Omar González de los Cobos*
El problema de la piratería resulta más evidente en las compañías que se dedican a la fabricación y comercialización de artículos de lujo; los cuales abarcan desde joyería, relojes, ropa y accesorios, antigüedades, regalos, perfumería y cosmética, electrónica, vinos y licores; entre otras mercancías valiosas. Conozca el detalle de las cifras en el descargable adjunto.
Identificando artículos de lujo de manera única
Ante este escenario, las empresas deben buscar estrategias de negocio efectivas para asegurar la integridad, seguridad e identificación de sus productos a lo largo de la cadena de suministro, hasta que llega al cliente. Esto implica ir un paso adelante de los falsificadores y contrabandistas, al hacer de la tecnología un aliado para reducir las pérdidas y ofrecer un valor agregado a sus clientes al asegurar que lo que compran es original.
Una alternativa para combatir de manera efectiva la piratería de artículos de lujo es la utilización de la tecnología EPC-RFID, la cual permite a los fabricantes reducir enormemente las pérdidas por falsificaciones asignando en el tag un número de identificación específico a cada artículo que producen, dándoles una identidad propia.
Cualquier producto sin una etiqueta de EPC-RFID es detectado inmediatamente como falso. En el caso de que un falsificador emita etiquetas falsas para los artículos piratas, los clientes, la policía y los funcionarios de aduanas pueden consultar la base de datos del proveedor para encontrar que los códigos electrónicos de los productos en cuestión son falsos o duplicados de los códigos existentes. Esto sería muy útil, ya que tan sólo en 2008 se decomisaron 40 millones de productos piratas en distintos puertos del país.
RFID espumoso y con denominación de origen
En ejemplos prácticos para la identificación y elaboración de artículos de lujo, destaca el caso de la empresa Möet & Chandon, ubicada en la ciudad de Epernay, Francia; dentro del corazón de la región de Champagne. Fue fundada en 1743 y cuenta con cerca de 800 hectáreas de viñedos cultivados. Pertenece al grupo LVMH Moët Hennessy-Louis Vuitton, el cual controla casi 50 de las más prestigiosas marcas del mundo, en los sectores vinos y licores, la moda, la perfumería, los cosméticos, relojes y joyas.
Möet & Chandon produce vinos espumosos y rosados, donde resalta el champagne más famoso y antiguo del mundo Dom Perignon; el cual utiliza en su composición las excelsas uvas Pinot Noir, Pinot Meunier y Chardonnay.
La compañía decidió utilizar la tecnología RFID con el fin de mejorar sus procesos en la elaboración de la champagne y asegurar la calidad de sus productos; así como mejorar su sistema de trazabilidad interno y disminuir los errores que se generaban al utilizar el código de barras.
Anteriormente, se identificaban los vinos con código de barras, pero debido a la humedad generada en las bodegas, se dañaban las etiquetas y en diversos casos se perdían, provocando que se cortara la información a lo largo de la cadena.
Utilizar una etiqueta RFID encapsulada que soporta la humedad en las cajas, permitió solucionar el problema y contar con trazabilidad más exacta y completa de las botellas; así como agregar información específica como número de lote, calidad del vino, fecha de elaboración y el estado de llenado, entre otros.
En cada uno de los puntos de control se instalaron lectores fijos y terminales que muestran los datos en tiempo real de la elaboración y la administración de inventarios en almacén; además de colocar lectores móviles para que los trabajadores lean las etiquetas y capturen información sobre problemas en la línea de producción o estado de los contenedores, entre otros. Estas referencias permiten tomar acciones correctivas o planear el tipo de almacenaje.
Las cajas se identifican en los tres puntos de degüelle (término que se refiere a la operación que se realiza a los vinos espumosos naturales elaborados mediante el método tradicional o champenoise o segunda fermentación en botella). Durante esta etapa, se eliminan de manera automática las impurezas presentes en el cuello de la botella, después se agrega vino hasta llenarla. Posteriormente se le pone el corcho y se deposita en el contenedor o caja. Una vez completada la caja, se ingresa al almacén y se registra su entrada al pasar por el lector de RFID.
En toda la bodega se encuentran instalados lectores, lo que permite conocer perfectamente, y en tiempo real, la ubicación y situación de los contenedores o cajas, cuántos hay en resguardo y cuáles son los que necesitan mantenimiento.
El siguiente paso a dar por la compañía es valorar la extensión de la solución RFID a otras líneas de producción o aplicarlo a cada botella para evitar robos o falsificaciones.
Seguridad y control que deslumbra
Con respecto al sector joyero, la empresa Jewelex India, con sede en Mumbai, India, realizó una prueba piloto con RFID, con el objetivo de conseguir 100% de seguridad en sus tiendas, eliminar los robos y reducir tiempos y errores, obteniendo un mejor control de inventarios de una manera automatizada y en tiempo real.
La solución de RFID utiliza tags pasivos para piezas de menor costo y tags activos para las joyas de mayor valor. En primer lugar, toda la joyería se etiqueta y después se coloca la mercancía en las vitrinas de exposición. Cada tag está codificado con un número de identificación único, el cual se captura en el sistema de la tienda por parte de la demostradora y se relaciona con los datos del artículo.
Los tags activos tienen la ventaja de que, al contar con un mayor rango de lectura, no necesitan que el personal realice el levantamiento de inventario de manera manual con un lector de mano a través de la vitrina o instalando los lectores dentro del mostrador.
En caso de que alguien quiera desactivar un tag activo, quitar la etiqueta del artículo o retirar la mercancía etiquetada de su lugar, el sistema lanza una alarma auditiva. La herramienta también detecta cuando una joya está fuera de su lugar, enviando un aviso a los empleados de la tienda.
Respecto a los lectores, éstos se colocan detrás de un techo falso y el número de los mismos depende del tamaño de la tienda. Otro lector se instala debajo de la salida de la tienda, con el fin de que si un artículo que lleva un tag activo sale del establecimiento, el lector capturará su número de identificación y el sistema enviará una alerta al encargado a través de un correo electrónico o un mensaje de texto, además de cambiar el status de la joya extraviada en el software de la tienda.
Adicionalmente, los lectores del techo pueden programarse para escanear todas las etiquetas activas en un tiempo específico y si una etiqueta no es localizada durante el escaneo, se emite un aviso y el sistema cambia el estado de la joya a perdido.
En la mercancía de menor precio, las etiquetas pasivas se pueden leer de manera intermitente con un lector RFID también pasivo, depositando una bandeja con los artículos etiquetados en el lector de mesa. Los datos se capturan en el sistema y se integran para el manejo efectivo del inventario.
Finalmente, al momento de vender una joya, el empleado del establecimiento retira y desactiva su tag a través del software. Después, el tag puede reasignarse a otro artículo.
Identificación y servicio de alta costura
Dentro del mundo de la moda y la ropa de diseñador, la tienda de la firma italiana Prada en Nueva York se ha convertido en un sitio donde la experiencia del comprador al cuidar los detalles en la venta y el servicio al cliente se han dado de una manera más sencilla y eficiente a través del uso de la tecnología RFID. Esto se ha dado bajo la premisa de “no crear una tienda, sino una experiencia de compra para los clientes”, donde la empresa pueda experimentar nuevas estrategias para cumplir las expectativas de los compradores, dedicando menos tiempo a levantamiento de stocks en el establecimiento y el almacén.
En la tienda todos los artículos están etiquetados con tags EPC/RFID y el sistema está compuesto por:
- Portal de lectura como sistema antirrobo.
- Aparadores dinámicos que proyectan videos en pantallas de plasma.
- 75 dispositivos móviles para el personal y los compradores ubicados en todo el establecimiento.
- Red inalámbrica para interconectar todos los dispositivos y software de administración para la tienda.
- Instalación de antenas en los probadores, conectadas a los lectores.
El encargado de la tienda asigna a cada cliente una tarjeta RFID, con el fin de crear un programa de lealtad; misma que al entrar en la tienda es leída por las antenas, consulta la información sobre los gustos y preferencias del comprador, datos personales y de las compras realizadas; de tal manera que la encargada se acerca a saludar de manera personalizada, conociendo de antemano qué busca y cómo le gustan las prendas. Esto maximiza la experiencia de compra.
En el caso de que el cliente busque un vestido, después de realizar la explicación, la vendedora puede consultar los modelos que más se aproximen a sus gustos y mostrárselos, conocer los colores y el inventario disponible y su situación. Paralelamente, mientras el personal va por las prendas, se activa un video del vestido en la pantalla de plasma más cercana para apreciar los colores y estilos; así como las prendas que combinan.
Si en ese momento no nos gusta el color de la prenda que se mostró y no encontramos el color que queremos, la demostradora puede tomar su lector móvil (PDA) y conocer en el momento tanto en el establecimiento como en el almacén el número de prendas disponibles, colores, tallas, estilos, entre otras características. Si se cuenta con el artículo, se va por él y se entrega al cliente.
Respecto al área de probadores, la puerta de cristal transparente se vuelve opaca al entrar por ella. El cristal lateral se vuelve un espejo en la parte trasera para poder ver el vestido por detrás; así como apreciar diferentes entornos de luz que crean diferentes atmósferas como un cálido amanecer o una fría noche de invierno, y de esta manera evitar las decepciones al ver como va a quedar la prenda en ese ambiente.
Cabe destacar que cada probador cuenta con dos bandejas con una antena RFID que está conectada a un lector, para depositar en la más pequeña zapatos y accesorios, y la más grande, para detectar la mercancía colgada que se está probando el cliente; teniendo con esto mayor control de las prendas.
Dentro de los beneficios alcanzados por Prada destacan: el mayor tiempo asignado por su personal a la atención del cliente; inventario de la tienda automático; información precisa para ventas personalizadas; incremento de ventas; así como mayor seguridad y sistema antirrobo.
Un socio mexicano en EPC-RFID
En México, algunas cadenas departamentales están trabajando con la tecnología EPC-RFID a nivel de producto, cajas y pallets. También piensan implementar la herramienta en diversos departamentos como joyería, ropa y óptica, entre otros; con el fin de obtener los siguientes beneficios:
- Realizar la trazabilidad de los productos.
- Reducir faltantes en el anaquel.
- Eliminar desvíos de contenedores a tiendas.
- Eliminar desvíos de tarimas a tiendas.
- Eliminar transferencias ocasionadas por desvíos de artículos.
- Reducir tiempos en la toma de inventarios.
- Tener el stock del punto de venta y el almacén en tiempo real.
- Aumentar ventas al contar con mercancía en existencia.
- Proporcionar mayor información detallada a los consumidores sobre artículos de su preferencia.
- Establecer programas de lealtad y frecuencia de compra para el armado de ofertas y productos según los hábitos de compra.
Esto implica la necesidad de realizar pruebas piloto para conocer cómo interactúa la tecnología con los distintos productos e integrar a sus diversos proveedores para alcanzar una implementación exitosa de la tecnología y generar mayores beneficios dentro de la cadena logística a todos los socios de negocio.
En este rubro, AMECE-GS1 México impulsa la adopción del estándar y la tecnología EPC-RFID en nuestro país y lidera pruebas piloto con empresas y proveedores de tecnología, consciente de que las empresas que lo adopten serán más eficientes y detonarán un alto desempeño operativo, reduciendo costos, mejorando los tiempos de respuesta en la cadena de suministro y aumentando la integridad y seguridad de sus productos.
Las compañías tienen la opción de descubrir todo un mundo de posibilidades que ofrece el EPC-RFID, no sólo en la logística o la comunicación comercial, sino a niveles de seguridad y protección de identidad para luchar contra la piratería y el contrabando, males que han afectado a varias de las industrias fundamentales del país. En ese proceso, AMECE-GS1 México fungirá como el socio de negocio de las empresas para alcanzar sus objetivos de negocio y satisfacer las necesidades de los actores del ciclo comercial.
*Especialista en Estándares de Identificación y EPC/RFID de AMECE-GS1 México.
Foto de apertura: Cortesía de AMECE-GS1 México.