Bruselas, (EFE).- Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) afrontan con optimismo el comportamiento de la actividad económica en 2024 a pesar de la probable recesión observada en la segunda mitad del pasado año y las tensiones en el mar Rojo en el marco de la guerra en la Franja de Gaza.
"Vería el vaso medio lleno", afirmó en una rueda de prensa el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, después de que los Veinte pasaran revista a la situación económica actual.
Los socios del euro estrenaron el año con una reunión justo el día en que se conoció que la economía de Alemania, principal motor de la eurozona, se contrajo un 0.3% en 2023 y en un contexto de ralentización económica que apunta a un frenazo de la actividad en la segunda mitad del pasado año: entre julio y septiembre el PIB se redujo un 0.1% y los indicadores disponibles apuntan a un nuevo descenso entre octubre y diciembre.
La oficina de estadística Eurostat publicará el dato preliminar del PIB del cuarto trimestre de 2024 el próximo 30 de enero, pero fuentes comunitarias señalan que por ahora "no hay señales de una recesión profunda o generalizada" y esperan que la actividad económica repunte gradualmente en el curso de este año".
Espero ver un crecimiento económico de alrededor del 1% en la eurozona y, aunque sea una tasa más baja de la que nos gustaría ver, es aun así crecimiento a pesar de todos los retos"
Había expresado Donohoe horas antes a su llegada a la reunión.
El presidente del Eurogrupo citó entre los aspectos positivos la solidez del mercado laboral, con el desempleo en "mínimos históricos", la reducción de la inflación o la mejora de la confianza observada en el último mes".
"Será un año en el que experimentaremos un crecimiento débil, pero creo que la economía de la eurozona puede crecer en 2024", expresó en la misma línea el titular irlandés de Finanzas, Michael McGrath.
Tensión en el mar Rojo
Pese al optimismo sobre el repunte del crecimiento a lo largo de 2024, el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, advirtió de que "hay una creciente preocupación por los riesgos a la baja causados por la situación geopolítica y especialmente por la situación en el mar Rojo", una de las principales rutas del comercio mundial.
El tráfico mercante en el mar Rojo se ha visto perturbado por los ataques perpetrados desde mediados de diciembre por los rebeldes hutíes del Yemen contra buques que consideran vinculados a Israel como respuesta a la intervención militar israelí en Gaza, a los que han respondido Estados Unidos y el Reino Unido con ataques contra el grupo yemení.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa español, Carlos Cuerpo, señaló asimismo que los países están siguiendo la crisis y "viendo cómo están evolucionando todos los indicadores", relacionados con el precio de los fletes o posibles disrupciones en las cadenas de suministros.
En declaraciones a la prensa a su llegada a la reunión, Cuerpo dijo que los socios europeos son "muy conscientes de que es un elemento muy importante" y sobre el que hay que "estar muy encima por su posible impacto" en términos tanto macroeconómicos como de precios.
"Estamos haciendo un seguimiento pormenorizado y continuo", agregó.
EFE asa-lpc/cat/jla