En México, el transporte de carga por carretera enfrenta una amenaza persistente: el robo violento. Según el reporte Q1 2025 de Overhaul, el 81% de los incidentes involucran agresiones físicas o amenazas directas, y el 62.6% ocurren mientras las unidades están en movimiento. Tramos como Coyotepec, Puebla, Guanajuato y las Cumbres de Maltrata concentran los focos rojos, mientras los operadores lidian con rutas críticas, infraestructura deficiente y paradores inseguros.
Foto principal: cortesía de Fibra Macquarie vía AMPIP
Pero en medio de este panorama, los parques industriales están emergiendo como zonas seguras y estratégicas para la cadena de suministro. Con vigilancia 24/7, accesos controlados, monitoreo electrónico, iluminación perimetral y protocolos de emergencia, estos espacios ofrecen condiciones controladas que permiten reducir la exposición al riesgo, optimizar rutas y facilitar la coordinación con autoridades.
Tanto empresas como autotransportistas coinciden en que los parques industriales pueden funcionar como nodos logísticos confiables, capaces de proteger mercancías, unidades y operadores. Algunos incluso han integrado tecnologías como RFID, lectura de placas, registro biométrico y centros de control logístico, elevando el estándar de seguridad en el sector.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) impulsa diagnósticos de percepción entre transportistas y operadores para fortalecer los reglamentos internos y promover mejores prácticas. La homologación de estándares de seguridad, la colaboración público-privada y la digitalización de procesos son parte de la estrategia para consolidar estos espacios como pilares de una logística más resiliente.
¿Estamos ante una nueva frontera de seguridad logística? Descúbrelo en este artículo especial que revela cómo los parques industriales están transformando el mapa de riesgo del transporte de carga en México.