La industria participante
Los sectores industriales participantes en la encuesta Impacto de la Crisis en México incluyeron consumo y retail, electrónicos, automotriz, farma y salud, construcción, infraestructura, inmobiliarias, servicio, servicios financieros, telecomunicaciones y software.
Los departamentos encuestados fueron finanzas y administración (42%), dirección general (22%), comercial (11%), operaciones (6%), recursos humanos (4%), tecnología (3%), riesgos (1%) y otro (11%). Un total de 22% correspondió a empresas grandes, 38% a medianas y el restante 40% a pequeñas.
En el perfil de entrevistados sobresalen los cargos de presidente y director con 44% y gerente con 36%.
Afrontando la realidad
A manera de introducción y contexto de este análisis, Roberto Cabrera, Socio a Cargo de la Práctica de Servicios de Asesoría en Riesgos de KPMG en México, hizo una retrospectiva en la cual explicó que la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos reveló una política económica laxa, en la cual faltó control interno y una carencia en la regulación. Ante la realidad que se vive hoy, “la banca va a tardar mucho en recapitalizarse”, aseguró.
De hecho, agregó, la situación actual no va a durar menos de dos años. Argumentó esta previsión con datos de crisis económicas pasadas en nuestro país. Así, la de 1982 tuvo una duración de tres trimestres, la de 1987 cinco, la de 1994 un período similar y la de 2001 cuatro trimestres. “A finales de 2010 será cuando empezaremos a salir de este problema”, adelantó.
De acuerdo con datos recabados por KPMG, los pronósticos para 2009 hablan de un crecimiento de -1% para Estados Unidos, -1.2% para Japón y -1.4% para Europa. Latinoamérica, aunque inmersa en este problema global, no verá números rojos en su PIB, pero sí un insuficiente aumento de 3.2%. Para México, se estima que el PIB en 2008 cerrará con un magro crecimiento de 1.8%; mientras que en 2009 difícilmente rebasará 1.2%.
La realidad de nuestro país implica un producto interno bruto directamente ligado a la producción industrial del vecino del norte, de tal manera que reportaremos una menor cifra de exportaciones manufactureras, previó el analista.
Específicamente “a la industria automotriz del país le pegará mucho porque es altamente exportadora hacia Estados Unidos y vive sobre todo de la exportación”.
En la encuesta es posible notar que si bien las consecuencias de la crisis serán similares en los diversos tamaños de empresas, por región existirá una diferencia palpable: “Mientras más cerca se esté del norte mayor será el impacto”.
Cifras Críticas
Francois Marchand, Director Nacional Comercial de KPMG en México, fue el encargado de dar a conocer los resultados del estudio. Informó que los entrevistados consideran que los más importantes efectos que provocará la crisis son la baja de ingresos (72%), el alza de los gastos (70%) y la pérdida de rentabilidad (50%).
Para afrontar la mala racha que ya está en puerta, el especialista de KPMG agregó que 93% de estos ejecutivos prevén como acciones para el corto plazo la reducción de costos, 70% el fortalecimiento del control interno, 50% la reestructuración financiera y 32% la desinversión.
Si bien Francois reconoció que disminuir gastos es una medida necesaria, aconsejó “llevarla a cabo inteligentemente y de forma planeada, de lo contrario puede resultar contraproducente”.
Algo a resaltar en cuanto a la visión positiva de los entrevistados —añadió— es que 37% de ellos dijo que la crisis representa una oportunidad. Solamente 10% afirmó que esta situación constituye un riesgo para su permanencia; aunque 27% respondió que afectará mucho a su empresa.
Consejos para enfrentar la crisis
A partir de lo planteado en el estudio, Roberto Cabrera enlistó una serie de recomendaciones para salir lo menos lastimados de esta brecha económica.
Estos consejos se resumen, expresó, en la prioridad empresarial de conservar, maximizar y crear valor. La primera acción implica cuidar más que nunca al cliente, reestructurar operaciones y finanzas, establecer un mejor control interno y definir un modelo de administración de riesgos.
Por lo tanto, aconsejó “no hacer recortes de gastos sin pensar en el cliente, los recortes no deben afectar el valor ofrecido a él, como lo podría ser una disminución de la calidad; porque si por inercia tendremos un problema de menor compra, el efecto negativo sería geométrico”.
Para maximizar el valor, será necesario cuidar la liquidez y ser eficientes en el manejo de inventarios, recomendó, y aseguró que es mucho más importante cuidar el capital de gastos que hacer una reducción de costos. Una estrategia bien pensada no implicará necesariamente reducir costos, sino obligadamente una optimización de los gastos: “Las empresas que hagan un mejor manejo de efectivo van a salir bien libradas de esta crisis”, sentenció.
En cuanto a la oportunidad de crear valor, aconsejó evaluar la estrategia de realizar fusiones o adquisiciones, así como la práctica positiva de reinventar el negocio.
“Las empresas deberán pensar en ‘qué le va a pasar a mi cliente’”. A partir de este cuestionamiento, se podría necesitar un cambio de orientación de mercado. Es decir, explicó, si el actual cliente no va a poder comprar el producto de la empresa, se requerirá definir rápidamente a qué otro posible nicho enfocarse.
Ejemplificó que si los productos de la compañía antes de la crisis se enfocaban a la clase media, tal vez ahora el objetivo será esa clase alta que decidirá consumir con menor opulencia. La realidad es que “las premisas de negocio cambiarán, por lo que hoy puede ser un buen momento para buscar nuevos nichos de mercado”.
Por el lado del comercio exterior también hay oportunidades a explorar. Constituye una buena alternativa la exportación debido a que los productos mexicanos son mucho más baratos por la devaluación, consideró. Por esta misma razón —explicó— hoy todo lo que el país importa es más caro; de tal manera que hay una oportunidad de proveeduría nacional.
Acción gubernamental
Haciendo una evaluación de la situación mexicana, Cabrera aseguró que “vamos a poder sortear la crisis mejor que muchos países porque los bancos en México están suficientemente bien regulados, después del FOBAPROA se establecieron mejores regulaciones; mientras que en Estados Unidos el sistema financiero y bancario estaba bastante desregulado”.
Por otro lado, comentó Roberto Cabrera, el nivel de inversión de infraestructura comprometido por el gobierno ayudará mucho a paliar la situación crítica.
Sin embargo, comentó que si bien el gobierno federal anunció que no postergará sus proyectos de infraestructura, e incluso los acelerará, lo cierto es que este tipo de programas se integran tanto por el sector público como el privado, entonces “habrá que ver si la iniciativa privada va a tener la capacidad para invertir ese dinero”, dijo.
Pero queda la esperanza de que las autoridades actúen con prontitud con base en el presupuesto de egresos aprobado tempranamente. “Si el presupuesto se ejerce lo más pronto posible y las acciones se ponen en marcha lo más rápido posible se contrarrestará el efecto de la crisis de manera importante”.