Madrid, (EFE).- El nuevo reglamento del control pesquero de la Unión Europea (UE) entra en vigor este martes, con medidas como la digitalización obligatoria de las capturas, la geolocalización de los buques o la instalación de cámaras a bordo, que supondrán un esfuerzo económico para la flota española.
La regulación actualiza el 70% de las normas de vigilancia pesquera y persigue modernizar el seguimiento de las capturas y de las importaciones, con medidas ambiciosas que se aplicarán de forma gradual, con una transición de entre 2 o 4 años para facilitar que el sector se adapte.
Fue acordada en 2023, tras cinco años de negociaciones en la UE ralentizadas por la pandemia.
En España, la primera potencia pesquera de la UE, afectará a una flota que cuenta con 8.657 barcos y a un sector que genera 31.000 empleos directos y 150.000 indirectos.
Según los representantes pesqueros, la modernización del control es positiva para garantizar una buena gestión de los caladeros, pero algunas de sus medidas van a complicar mucho la faena de los pescadores y serán muy costosas, según el secretario general de la patronal de armadores Cepesca, Javier Garat.
Principales medidas
La nueva reglamentación obliga a registrar todas las capturas de forma digital, incluidas las de la pesca recreativa, lo que supone acabar con la anotación en papel, y también exigirá a los buques ir equipados con sistemas de seguimiento, aunque en plazos de dos a cuatro años según la modalidad.
Para los barcos de menos de 9 metros de eslora se podrán conceder exenciones hasta el 31 de diciembre de 2029.
El registro digital ha sido celebrado por asociaciones de la industria pesquera y conservera, mientras que el seguimiento de las capturas recreativas ha sido valorada por la flota profesional.
Por otra parte, habrá una vigilancia electrónica remota de buques más grandes para garantizar que las capturas no deseadas no se descarten en el mar y no se vulnere de la "obligación de desembarque", que exige llevarlas todas a tierra.
Uno de los aspectos más controvertidos de la negociación del reglamento fue la instalación de cámaras a bordo y finalmente la UE acordó imponerlas a los navíos de más de 18 metros de eslora, si hay riesgo de que se incumplan las exigencias contra los descartes.
Para los armadores, hay dudas sobre cómo va a ser el desarrollo legislativo del nuevo reglamento en cuestiones como la de las cámaras.
Sanciones y el "carné por puntos"
Por otra parte, la nueva normativa revisa el sistema de sanciones y criterios para fijar unas multas mínimas, con una lista de infracciones graves de las normas de la Política Pesquera Común y los Estados miembros deberán garantizar que los responsables queden sujetos a sanciones "efectivas, proporcionadas y disuasorias".
Actualiza también el sistema de "carné por puntos", que funciona en la pesca de la UE de forma inversa al transporte por carretera, según el cual a los infractores se les anotan puntos y cuando hay una suma de tantos se produce la penalización.
A este respecto, según reconocen las organizaciones pesqueras, España tiene muy desarrollado dicho "carné", al igual que las sanciones, al contrario que otros países comunitarios.
Cepesca ha valorado que con la nueva norma dentro de las infracciones sancionables se incluyan "el trabajo forzoso a bordo" e incumplimientos en materia social.
Reacción de la flota
Los armadores españoles consideran que el nuevo reglamento "va a complicar la vida de los pescadores" y que requerirá un esfuerzo de adaptación a las nuevas tecnologías, especialmente para la flota de bajura o artesanal, según ha subrayado Garat, también presidente de la patronal europea Europêche, que integra a empresas y a cofradías.
Garat ha añadido que los pescadores sienten que "no se les deja respirar" con nuevos requerimientos, pese a la dureza de su trabajo, y que con las políticas de la UE "se les criminaliza".
No obstante, la patronal de armadores ha valorado aspectos positivos de la nueva reglamentación.
Entre ellos, el impedimento de que las embarcaciones apaguen el sistema de identificación automática (AIS, en sus siglas en inglés) y que solo lo puedan hacer si informan al Estado miembro de la razón: esto evitará transbordos ilegales en alta mar; esta novedad también ha sido valorada por la organización ambientalista Oceana.
EFE ms/lrs/jlm
Sigue leyendo: América Latina y el Caribe tienen un pronóstico de aumento en producción agrícola y pesquera para la próxima década