De acuerdo con el estudio El Comercio de Centroamérica con la Unión Europea después del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (AACUE) hecho por la Secretaría de Integración Centroamericana (SIECA), a tres años de la entrada en vigencia del Acuerdo de Asociación (AdA) firmado entre los países de Centroamérica y los de la Unión Europea (UE), ese mercado sigue sin aprovecharse por la región, que sólo aporta el 0.13% del total de las compras que realiza con la Unión Europea.
El estudio de SIECA atribuye la falta de aprovechamiento de dicho mercado a que el 70% de la oferta centroamericana a la UE es de productos agrícolas, “esto coloca a la región en una posición vulnerable frente a las fluctuaciones en los niveles de precio de bienes como el café, el azúcar, las bananas, las piñas y el aceite de palma” y añade que “esta vulnerabilidad aumenta frente a la emergencia de grandes riesgos en materia de cambio climático y adaptación ambiental, los cuales pueden afectar con mayor probabilidad los espacios rurales que son propensos al desarrollo de actividades agrícolas.
Así, Costa Rica es el que más ha aprovechado ese mercado, ya que además de aportar el 46.2% del valor total de los envíos a la UE (en 2015 alcanzaron 3 mil 875.2 millones de dólares), colocó ahí el 19% de sus exportaciones ese año. Nicaragua envió a esa plaza el 10% de sus ventas, que según las estadísticas del Banco Central de Nicaragua (BCN) en 2015 totalizaron 2 mil 421.74 millones de dólares.
El estudio advierte que debido a “esta realidad, se hace necesario un llamado al aprovechamiento pleno de las disposiciones comerciales del AACUE, mediante la mejora de los procesos productivos regionales y el incremento de los estándares de calidad en la producción local, con el propósito de insertar sectores más diversos de la economía en este mercado”.
Al respecto, Mario Arana, Gerente General de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), coincide en que para aprovechar ese acuerdo es necesario promover esas mejoras, “a nivel de América Latina se ha llegado a la conclusión de que para aprovechar este acuerdo se debe comenzar desde bien atrás, en el sentido de que el énfasis que se estuvo poniendo era en la comercialización y el acceso. Pero resulta que nuestros productos no tienen la calidad que requeriríamos”, admite.
Para garantizar la calidad que demanda ese mercado, según Arana, se debe comenzar desde el “principio”, es decir garantizar la implementación de prácticas apropiadas desde la producción en el campo hasta la comercialización: “Tenemos que crear un sistema de producción que garantice los requerimientos de calidad de los mercados más exigentes. No es un problema simple, es complejo, complicado y va a requerir mucho compromiso y unidad”.
Tomará unos cinco años de trabajo conjunto de todos los sectores aprovechar los beneficios que ofrece el Acuerdo de Asociación a los productos locales en el mercado de la Unión Europea, aclara el gerente de APEN, "eso toma tiempo, no es de la noche a la mañana, creo que los resultados se podrán ver más adelante. Un acuerdo no hace cambiar las reglas del juego que cada país tiene, tenemos que cumplir con las reglas”, sostiene.
Fuente: La Prensa.