Invertir en el mercado chino es una alternativa atractiva para los inversores debido a su tamaño y alto crecimiento económico.
A menudo, los inversores se preguntan si invertir en la importación de productos chinos es realmente seguro. Esta pregunta es compleja, porque se pueden tener muchas ventajas y desventajas.
Así lo detalló LGS International, consultora en cadena de suministro entre China y México.
Entre los principales factores que influyen en esa dinámica comercial enlistó en un comunicado el entorno regulatorio, el entorno macroeconómico y la gestión de riesgos.
Sobre las ventajas del intercambio comercial entre México China mencionó la reducción de costos.
“Internet y plataformas de comercio permiten a muchos importadores en el extranjero obtener productos chinos, con un precio asequible y de alta calidad, lo que les asegura mantener precios de venta a niveles competitivos”, aseveró el texto.
“Muchas empresas y emprendedores mexicanos deciden importar productos manufacturados en China para cubrir sus demandas de producción a precios competitivos y con la calidad suficiente para satisfacer las necesidades de sus clientes”, abundó.
Interaccion comercial de México y China
La participación de China en las importaciones totales de productos de México pasó de 14.9% en 2011 a 19.9% en 2021 y se espera siga creciendo, señaló Diego Ocampo, cofundador de LGS International.
La importación de productos desde China permite la reducción de costos hasta en un 30% en comparación con otras regiones del mundo debido a la infraestructura y capacidades de producción.
Eso facilita a las empresas y emprendedores a utilizar esos recursos en otras necesidades del negocio como compra de equipo o en mejorar la experiencia del cliente.
Otras ventajas son que China tiene una extensa red de transporte, lo que permite a las empresas que importan bienes a ahorrar en los costos de envío.
Además, es importante destacar que al importar desde el país asiático, también se reducen los costos de inventario.
Sobre las desventajas, la firma señaló los costos de viajes y envíos a China; precios volátiles; retrasos en la entrega y lentitud en el proceso; problemas con la documentación.
Además, el idioma, y la diferencia cultural hacen que comunicarse sea un reto visto como una desventaja.