Tokio, (EFE).- El fabricante nipón de vehículos comerciales e industriales Isuzu Motors anunció este viernes la venta de sus negocios en Rusia a una firma de ese país, donde mantenía sus operaciones suspendidas a raíz de la guerra de Ucrania.
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La firma con sede en Yokohama (sur de Tokio) ha decidido traspasar su filial rusa, Isuzu Rus, a la compañía del mismo país Sollers, según informó hoy en un comunicado.
Isuzu Motors mantenía suspendidas sus operaciones en Rusia desde marzo del año pasado "debido al entorno de negocios inapropiado para conducir negocios", y ha decidido deshacerse de su filial "debido a que continúa la incertidumbre y a que no es posible prever una reanudación de las operaciones", según explicó.
La firma nipona se estableció en Rusia en 2007 y desde entonces manufacturaba y vendía vehículos comerciales en una planta de ese país y ofrecía servicios posventa.
Isuzu sigue así los pasos de otros fabricantes nipones del sector como Toyota, Nissan y Mazda, que decidieron desprenderse de sus actividades en Rusia a lo largo del pasado año debido a los problemas de suministro derivados de las sanciones impuestas sobre Moscú por su invasión de Ucrania.
La suspensión de sus negocios en Rusia causó que Isuzu Motors incurriera en una pérdida especial de unos 11 millones de euros en el ejercicio fiscal concluido el pasado marzo.
La firma japonesa produjo en Rusia unos 3.700 vehículos en 2021, lo que suponía aproximadamente un 1% de su producción global, según datos del propio fabricante. EFE
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