El acuerdo entre México y Estados Unidos para posponer por 90 días el arancel de 30% a los productos mexicanos previsto para el 1 de agosto, da un respiro momentáneo al comercio bilateral, pero ha reactivado las alertas sobre las condiciones que perfilarán la revisión del T-MEC en 2026.
¿La razón? La frase del mandatario estadounidense, Donald Trump, en su posteo de redes sociales al anunciar la prórroga: "México acordó eliminar de inmediato sus numerosas barreras comerciales no arancelarias”.
A decir de Marcelo Ebrard, secretario de Economía, esto forma parte de las tareas que se tienen que hacer previo a la revisión del T-MEC que iniciará en enero de 2026, por lo que ocurrirá en paralelo a esta nueva negociación arancelaria. “Nos acerca a la renovación de nuestro acuerdo comercial”, enunció.

En entrevista con The Logistics World, Mónica Lugo Aranda, directora de Relaciones Institucionales de Prodensa y ex negociadora del Tratado comercial, plantea que será en octubre cuando México tenga claridad sobre los temas que Estados Unidos pondrá en la mesa de la revisión y si encarará una posible renegociación.
Rumbo a la revisión del T-MEC
El artículo 34.7 del T-MEC establece que las partes deben reunirse el 1 de julio de 2026, con el objetivo de evaluar el funcionamiento del Tratado y decidir si extienden su vigencia por otros 16 años.
De acuerdo con el USMCA Implementation Act, la Ley con la que Estados Unidos ratificó el T-MEC; el Representante Comercial (USTR) debe iniciar el proceso de consultas públicas 270 días antes del inicio formal de la revisión: el 4 de octubre de 2025.
Adicionalmente, 180 días antes: el 3 de enero de 2026, el USTR debe presentar un informe al Congreso de estadounidense que describa su evaluación, recomendaciones y postura respecto a la posible prórroga del T-MEC.
Es previo a este paso -en octubre- cuando existirá mayor claridad sobre las barreras arancelarias que serán tema de revisión. A decir de Mónica Lugo es probable que Trump y su secretario de Comercio, Howard Lutnick, se hayan referido a este proceso en la actual negociación de aranceles.
Sin embargo, dice, se trata de un proceso que se realiza de forma cotidiana. Todos los años el Representante Comercial de Estados Unidos realiza un reporte sobre las barreras no comerciales que identifica de todos sus socios comerciales, “no nada más México. En ese reporte se encuentran distintos temas que son parte del Tratado”.
“Están poniendo como un logro adicional algo que normalmente se realiza… Quieren ‘vender’ que sea ha logrado algo que incluso se ha tratado durante toda la vida desde que tenemos TLCAN”, menciona.
El ‘nuevo normal’ de las negociaciones
De acuerdo con la ex negociadora del T-MEC, sin duda el hecho de que México haya esquivado los aranceles del 30% que había amenazado el presidente Trump, es positivo, sin embargo, esto prolonga la incertidumbre comercial otros 90 días más:
“Ya es ‘el nuevo normal’ no saber qué va a suceder y si al final del día México va a tener o no estos aranceles y de cuánto van a ser”. La frase resume el clima actual: negociar bajo presión mientras se aproxima la revisión del T-MEC en 2026.
A lo largo de este camino México ha lidiado con otros aranceles que siguen vigentes y que son muy perjudiciales para industrias clave como el 50% al acero y aluminio y recientemente al cobre o el 25% a vehículos ligeros.
Esto, dice Lugo, es una “violación flagrante del T-MEC” por lo que considera que la nueva pausa arancelaria es un triunfo que deja a México con un sabor de empate.
Del cero-cero a la baja en competitividad
El acuerdo alcanzado entre México y el gobierno de Estados Unidos sin duda evitó un duro golpe al comercio bilateral, pero mantiene un escenario de incertidumbre que ya impacta inversiones y cadenas de suministro.
Mónica Lugo admite que los aranceles vigentes continúan erosionando la competitividad regional:
“Sin duda hay un daño muy grave a las cadenas de suministro y a las inversiones porque todavía no se sabe qué es lo que va a suceder. Esto obviamente daña la competitividad. Ahorita a lo mejor no lo estamos viendo, pero creo que es algo que a mediano y largo plazo se va a sentir”, alerta.
La resistencia del Tratado
De acuerdo con Mónica Lugo los próximos meses serán clave para negociar los aranceles vigentes y tratar de frenar los nuevos, pero también para anticipar la agenda que Estados Unidos llevará al Congreso de cara a la revisión del T-MEC.
Esto sin duda, dará mayor claridad al rumbo comercial que tomará el país: “El T-MEC sigue siendo nuestro salvador porque somos el único país -junto con Canadá- que no tenemos aranceles y nuestras exportaciones se van con el paraguas del T-MEC. Eso ningún país del mundo lo tiene”.
“Somos su socio comercial número uno y por algo (Estados Unidos) sigue respetando el T-MEC a su manera -aunque evidentemente hay violaciones- pero sí hay un umbral, una ventana de que no tenemos arancel. Dependerá de eso que podamos seguir siendo competitivos”, reconoce.
¿Revisión o renegociación en puerta?
Sin embargo, ese valor agregado se puede ir desdibujando. Lo preocupante, dice Lugo, es que el presidente Trump puede no estar de acuerdo con eso, tan es así que está muy focalizado en atraer mayor producción a Estados Unidos.
“No sabemos si se va a lograr, todavía hay mucho que ver, pero creo que por lo menos ahora se empiezan a vislumbrar en ciertos sectores (que se tocarán en la revisión). Ojalá que se logre algún acuerdo, porque al final del día, si esto le afecta a México también le va a afectar Estados Unidos y le va a afectar a las automotrices en Estados Unidos”, señala.
Pero ¿el T-MEC realmente tiene garantizado su futuro? ¿Estos aranceles muestran el camino hacia una renegociación? ¿Es posible?
Actualmente, el presidente Trump no tiene la facultad como tal, para renegociar un Tratado de Libre Comercio, pero el Congreso estadounidense le puede dar ese poder y “ya que lo tiene puede renegociar cualquier Tratado y al momento de su aprobación y su ratificación, el Congreso simplemente dice sí o no, lo que se conoce como Fast Track.
“Al momento, el presidente Trump no lo tiene, pero claro que lo va a buscar conseguir y creo que en octubre vamos a tener eso. Ahí vamos a ver cómo van a jugar estas cartas”, señala la directiva de Prodensa.
El peor escenario
El hecho de que México haya esquivado los aranceles de 30% que entrarían en vigor el 1 de agosto, permite tener un buen margen para negociar y encarar la revisión del T-MEC con mejores bases.
“El peor escenario que pudiéramos enfrentar es que se establezcan estos aranceles y se dé por sentado que México está de acuerdo. Y que además nos impongan más condiciones o nos pidan más concesiones durante la revisión del Tratado”: Mónica Lugo, ex negociadora del T-MEC.
Así, México tiene en estos 90 días un margen todavía para negociación y prepararse ante los posibles cambios que se buscarán como en temas de reglas de origen en el sector automotriz, energía y medio ambiente, así como la relación México-China. Habrá que esperar a ver “cuáles son los otros acuerdos que está pidiendo Trump y qué es lo que México está poniendo sobre la mesa”.