Arturo Barajas tuvo que reestructurar la presentación que preparó para los más de 200 CEO's manufactureros que lo escucharían en China. A más de 12,500 kilómetros de distancia se acababa de presentar el Plan México, la iniciativa del gobierno federal para detonar inversiones por más de 277,000 millones de dólares al 2030.
El cofundador y CEO de Winbridge vio necesario integrar información sobre el Plan entre las cifras de Inversión Extranjera Directa (IED) y los datos que muestran el protagonismo global de México a través de acuerdos comerciales como el T-MEC.
Era la segunda semana de enero y la empresa especializada en generar oportunidades de negocio entre naciones asiáticas y México cerró varias propuestas a ejecutar. Dos meses después fueron canceladas.
Desde entonces, la dinámica en las reuniones de negocios con inversionistas asiáticos, “ha sido de mucha incertidumbre” sobre el futuro del TMEC.
El efecto Trump sobre la inversión asiática
Conforme las amenazas arancelarias se han desdibujado, el país se ha mantenido atractivo para la inversión asiática, particularmente desde China y Japón, los países en los que Winbridge se ha focalizado.
En el primer trimestre de 2025, la Inversión Extranjera Directa (IED) de China y Japón, mostró señales de resiliencia. La inversión China, por ejemplo, fue de 92.2 millones de dólares, que contrasta con una baja de (-)30 millones de dólares en el primer trimestre de 2024.

Se trata del mejor resultado de la inversión china en México para un primer trimestre de año, según datos de la Secretaría de Economía.
En 2024, la IED china captada por el país ascendió a 709.4 millones de dólares, la más alta desde que se tiene registro.
Japón, en camino a la recuperación
Desde 2012, la Inversión Extranjera Directa de Japón en México se ha mantenido por arriba de los 1,000 millones de dólares anuales.
En 2024 ascendió a 4,287 millones de dólares y al igual que en el caso de China, es el dato más alto desde que se tiene registro.
De enero a marzo de 2025 la inversión japonesa bajó 62% respecto al mismo periodo del año pasado; sin embargo, se trata del segundo mejor resultado para un primer trimestre del año desde 2017.
Final del TMEC, el mayor punto de dolor
El desempeño mixto de la IED de China y Japón en México, sin duda refleja el temor que ha generado entre los inversionistas, principalmente de Japón, los efectos de la política comercial de Estados Unidos y, en particular, sobre el futuro del T-MEC.
Ese, a decir, de Barajas, es el punto de dolor más fuerte que enfrenta el país para la atracción de la inversión asiáticas.
“El dolor más grande que pueden medir es que se termine el T-MEC. Esa es la incógnita más grande y curiosamente, quien está fuera de México sí lo ve como algo posible”, comentó a The Logistics World.
El regreso al radar de la inversión
Desde finales de 2024, dice, con la especulación de las elecciones en Estados Unidos, empezó una tendencia bajista en el interés y los proyectos de empresas asiáticas en México.
Este fenómeno se ha comportado de formas distintas en línea con el vaivén que ha tenido la política comercial del gobierno estadounidense.
El líder de Winbridge recuerda que después del 2 de abril, día en que el gobierno de Estados Unidos exentó a los socios del T-MEC de los aranceles recíprocos que aplicó a decenas de países, México se reubicó con fuerza en la escena internacional de las inversiones.

“Los inversionistas analizan mucho la dinámica política. Antes de ese día nos veían un poco fuera del radar… Hoy vemos que siguen llegando las inversiones, no al nivel que esperábamos, pero definitivamente continúan”, señala Bajaras.
Sin descartar escenarios
Antes del 2 de abril, Winbridge recibía noticias de clientes interesados en poner fábricas en México que al final decidían invertir en lugares como Tailandia y Vietnam, impulsados por el temor que despertó la política comercial de Estados Unidos.
Algo natural desde el punto de vista de Arturo Bajaras. El inversionista chino quiere saber si van a cambiar las reglas y si habrá restricciones a esa inversión: “No lo sabemos concretamente, pero no es improbable”.
Tratar de generar confianza entre los inversionistas asiáticos ha sido complicado en medio de los constantes anuncios arancelarios, sin embargo, el hecho de contar con el T-MEC lo ha mantenido vigente en las conversaciones de negocio.
Pero ahora, el temor a un final anticipado del T-MEC, es lo que mantiene la inversión en flujos que no se preveían en la cartera de Windbridge.
Reactivación en El Bajío
La revisión del Tratado, sin duda, dará mayor claridad a los inversionistas que hoy están a la expectativa de saber cuáles son los cambios que pueden esperar.
“Si no puedes planear, mejor no te mueves. Eso es lo que está pasando. Los que siguen llegando es porque ya hicieron la planeación con diferentes escenarios o les están exigiendo que lleguen con todo y como vaya a terminar”, comenta.
De momento la inversión parece mostrar una lenta recuperación en zonas como El Bajío.
“Tenemos proyectos que nos habían buscado y que, por una u otra razón decidieron ir a Estados Unidos y que al final vinieron acá otra vez. Entonces están buscando mucho el Bajío. No tiene más de tres semanas que se reactivaron”, dice.
¿Un Plan sin promoción real?
La creación de Polos de Desarrollo en varios estados es una de las apuestas más fuertes del Plan México, para detonar la inversión en el país.
Para lograrlo, el gobierno federal ha considerado una serie de facilidades fiscales como la deducción inmediata del 100 por ciento de inversión en activos fijos nuevos.
Sin embargo, los empresarios chinos y japoneses no tienen conocimiento del alcance del Plan, considera Arturo Barajas quien atribuye esta situación a la falta de promoción entre inversionistas asiáticos.
Algo similar pasó con el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Transístmico, impulsado por el sexenio anterior. A pesar de la difusión que hicieron como empresa, el proyecto no generó mayor interés.
“El empresario extranjero no lo recibe por medios oficiales. No hay una repetición constante del proyecto y esto requiere mucha promoción”, menciona Barajas.
A pesar de que en el primer semestre los proyectos de inversión cayeron 50% en su portafolio, el CEO de Winbridge confía en que el cierre de año habrá un resultado positivo.
Se basa en el interés que existe por invertir en México -pese a las amenazas arancelarias y a la falta de promoción- especialmente en sectores automotriz, de electrónicos, aeroespacial y también en Real Estate: “México es y seguirá siendo atractivo”, sostiene.