Bangkok, (EFE).- Varias minas de Indonesia y Filipinas, que suministran níquel para baterías que terminan en coches de Tesla y Toyota, han sido vinculadas con abusos contra las comunidades locales y el medioambiente, según un informe de la ONG Business & Human Rights Resource Centre (BHRRC).
En un comunicado, BHRRC, con sede en Londres, indicó que en el informe se han identificado supuestos abusos en una mina operada por Rio Tuba Nickel Mining Corporation en Filipinas y otras en Indonesia gestionadas por dos empresas chinas, Zhejiang Huayou Cobalt (ZHC) y CNGR Advance Materials.
La ONG señaló que las baterías en vehículos eléctricos tienen un "papel crucial" para la lograr los objetivos climáticos descarbonización, pero alertó de que la "falta de transparencia" en las cadenas de suministro oculta en ocasiones la violación de derechos y el daño medioambiental.
Según el informe, publicado la semana pasada, la mina de Rio Tuba en la isla filipina de Palawan ha provocado la contaminación de un río con cromo hexavalente, un producto químico dañino para la salud, al tiempo que también ha incumplido supuestamente el procedimiento para adquirir el consentimiento de las comunidades locales.
El níquel de la mina es procesado por la empresa japonesa Sumitomo, que suministra materiales a la también nipona Panasonic, que vende baterías al fabricante de vehículos eléctricos Tesla y al japonés Toyota.
En Indonesia, ZHC y CNGR, junto con otras empresas locales, extraen y envían níquel de minas en las islas Célebes y Molucas a plantas procesadoras que suministran tecnología de baterías eléctricas a Tesla.
Consultadas por BHRRC, Sumimoto dijo que mantiene un diálogo con las comunidades locales para favorecer su desarrollo y mejorar el medioambiente, mientras que Panasonic aseguró que cuando trabaja con suministradores aplica un protocolo para respetar a las comunidades locales y evitar daño ambiental.
Por su parte, ZHC afirmó en respuesta a la ONG que está comprometida en reducir el impacto de sus operaciones y en apoyar a las comunidades locales, al tiempo que reconoció "desafíos sociales y medioambientales" en el sector minero indonesio.
Según BHRRC, Tesla y Toyota fueron consultados para responder a las acusaciones, pero no respondieron.
Los abusos de derechos humanos en las cadenas de suministro de los vehículos eléctricos tienen que ponerse en cuestión y mitigarse de manera urgente si queremos conseguir una transición a las energías renovables".
Indicó Pochoy Labog, investigador de BHRRC.
EFE grc/raa/jlm