Astaná, (EFE).- El grano ruso y kazajo compiten por el mercado de Asia Central desde la salida de Moscú de la iniciativa del mar Negro para la exportación del cereal ruso y ucraniano.
Debido a la escalada del conflicto con Ucrania, Rusia afronta graves problemas para exportar su grano a través de los puertos del mar Negro. Si la confrontación va en aumento, Moscú buscará nuevas formas de vender su grano, algo que ya ha empezado a hacer. Y aquí el mercado de Asia Central es el más atractivo para las empresas rusas"
Yevgueni Kabánov, analista de la Unión del Grano de Kazajistán.
Kabánov explica que el mercado centroasiático está ahora en el punto de mira de Rusia no solo por su proximidad, sino también por su lejanía geográfica de la guerra y la "ausencia de riesgos"
En este sentido, advirtió de que el "flujo de grandes volúmenes de grano ruso barato puede arruinar a los agricultores kazajos".
Kazajistán, el mayor país de Asia Central, produce entre 14 y 15 millones de toneladas de grano al año, de las cuales se exportan alrededor de nueve millones.
El grueso de las exportaciones se dirige a países de la región, mientras el resto se reparte entre países como China, Turquía, Azerbaiyán, Irán y miembros de la Unión Europea.
- Por su parte, Rusia exporta el 70% de su cereal a través de sus puertos del mar Negro.
Solo el año pasado Rusia exportó alrededor de 60 millones de toneladas de cereales, incluidas 49 millones de toneladas de trigo.
El 70% es un gran volumen de exportación, que es imposible redirigir a través de los puertos del Báltico o el Lejano Oriente", afirma el analista. Hoy se escuchan cada vez más declaraciones de agricultores rusos sobre que sus mercados tradicionales de exportación son Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguistán, Tayikistán y Afganistán, donde anteriormente prevalecía el trigo kazajo".
Las empresas rusas buscarán cualquier oportunidad para llevar el grano y la harina nacionales a los mercados tradicionales del grano kazajo", insistió y agregó que el trigo ruso se está abaratando debido a la devaluación del rublo, lo que también supone una amenaza para la producción kazaja.
Y es que hoy día el precio del grano kazajo está "cerca de su coste de producción" y si se abarata, los agricultores sufrirán pérdidas, que finalmente pueden traducirse en la bancarrota de las compañías.
Los expertos kazajos destacan que los cereales rusos no están sujetos a sanciones europeas por la guerra en Ucrania, por lo que Astaná no tiene motivos legales para prohibir su reexportación a través de su territorio y el único obstáculo puede ser el coste de tránsito impuesto por el Gobierno y que repercute en el precio final de los cereales.
Sea como sea y en aras de proteger sus intereses, esta semana el Ejecutivo kazajo decidió extender la prohibición de importar trigo por otros seis meses, es decir hasta febrero del año que viene.
A la vez, los analistas abogan por más medidas para evitar que los agricultores kazajos se vean afectados por la nueva coyuntura geopolítica, entre las que figuran la compra de trigo a precios fijos, el aumento de créditos a los productores y la condonación de deudas, entre otras.
EFE kk-mos/eb
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