Madrid, (EFE).- Un año después del comienzo de la guerra en Ucrania, el sector de la agroalimentación, tanto en el segmento primario como en el gran consumo, sigue sufriendo un sobrecosto debido a las disrupciones en logística y transporte y al incremento del precio del carburante que ha ocasionado el conflicto.
- El acuerdo al que Rusia accedió en verano para reactivar el transporte de cereales desde Ucrania ha paliado en parte la conmoción que provocó el inicio de la guerra, que paralizó la actividad en los puertos y centros logísticos de los países en contienda.
La guerra ha ocasionado una espiral inflacionista que ha alcanzado al precio del combustible agrícola, el llamado gasóleo B, usado también para embarcaciones pesqueras, y que ha pasado de costar menos de 0.71 euros el litro en los días previos a la invasión bélica a cerca de 1.1 euros esta semana.
Las distorsiones en la red logística y el incremento de los precios del combustible se han transmitido a toda la cadena alimentaria hasta llegar al consumidor final y se cuentan entre las causas de la subida de precio que han experimentado los alimentos, que persiste actualmente, tras un año de conflicto.
Sobrecostos en el gran consumo
Las disrupciones en la cadena de suministro causadas por la guerra en Ucrania, sumadas a situaciones como el paro del transporte de marzo del año pasado, han provocado que el 41% de las empresas del gran consumo haya asumido un incremento de costos de entre el 10% y el 20%.
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Este sobrecosto se eleva por encima del 20% en el 19% de las compañías del sector, según un informe publicado el pasado octubre por la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), pero que sigue vigente en la actualidad, indicó a Efe la directora de Logística de esta patronal, María Tena.
Las afectaciones más importantes de la guerra se han producido en tres ejes: incremento de los costos energéticos (93.85% de los asociados), encarecimiento de materias primas (87.69%) y problemas con el servicio con los proveedores (70.77%).
Lo que podría parecer un tema puntual, o que se pudiera resolver en meses, se ha alargado y las empresas se están planteando que si esto sigue así alguna acción tendrán que tomar", ha expresado Tena.
Sobrecostos en el sector primario
El aumento del precio del combustible es una de las consecuencias de la guerra que de manera más transversal ha afectado a todo el sector primario, y por ello el Gobierno ha decidido prorrogar la ayuda de 20 céntimos de euro por litro de gasóleo que usen los agricultores, ganaderos y pescadores.
Se trata de un subvención que "ayuda" pero que "no cubre todo" el sobrecosto que está asumiendo el sector en esta materia, expresó a Efe el director de Relaciones Internacionales de la organización agraria Asaja, Ignacio López.
Esta subida de precio del gasóleo ha provocado que, por ejemplo, en el sector de las frutas y hortalizas, el transporte de la producción hacia los mercados se haya encarecido en torno al 20%, explicó a Efe el responsable de Relaciones Laborales de la organización agraria COAG, Andrés Góngora.
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En lo que respecta a las mercancías agrícolas, el inicio de la guerra impactó de forma directa en los puertos ucranianos y rusos, y ello afectó a las importaciones de cereales como el trigo y el maíz.
Son los datos que maneja el Observatorio Sectorial DBK, dedicada al suministro de información comercial y financiera, y que abunda en que el impacto del conflicto en las cadenas logísticas y de distribución impidió un mayor crecimiento, aunque para 2023 espera una desaceleración de la actividad. (rfg/lrs/sgb/am FOTO: Efeagro/Gustavo Cuevas)
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