La eco-logística, o logística verde (también conocida por su nombre en inglés, green logistics) implica la transformación integral de las estrategias de la logística, sus estructuras, procesos y sistemas, hacia empresas y redes empresariales que manejen sus actividades y procesos de logística de una forma ambientalmente racional y, sin castigar el fin productivo, caracterizado por el uso eficaz de los recursos.
Desde los inicios de la actividad empresarial, ésta fijaba sus conceptos en la gestión del proveedor al cliente, es por esto que las compañías trabajaban diseñando productos, envases, embalajes, gestionando sus procesos productivos, comerciales y de distribución, hasta que el producto llegaba al cliente final. Hasta hace poco, la mayoría de los productores ignoraba el destino final de sus bienes cuando concluían su vida útil y, por lo tanto, no eran responsables de lo que ocurría con ellos después de haber sido utilizados por el consumidor final.
La empresa que respeta al medio ambiente
Nuestro actual estilo de vida y los hábitos de consumo que tenemos como sociedad, han provocado una creciente generación de residuos. Sin embargo, esta problemática ha llevado a crear una coherente gestión de residuos, ya que se ha convertido en una parte integral de la economía de los países.
Podemos darnos cuenta que los avances tecnológicos han mejorado nuestra calidad de vida de manera considerable, aunque de la misma forma esto ha contribuido paralelamente a la degradación del medio ambiente.
De una forma o de otra, la preocupación y el interés gubernamental por el medio ambiente ha llegado a las empresas, muchas de las cuales ya van incorporando políticas de protección medioambiental en su actividad cotidiana. También muchas compañías ya piensan en cómo recuperar sus productos una vez que su vida útil haya terminado. Esta alternativa de “recuperación” de los productos, está buscando principalmente que se reduzca el impacto en el medio ambiente, mediante la reutilización y el reciclaje.
La gestión del medio ambiente en las empresas inició como un problema debido al casi total desconocimiento del tema y a la falta de experiencia, pero a pesar de esto se ha ido convirtiendo en una fuerte ventaja competitiva, la cual permite diferenciar la imagen empresarial en el mercado y en el mundo, al elaborar productos y suministrar servicios verdes o amigables con el medio ambiente.
Desafíos en la logística verde
El camino hacia una implementación exitosa del sistema “verde” en la gestión logística, se lleva a cabo a través de un equilibrio entre la eficiencia económica y ecológica, y la creación de valor sostenible para sus accionistas, observando y evaluando los resultados, en plazos tanto medianos como largos.
Como lo mencioné anteriormente, hay empresas que ya enfrentan el reto de la logística verde, sin embargo, también están conscientes que la incorporación de los aspectos medioambientales a sus procesos ha provocado una mayor complejidad en su gestión, influyendo en mayor o menor medida en todas las áreas funcionales de la misma.
Debido a que las empresas tienen que involucrar a todas las áreas de la cadena de suministro, existen procesos dentro de la misma que tienen que ser rediseñados, de igual forma es imprescindible la colaboración de los proveedores, fabricantes y consumidores. Uno de los desafíos de la logística verde radica en la importancia de conocer cada una de las fases de los procesos logísticos.
Veamos un ejemplo para que nos quede más claro, cuando se diseña un producto se trata de valorar su proceso productivo, conocer su comportamiento a lo largo de todo el ciclo de vida, buscando reducir la variedad de materiales que lo componen, lo que facilitará su separación y clasificación final, y con ello se podrá maximizar el uso de materiales reciclables.
Una vez diseñado el producto hay que fabricarlo, dentro de esta fase se abarca la conservación de las materias primas y la energía, la eliminación de materias primas tóxicas y la reducción de la cantidad de emisiones generadas durante el proceso productivo. Finalmente, el proceso logístico concluye con la distribución la cual resulta muy importante, ya que requiere de consumo de recursos para el transporte (envase y embalaje).
Este es un claro ejemplo de que existen desafíos dentro de todas las compañías que están apostando todos los días por un liderazgo basado en responsabilidad social, ya que se están jugando cuestiones como productividad, desempeño y competitividad responsable.
Caso Walmart
Walmart se ha pintado de verde al implementar las medidas de logística verde en sus centros de distribución. Desde hace cinco años la empresa invirtió alrededor de tres millones de pesos para lograr hacer más sustentable la operación en tres de sus instalaciones.
La inversión se centró en la idea de reducir el consumo de energía y de agua en dichas instalaciones. Hoy se reconoce a Walmart de México como una empresa líder en sustentabilidad. Esto se avala con su participación en el índice verde de la bolsa Mexicana, así como en el índice sustentable Dow Jones de Mercados Emergentes, además de rankings internacionales que consistentemente la colocan en posiciones de liderazgo en materia de sustentabilidad.
Sin embargo, Walmart también se enfrentó a diferentes desafíos antes de lograr sus metas sustentables. El principal reto fue trabajar con el cliente final, ya que fue difícil lograr explicarle que gracias a esa nueva estrategia el cliente no pagaría más por un producto sustentable, que no tenga que decidir entre un producto que le alcanza y uno que es bueno para el planeta o la comunidad.
La idea de llevar productos verdes a una gran cantidad de clientes fue un logro, Walmart bajó los precios para democratizar el acceso a estos insumos y trabajó con proveedores para que sus productos mantuvieran su calidad pero con menor huella ambiental y un impacto positivo a la comunidad.
Todavía siguen siendo parte de sus metas operar el 100% con energía renovable en todos los países y alcanzar la meta de cero desechos; es decir, que el 100% de sus desechos se recicle o reutilice. Aún no hay fecha para alcanzar esto, pero la idea es aterrizarlo en cada país.
Consideraciones finales
La logística verde se configura como una de las áreas potencialmente estratégicas y a desarrollar, debido a que representa 4% de los costos logísticos totales, especialmente en las organizaciones empresariales en las que el valor del producto o el índice de retornos son altos; a que actualmente el 80% de las necesidades de servicios de devolución exigen un plazo de uno a siete días; al desarrollo de productos tecnológicamente complicados, frágiles, con componentes contaminantes o valiosos; y al progreso del comercio electrónico donde la gestión de los retornos es fundamental.
Según los profesionales del sector, hoy en día en general y salvo escasas excepciones, ni el mundo de la distribución ni la cadena de suministro está preparado para realizar una logística verde óptima. Es necesario mentalizar a los empleados y gerentes, y lograr una mayor colaboración entre los distintos agentes implicados: proveedores, distribuidores, transportistas, servicio técnico, etc. para conseguir que el reto se pueda conseguir.
Por otra parte, el outsourcing o subcontratación de la logística verde se configura como una opción más que considerable teniendo en cuenta todas las posibles ventajas de la subcontratación. Una u otra opción dependerá de cada caso y tendrá que ser la propia empresa quien tras ejercitar actividades de auto diagnosis y reflexión profundas se decidan por una u otra, lo que no hay duda es que no hay que obviar su importancia.
* La autora es Coordinadora de Investigación, Posgrado e Internacionalización en la Universidad de las Américas Puebla. Cuenta con estudios de posgrado de Máster Internacional en Logística por la ENAE Business School de la Universidad de Murcia, España y la Licenciatura en Comercio Internacional por el Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Contacto: [email protected] Twitter @cyn_thia07