Las empresas que han centrado su mirada en Europa tienen que estar atentas a diversos requisitos de exportación.
Necesitan de certificaciones internacionales que avalen el cumplimiento de la normativa de la región, entre ellas las validaciones RoHS y REACH.
¿Qué son las certificaciones RoHS y REACH?
Restriction of hazardous substances, RoHS, (restricción de sustancias peligrosas) es una directiva europea que regula aspectos relacionados con metales pesados en la fabricación de dispositivos eléctricos y electrónicos.
Aplica tanto para contacto humano como para deshecho al medio ambiente.
En tanto, el reglamento de registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias químicas (REACH, por su nombre en inglés) regula la producción y el uso de componentes químicos.
También sus potenciales impactos, tanto sobre la salud humana como en el ecosistema.
Para obtener la certificación RoHS los productos a exportar deben someterse a las pruebas pertinentes en laboratorios acreditados para dicha evaluación.
También se realizan revisiones independientes de los procesos de fábrica y de los resultados del ensayo de las muestras.
En tanto, la inspección REACH se aplica a todos los productos químicos, desde los utilizados en procesos industriales hasta los que se encuentran en mercancías de uso diario.
Entre estos se encuentran artículos de limpieza, pinturas, juguetes o también ropa, muebles y electrodomésticos.
REACH no sólo se aplica a las sustancias químicas, también a ciertas disposiciones aplicables a artículos.
Uso de sustancias peligrosas
Por ese motivo es importante que los fabricantes y los importadores de bienes de consumo comprendan sus funciones y responsabilidades.
La Directiva de la Unión Europea sobre la restricción del uso de determinadas sustancias peligrosas restringe la utilización de sustancias nocivas como plomo, mercurio y cadmio en los productos.
Aplica para 11 categorías de equipos eléctricos y electrónicos.
En un documento, la Unión Europea especifica que el Reglamento REACH se aplica a:
- fabricantes de sustancias y productos químicos destinados a la venta o a otras empresas
- importadores de sustancias y mezclas químicas o de productos como ropa, muebles o artículos de plástico, procedentes de fuera de la UE
- distribuidores que almacenan y comercializan sustancias o mezclas químicas
- usuarios intermedios que utilizan sustancias o mezclas químicas en el marco de una actividad empresarial o profesional
Gestión de riesgos
El reglamento obliga a determinar y gestionar los riesgos relacionados con las sustancias que se fabrican o comercializan en la UE y el Espacio Económico Europeo (EEE).
Si es fabricante o importador, para registrar dichas sustancias tendrá que demostrar a la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) que estas pueden manejarse de manera segura.
Además, deberá utilizar una ficha de datos de seguridad para informar a los usuarios potenciales en la cadena de suministro de las medidas de gestión de riesgos que deban adoptar.
Si es usuario intermedio, deberá cumplir otro tipo de obligaciones.
La más importante es adoptar las medidas de gestión de riesgos que puedan detallarse en las fichas de datos de seguridad.
Compruebe que los usos previstos estén incluidos en los expedientes de registro y póngase en contacto con sus proveedores y usuarios en la cadena de suministro, remarca el documento de la UE.
Para determinar sus funciones y obligaciones con respecto al Reglamento REACH o informarse de las posibles exenciones aplicables a su empresa, la comunidad europea pide usar el navegador ECHA.
Incluso cuenta con un apartado de apoyo para las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), en donde brinda información para esos trámites y otras dudas relacionadas con el tema.