La administración entrante de Donald Trump intensificará los riesgos de política interior y exterior de Estados Unidos para los negocios internacionales en 2025.
Según el reporte RiskMap 2025, Trump pretende utilizar su segundo mandato para interrumpir y remodelar el orden mundial, posicionando a EU para una confrontación más directa y agresiva de sus adversarios económicos y geopolíticos.
Enfoques que impactarán a largo plazo
El documento elaborado por la consultora de riesgos Control Risks, los enfoques de Trump impactarán dos tendencias a largo plazo.
En primer lugar, Estados Unidos como potencia clave está en relativo declive.
Los países tienen otras opciones para pedir dinero prestado, comerciar bienes y comprar tecnología.
Las tecnologías avanzadas están empoderando a rivales locales y globales y socavando las ventajas militares de esa nación.
El sentimiento político aislacionista o al menos no intervencionista será parte de la burocracia estadounidense, de acuerdo al reporte.
Asia, Europa y Oriente Medio tendrán que protegerse de compromisos de seguridad estadounidenses menos fiables y responder a políticas comerciales más conflictivas.
En segundo lugar, Estados Unidos presenta un clima de inversión cada vez más complejo.
Los aranceles, las restricciones de inversión, las sanciones y las políticas industriales -muchos en nombre de la seguridad nacional- están inyectando riesgos geopolíticos y de cumplimiento en el comercio.
Trump buscará una amplia agenda desreguladora para los negocios y, con un Congreso flexible, recortes de impuestos corporativos para atraer inversiones.
Las políticas comerciales radicales de Trump, especialmente hacia China, requerirán ajustes y probable reubicación de las cadenas de suministro.
Implicaciones empresariales
Las empresas tendrán que luchar por un asiento en la mesa de negociaciones para asegurar que sus intereses sean escuchados.
Una nueva fase más intensa de la guerra comercial global es un riesgo para las empresas en 2025.
El próximo año se establecerá la seguridad nacional como principio rector del comercio y las inversiones internacionales.
Si bien se prevé que el comercio mundial crezca en 2025, la globalización sigue amenazada a medida que la competencia geopolítica impulsa la fragmentación de los sistemas financieros y las cadenas de suministro, al tiempo que complica las opciones tecnológicas.
Tres factores alimentarán la tensión comercial mundial en 2025
Política económica de China
A finales de 2024, China desató estímulos fiscales y monetarios para impulsar el consumo y la inversión, pero un sector manufacturero fuerte sigue siendo central en su estrategia económica.
El apoyo normativo a las industrias prioritarias ha experimentado una capacidad creciente y una feroz competencia en medio del debilitamiento de la demanda interna, alimentando la presión de precios a la baja y las fuertes exportaciones del mayor fabricante del mundo.
La escala y amplitud de la destreza manufacturera de China significa que tales tendencias afectan a una amplia gama de países y sectores.
Pekín parece listo para una guerra comercial intensificada de EU en 2025 y cuenta con múltiples herramientas para contrarrestar los aranceles, controles de exportación y sanciones.
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Política comercial de EU
Se basará en una línea de base más proteccionista.
La empresa estatal se utilizará para atraer inversiones, crear empleos, proteger a las industrias y salvaguardar los intereses nacionales.
Como mínimo, las empresas pueden esperar aranceles más incisivos dirigidos a sectores estratégicos, sensibles y simbólicos.
Política industrial mundial
Los gobiernos en 2025 ampliarán las políticas industriales para competir con rivales geopolíticos, asegurarán cadenas estratégicas de suministro y cultivarán sectores críticos.
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La competencia y los cálculos de seguridad nacional impulsarán políticas industriales a más rincones de la economía mundial en 2025.
Lo que significa para los negocios
A medida que aumenten las tensiones comerciales en 2025, las empresas tendrán que hacer que las cadenas de suministro sean más resistentes a las consecuencias del entorno geopolítico.
Eso significa entender las cadenas de suministro en términos de sus exposiciones geopolíticas actuales y futuras, no sólo sus riesgos operativos, regulatorios o de integridad, añadió el reporte.
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