercado interno, alcanzaron 15 mil 455 miles de millones de RMB (Yuanes), un crecimiento del 18% mayor en comparación con el año anterior. Los sectores que más crecieron fueron: mueblería 37%, automotriz con 34% y artículos electrónicos con 27%.
En tanto que las importaciones chinas de enero a septiembre del 2011, llegaron a dos millones y medio de toneladas de frutos y productos del mar (29.5% más en comparación con el mismo periodo del año anterior) y más de un millón de toneladas de pulpa de papel (26.8% más en comparación con el mismo periodo del 2010).
Bajo esta lógica, es imprescindible que la empresas mexicanas que pretendan incursionar en negocios chinos entiendan claramente los elementos clave del mercado objetivo (qué valor puede aportar realmente a la asociación cada jugador en México, China o Latinoamérica); la cultura corporativa (a lo interno de la organización y hacia el mercado); el marco regulatorio y fiscal; además de la experiencia de cada empresa en el establecimiento de asociaciones internacionales, aseguró: José Luis Enciso, Gerente de la práctica de China en México de Deloitte.
Para obtener mejores resultados, las organizaciones de México, deben conocer sobre su industria, diferenciar y establecer puentes de comunicación intercultural, pensar sobre sus decisiones en el mercado oriental así como establecer objetivos realistas, agregó el especialista.
Actualmente, el intercambio bilateral entre México y China alcanzó casi los cincuenta mil millones de dólares, y de acuerdo con estadísticas oficiales de México para 2010, China continental cuenta con 58 empresas en la lista de las 500 más grandes del mundo, por lo tanto, China podría desplazar a Japón, y quedar en el segundo lugar de las economías más fuertes a nivel mundial.
En las últimas dos décadas, las exportaciones mexicanas hacia China tuvieron un crecimiento anual del 36% (CAGR o Tasa de Crecimiento Anual Compuesto), mientras que las importaciones de China hacia México registraron un crecimiento del 49% (CAGR).
“El mercado interno de China claramente requiere de recursos mineros y alimentos; así como de asociaciones para competir interna e internacionalmente. Se trata de una economía con la que es clave crecer, ignorar dichas oportunidades puede resultar costoso en el futuro cercano, si tomamos como referencia que México no comparte fronteras con China y la población mexicana es casi diez veces menor en comparación con la población de la India”, abundó José Luis Enciso de Deloitte México.
El especialista apuntó que el pasado 11 de diciembre de 2011, el programa acordado entre México y China relacionado a obligaciones compensatorias de importación llegó a su fin, por lo que es predecible un renovado debate al interior de México sobre las prácticas de comercio y negocios de los socios chinos.