Shanghái, (EFE).- China, el mayor mercado automovilístico del mundo, sigue firme en su apuesta por la electrificación, con destacadas marcas locales como BYD, que ya supera a Tesla en número de ventas ante la creciente demanda de este tipo de vehículos por parte de los consumidores del país asiático.
El Salón del Automóvil de Shanghái, que arrancó el pasado martes y que se prolongará hasta el día 27, es una muestra de ello: de los más de cien modelos que serán presentados al público durante el evento, unos 70 son eléctricos.
“Los cambios en la industria han sido más rápidos que lo pronosticado por todos. Queremos mostrar a nuestros clientes y al sector el verdadero aspecto del futuro de la industria”, aseguró Brian Gu, presidente de Xpeng, una de las tres grandes firmas chinas que, según los expertos, tienen potencial para competir contra Tesla.
Según un reciente estudio de Moody’s, China aglutinó el 65% de los 8 millones de ventas de vehículos eléctricos de batería, registradas a nivel mundial el año pasado.
En 2022, los denominados "vehículos de nuevas energías", que no solo incluyen a los BEV sino también a los híbridos enchufables (PHEV) o a los impulsados por pilas de combustible vendieron casi el doble que el año anterior en China, y ya suponen un cuarto de las ventas totales de automóviles, según la patronal del sector CAAM.
APUESTA POR LO ‘SMART’
La prensa local recordaba recientemente una entrevista de 2011 a Elon Musk, el consejero delegado de Tesla, quien no pudo evitar la risa cuando le preguntaron por la posible competencia que le planteaba la china BYD, la cual contaba ya con el respaldo de Berkshire Hathaway, la firma del legendario inversor estadounidense Warren Buffett.
Has visto su coche?”, le preguntaba el ejecutivo a la periodista, antes de añadir que no creía que la marca china fabricase un buen producto, asegurando que no es particularmente atractivo ni su tecnología es muy fuerte al tiempo que consideraba que la compañía debía centrarse más en sus problemas: “Se centran, y hacen bien, en asegurarse de que no mueren en China”.
En 2022, once años después, BYD vendió unos 1,86 millones de "vehículos de nuevas energías" más del triple que en el año anterior por los 1,31 millones de Tesla, coronándose como mayor vendedor mundial de este tipo de automóviles, aunque bien es cierto que casi el 80% de sus ingresos siguen procediendo del mercado local.
¿Cómo han llegado a crecer tanto las automotrices del país asiático, y por qué los chinos prefieren ahora las marcas locales?
El precio explica parte del éxito de BYD frente a Tesla, pero no es así en el caso de marcas como Nio o Xpeng, que han desarrollado sus vehículos específicamente para atender los deseos de los conductores nacionales.
Un estudio publicado en diciembre por la consultora JD Power apuntó a los habitáculos inteligentes, con énfasis en los sistemas de entretenimiento o en el reconocimiento de voz, y situó al Nio ET7 y al Xpeng G9 como los Vehículos inteligentes, más valorados por los consumidores chinos, un listado en el que el Model Y de Tesla debe conformarse con la décima posición.
Además, en el marco de la pandemia, BYD también se coronó como ganadora al esquivar los problemas en las cadenas de suministros de los últimos años debido a que es dueña de buena parte de su propia cadena y goza de un “control sin parangón” sobre ella, explicó Yale Zhang, de la consultora Automotive Foresight, al diario hongkonés South China Morning Post.
LAS EXPORTACIONES SE DISPARAN
No obstante, no todo es de color de rosa para los fabricantes chinos de eléctricos, que en 2023 deben enfrentarse a una nueva realidad tras el final de los subsidios que ofreció el Gobierno a este tipo de vehículos desde 2009 hasta finales del año pasado.
Esto ya se ha notado en las ventas, que en el primer trimestre han frenado notablemente su espectacular ritmo de crecimiento, aumentando un 26,2% interanual, lo que contrasta con el casi 140% que experimentó en el mismo período del año anterior.
Y este frenazo es más destacable todavía si se tiene en cuenta que las principales marcas del sector llevan embarcadas desde enero en una cruenta guerra de precios iniciada precisamente por Tesla, con decenas de fabricantes ofreciendo descuentos de hasta un 30% en algunos modelos para tratar de impulsar de nuevo sus ventas, especialmente en segmentos como el prémium.
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Ante la competencia, el final de los subsidios y la tendencia a la ralentización de la economía nacional, las marcas chinas miran cada vez más al exterior para seguir creciendo, según datos de CAAM, las exportaciones de eléctricos se duplicaron 120% en 2022 hasta las 679.000 unidades.
Y, en el primer trimestre del presente año, las ventas al extranjero siguen una tendencia similar (+106 % interanual), con 248.000 unidades exportadas, lo que, extrapolando los datos, podría suponer que alcanzasen casi el millón a lo largo del ejercicio.
Un directivo de la Asociación China de Turismos (CPCA) aseguró que las exportaciones de vehículos chinos incluyendo los de combustión podrían superar en 2023 la marca de los 4 millones de unidades, lo que, según South China Morning Post, podría suponer que el país le robaría a Japón la corona de máximo exportador mundial de automóviles.
De hecho, específicamente en el caso de los eléctricos, el portal de noticias económicas Yicai ya apuntó en febrero que las marcas chinas se beneficiarán de la prohibición, avalada por el Parlamento Europeo, de la venta de vehículos de gasolina y diésel a partir de 2035 en la Unión Europea.
Datos citados por ese medio apuntan que la UE ya desbancó en 2021 al mercado asiático como primer destino de exportación de los vehículos eléctricos producidos en China, con unas 285.000 unidades vendidas en suelo europeo durante ese año.
EFE vec/lcl/sgb