Las empresas de consumo tienen la posibilidad de crecimiento en un ambiente de incertidumbre como el actual, debido al bajo precio de insumos y las oportunidades de crecimiento globales e innovaciones en los modelos de negocio, indicó el estudio Global powers of consumer products 2012 (Los Poderes Globales de las empresas de productos de consumo), de la consultora Delloite.
La zona que refleja claramente esta tendencia es América Latina, la cual se mantiene al frente de las regiones en términos de aumento en ventas, al registrar un crecimiento 2.5 veces más rápido que lo alcanzado por las 250 empresas listadas en el ranking en 2010 del mismo reporte.
Se registró que las cinco de las empresas que están impulsando el crecimiento de la región son mexicanas: FEMSA, Bimbo, Grupo Modelo, Mabe y GRUMA. Este estudio se aplicó a las 250 mayores empresas de productos de consumo en todo el mundo con base en los resultados del año fiscal 2010.
“La innovación de productos, en combinación con estrategias de precios efectivos abrirá importantes áreas de interés para las empresas en 2012 y años siguientes. En este contexto, la gestión del talento también se convierte en una prioridad y requisito clave para lograr un crecimiento global”, explicó Omar Camacho Martínez, Socio de la Industria de Consumo de Deloitte México.
Entre los retos que se marcan en el estudio para este año en el sector de consumo está la creciente necesidad de potenciar los conjuntos de habilidades, herramientas y procesos que le permita a las empresas convertir los datos acerca del consumidor en conocimientos y así ejecutar estrategias de una manera efectiva y oportuna en el momento de tomar decisiones.
Por otra parte, el análisis reveló que las empresas involucradas en este mercado tienden a separarse de proyectos de responsabilidad social corporativa y lo sustituyen por iniciativas sustentables en sus procesos que van desde la cadena de suministro hasta las relaciones con los consumidores.
“Es importante no perder de vista las tres tendencias que seguirán impulsando ofertas en el sector de productos de consumo en el largo plazo: la expansión internacional (sobre todo en mercados emergentes), la consolidación en el mercado y lograr economías de escala adicionales, así como operar bajo una estrategia de racionalización y desinversiones no esenciales”, reflexionó el especialista de Deloitte México.