Una empresa sueca probó un camión de 40 toneladas a toda velocidad en una autopista. La peculiaridad es que tuvo un conductor a bordo pero ninguna mano tocó el volante.
Actualmente, el fabricante sueco de camiones Scania está lejos de ser la única empresa que desarrolla vehículos autónomos, pero se convirtió en el primero en Europa en pilotarlos mientras entrega bienes comerciales.
El vehículo parece a primera vista un camión convencional, pero en el techo tiene un riel lleno de cámaras y sensores con antenas en los costados.
En la cabina, el volante y el asiento están en el lugar que ocuparían en un vehículo convencional, pero en el panel hay una multitud de pantallas.
También se observa un conjunto de cables que alimenta un ordenador que está detrás de uno de los asientos.
Para funcionar, el camión combina los datos de los diferentes sensores con un sistema de GPS.
Todos ellos actúan al mismo tiempo como un sistema de respaldo mutuo.
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