La seguridad pública es uno de los conceptos que frecuentemente se repiten en conversaciones sobre atracción de inversiones al país, sin importar si se debe al Mexican Moment, al Nearshoring 2.0 o más recientemente, al Plan México. No obstante, es usualmente omitido en los discursos oficiales.
En la presentación de los 14 Polos de Desarrollo que a partir de mayo están abiertos a la inversión privada, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, enfatizó que detrás de la selección de los Polos hay un análisis de la ubicación, la factibilidad industrial y el potencial de desarrollo social en cada lugar.
Conocidos también como Polos de Desarrollo Económico para el Bienestar (Podebis), forman parte estratégica del Plan México, cuyo planteamiento considera la atracción de capitales a partir de, entre otras cosas, una mayor inversión pública para energía, agua, transporte y vivienda, así como para la formación de talento.
Para proyectos estratégicos de agua, por ejemplo, (tecnificación de distritos de riego, saneamiento de ríos y obras mayores) se prevé una inversión gubernamental de 20 millones de dólares, alrededor de 385 millones de pesos al tipo de cambio actual.
En el anuncio formal del Plan México el 3 de abril y en la presentación oficial de esa estrategia, se omitió a la seguridad pública a pesar de ser transversal a los rubros que el gobierno prevé impulsar para atraer inversión internacional y doméstica.
¿Qué son los Polos de Desarrollo y en dónde se ubican?
A la fecha, se han presentado de manera formal 25 Polos del Bienestar, de los cuales 11 están en la zona del Corredor Interoceánico, por el Istmo de Tehuantepec. Son gestionados por la Secretaría de Marina.
El objetivo general es atraer inversiones en sectores estratégicos como agroindustria, aeroespacial, automotriz y electromovilidad, bienes de consumo, economía circular, farmacéutica y dispositivos médicos, electrónica y semiconductores, entre otros.
“La estrategia de los Polos está centrada en impulsar el desarrollo económico y generar prosperidad en los estados donde se ubican estos esfuerzos, con el propósito de vincular los procesos productivos e impulsar las pymes”, comparte Víctor Galván, gerente Sr. de Asesoría en Cadena de Suministro y Operaciones de KPMG México, a The Logistics World.

El pasado 22 de mayo en la Ciudad de México, se presentaron otros 14 en: Seybaplaya, en Campeche; Juárez, en Chihuahua; Durango, Durango; Nezahualcóyotl, en el Estado de México; Celaya, en Guanajuato; Tula, en Hidalgo; el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, como zona-región en Hidalgo; Ciudad Modelo, en Puebla; Topolobampo, en Sinaloa; Altamira, Tamaulipas; Huamantla, Tlaxcala; Tuxpan, Veracruz; Morelia, Michoacán; Chetumal, Quintana Roo. Todos están en proceso de atracción de inversiones vía licitaciones.
Seguridad antes que incentivos
Para estimular la inversión, la Secretaría de Hacienda prevé incentivos fiscales como la deducción inmediata de 100% de la inversión en activos fijos nuevos y la deducción adicional del 25% en programas de capacitación, entre otros.
Víctor Galván, de KPMG, considera que si bien se trata de incentivos atractivos, hay desafíos operativos a considerar relacionados con la infraestructura, el cuidado responsable del medio ambiente, el suministro de energía y la implementación de tecnología. No son los únicos.
Uno muy estratégico es poder garantizar a las empresas que decidan invertir en alguno de estos Polos, una cadena de suministro sólida y resiliente.
El riesgo sobre la Cadena de Suministro
De los Polos presentados en mayo, seis están en zonas en las que se presenta alta incidencia delictiva, de acuerdo con datos de Overhaul, empresa de gestión e inteligencia de riesgos en tránsito.
Luis Villatoro, director de Inteligencia de Seguridad para América Latina en la compañía, menciona que la Ciudad de México, el Estado de México, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, y la región Occidente, con Guanajuato y Jalisco, concentran 85% de la actividad de los grupos delictivos relacionados con el robo de mercancías.
El 61% se registra en la región Centro, en parte, por ser la zona de alto consumo y por ende, traslado de mercancías.
Para el también presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERVP) es indispensable considerar que el desempeño de las empresas guarda relación con tener ciertas condiciones de seguridad jurídica y de seguridad pública.
“Esto, por supuesto, está conectado con la seguridad logística y con el traslado de las mercancías que se garantizan a través de esas vías de comunicación”, señala.

Datos de la empresa revelan que la carretera México 57 -que conecta el centro con el norte del país- y la 150D -que conecta el centro del país al puerto de Veracruz, son las vías carreteras con mayores incidencias. “En consecuencia, se tiene una concentración espacial que equivale al 14% del territorio nacional en la cual el nivel de riesgo es seis veces superior al resto del país”, dice a The Logistics World.
Para Víctor Galván, de KPMG, la seguridad sobre las carreteras por donde circulan las materias primas o productos necesarios para la cadena de suministro es un elemento crítico al momento de evaluar en dónde invertir. Por ello considera que "garantizar la seguridad constituye uno de los principales retos a tener en consideración en aras de facilitar la implementación de cualquier plan de desarrollo”.