Recientemente el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la designación de Elon Musk como parte de su gabinete, en el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. Esto a la par del excandidato republicano Vivek Ramaswamy.
El próximo mandatario afirmó que la participación de estos dos personajes "allanarán el camino" para desmantelar la burocracia gubernamental, el "exceso de regulaciones", reducir los gastos innecesarios, así como reestructurar las agencias federales.
Por medio de un comunicado del equipo de transición Trump-Vance, explican que este nuevo departamento se llamará DOGE (por las siglas en inglés) en referencia también a la criptomenda.
"Esto enviará ondas de choque a través del sistema y de cualquier persona involucrada en el despilfarro gubernamental, que es mucha gente", afirmó el CEO de Tesla que compartió el comunicado en su cuenta de X.
Para impulsar este tipo de cambio drástico -se lee en el comunicado- "el Departamento de Gobierno se asociará con la Casa Blanca y la Oficina de Administración y Presupuesto para impulsar una reforma estructural a gran escala y crear un enfoque empresarial para el gobierno nunca antes visto".
Es importante mencionar que el empresario Elon Musk donó 200 millones de dólares a la campaña de Donald Trump y públicamente fue uno de los principales personas de apoyo frente al proceso electoral.
De igual forma, en las últimas semanas antes de las elecciones llevó a cabo una campaña para impulsar el voto en los estados en disputa, incluyendo el regalo diario de un millón de dólares a los votantes.
Poco después del anuncio de este nombramiento aparecieron muchas preguntas y dudas sobre un posible conflicto de interés, sobre todo por parte de Musk que lidera varias empresas con enlaces gubernamentales y con objetivos que dependen, en gran medida, de las regulaciones del gobierno.
Análisis de medios internacionales apuntan a que el empresario podría beneficiarse de la presidencia de Trump a partir de SpaceX, por ejemplo, que de por sí ya lidera el negocio de envío de satélites gubernamentales al espacio.
Elon Musk y los beneficios para Tesla
A mediados de octubre de este 2024 la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) de Estados Unidos anunció una investigación sobre los sistemas de software de conducción autónoma de Tesla.
Todo esto incluye 2.4 millones de vehículos, de varios modelos, que fueron fabricados entre 2016 y 2024.
La evaluación surge a partir de al menos cuatro informes de accidentes que involucran el uso de este software. La agencia afirma que los accidentes ocurrieron debido a una visibilidad reducida en la carretera, niebla o reflejos del sol.
El objetivo es determinar si los sistemas de conducción pueden detectar y responder adecuadamente a condiciones de visibilidad reducida.
Todo esto se anunció tan solo una semana después del lanzamiento del Cybercab por parte de Tesla y la promesa de que los autos estarían en el mercado en 2027.
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Ahora, es importante mencionar que una de las promesas e iniciativas de Donald Trump es que en esta nueva administración haya una menor carga regulatoria, es decir, eliminar "regulaciones innecesarias".
Solo para dimensionar, un día después de que miles de votantes salieran a las urnas las acciones de Tesla subieron un 13% y cerraron las operaciones regulares con un alza de casi el 15%.
CNN apunta en un análisis que todo esto en conjunto elevó en 15,000 millones de dólares las acciones de Tesla que Elon Musk posee directamente, es decir, un rendimiento del 12.761% sobre los millones que donó a la campaña de Trump.
La campaña de Trump no mostró apoyo al desarrollo de vehículos eléctricos ¿entonces?
A partir de la campaña electoral sabemos que la nueva administración de Trump implementará distintas medidas respecto a los vehículos eléctricos.
Incluso desde su discurso de nominación, el entonces candidato republicano apunto a eliminar el crecimiento de los vehículos eléctricos, asunto que calificó como parte de la "estafa verde". Esto para "salvar a la industria automotriz" estadounidense.
Cuando Elon Musk comenzó con el apoyo a la campaña de Trump, el próximo mandatario dejó entrever que sí apoyaría el desarrollo de vehículos eléctricos, aunque sin medidas claras detrás.
Si bien es poco probable que Donald Trump quiera eliminar por completo el apoyo gubernamental para los fabricantes de automóviles eléctricos y sus proveedores, los fabricantes de autos tradicionales afirman que seguirán adelante con sus planes de construcción y venta en el futuro.
La postura del republicano es que los autos eléctricos son demasiado caros, que tienen autonomía limitada y que serán un golpe fuerte contra los empleos y la industria automotriz de Estados Unidos.
Garrett Nelson, analista de CFRA Research afirmó para CNN que Tesla y el director ejecutivo Elon Musk podrían ser los mayores ganadores del resultado de las elecciones.
Apunta que la victoria de Trump ayudará a acelerar la aprobación regulatoria de la tecnología de conducción autónoma de la compañía sobre todo porque, como ya lo mencionamos, este software está siendo investigado.
Lo que sí afectará a Tesla son las políticas de Donald Trump hacia China, país es que es un mercado clave para la empresa.
Tesla tiene una gigafábrica en Shanghái, que abastece a China, Europa y Asia-Pacífico. Durante 2023 fabricó aproximadamente 947,000 coches desde China. Con el endurecimiento de medidas que plantea Trump contra el mercado chino, Tesla estaría enmedio de una posible nueva guerra comercial.
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¿Y la llegada de Tesla a México?
A finales de julio de este 2024 Elon Musk anunció la pausa del proyecto de construcción de la planta de montaje en México, misma que se iba a instalar en el estado de Nuevo León.
Hace poco Donald Trump amenazó a México con imponer un 25% de aranceles o más por no controlar la frontera ante el ingreso de inmigrantes. Con la victoria de Trump, aún no hay información sobre si la planta de Tesla en México será construida o se cancelará por completo.