Frente a la reconfiguración de las cadenas de suministro, la logística ha dejado de ser un sector invisible para convertirse en un eje estratégico del desarrollo económico. España, según un reportaje publicado por El País el 8 de julio de 2025 titulado “Estos son los señores de la logística, el sector que mueve el mundo”, se ha consolidado como uno de los principales nodos logísticos del mundo, gracias a una combinación de factores geográficos, tecnológicos y de inversión que la colocan en una posición privilegiada.
Este fenómeno ofrece un espejo interesante para México, que comparte con España varias características clave y podría aprovechar las lecciones del modelo español para fortalecer su propio papel en el comercio internacional.
Motor dinámico en Europa
El artículo de El País destaca que el sector logístico en España crece a un ritmo del 18% anual, en contraste con una caída del 11% en el promedio europeo. Este dinamismo ha convertido a la logística en un motor económico que representa entre el 8,5% y el 10% del PIB español y emplea a más de un millón de personas. La clave de este crecimiento radica, en parte, en la ubicación geográfica del país: España es descrita como un “maravilloso punto geoestratégico”, con acceso directo a África, conexiones históricas y comerciales con América Latina y Estados Unidos, y una integración plena en el mercado europeo.
Este posicionamiento ha sido aprovechado por grandes empresas como Amazon, que han invertido en infraestructura logística de última generación en territorio español. La demanda de espacios logísticos en Madrid, por ejemplo, creció un 18,2% en 2024, alcanzando cifras récord. Barcelona, por su parte, se consolida como un hub logístico mediterráneo con conexiones marítimas, ferroviarias y aéreas que la convierten en una puerta de entrada clave para el comercio internacional. Además, el Logistics Performance Index del Banco Mundial sitúa a España en el puesto 13 a nivel mundial, lo que refleja su capacidad para gestionar eficientemente el transporte, almacenamiento y distribución de mercancías.
Puntos neurálgicos en el mundo
El caso español ofrece paralelismos interesantes con México, que también cuenta con una posición geográfica estratégica entre América del Norte y América Latina, con acceso a dos océanos y una creciente red de infraestructura logística. México ha sido uno de los principales beneficiarios del fenómeno del nearshoring, con empresas que buscan acercar sus cadenas de suministro a Estados Unidos. Sin embargo, mientras España ha apostado por una logística altamente digitalizada y sostenible, México enfrenta desafíos en materia de inversión, seguridad y modernización tecnológica.
La experiencia española sugiere que no basta con tener una buena ubicación: es necesario desarrollar una visión integral que combine infraestructura, tecnología, formación de talento y políticas públicas orientadas a la eficiencia y la sostenibilidad. En este sentido, la colaboración entre ambos países podría ser mutuamente beneficiosa, tanto en términos de intercambio de buenas prácticas como de integración de rutas logísticas transatlánticas.
Hoy, la resiliencia de las cadenas de suministro se ha vuelto una prioridad estratégica, España y México tienen la oportunidad de consolidarse como plataformas logísticas clave en sus respectivas regiones. El espejo español puede ofrecer a México una hoja de ruta para transformar su potencial geográfico en una ventaja competitiva sostenible.