Uruguay es uno de los países más pequeños de Sudamérica, su superficie es casi equivalente a la del estado mexicano de Sonora; sin embargo, en sus fronteras opera la ruta de drones médicos más larga del mundo. Cielum, la empresa detrás de esa proeza, cerró un acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para ampliar su alcance a Panamá.
La compañía, que desde 2023 ha desarrollado una ruta aérea de más de 500 kilómetros en zonas rurales de Uruguay, ahora busca desplegar más de 300 kilómetros en la comarca panameña de Ngäbe-Buglé, para conectar comunidades remotas como Kusapín, Río Chiriquí y Santa Catalina. De acuerdo con la empresa, “estas rutas apoyarán la entrega segura y oportuna de pruebas médicas, muestras y medicamentos, fortaleciendo la lucha contra enfermedades como el VIH, la sífilis y la malaria”.
¿Cómo surge Cielum?
Fue en 2017 cuando Sebastián Macías y Berenice Rodríguez fundaron Dronfies Labs, un holding del que surgiría Cielum. Inicialmente enfocada en sectores como agricultura y construcción, la empresa dio un giro en 2020 cuando el Fondo de Innovación de UNICEF los convocó a colaborar en corredores humanitarios en Sierra Leona.
Ese proyecto atrajo la atención de la NASA y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), con quienes desarrollaron protocolos de integración de aeronaves tripuladas y no tripuladas, cumpliendo con los estándares internacionales Corus U1 y U2, según lo menciona Macías en una charla con el podcast Onda Emprendedora.
En Uruguay, Cielum se convirtió en un actor clave del UAV ConOps (Concepto de Operaciones de Vehículos Aéreos No Tripulados), publicando reglas y un sistema de “reserva de volumen” para vuelos con drones, facilitando la coordinación con la aviación agrícola.
Sin embargo, su consolidación llegó en 2023 cuando arrancaron un programa piloto junto al Hospital de Tacuarembó, transportando insumos médicos y leche materna, lo cual les permitió obtener la certificación aeronáutica de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (DINACIA) para operaciones médicas aéreas.

La labor del delivery médico en Tacuarembó -un departamento al norte de Uruguay con extensas zonas rurales y baja densidad poblacional- permitió al hospital regional conectarse con las policlínicas de Tambores, Curtina y Villa Ansina. Antes de los drones, estas localidades dependían de la única ambulancia disponible para enviar muestras médicas, lo que reducía la capacidad de respuesta en casos de emergencia.
Tecnología aplicada a la logística sanitaria
Los drones sanitarios de Cielum están diseñados para transportar hasta 3kg de carga en un compartimento refrigerado de 15 litros, manteniendo temperaturas regulables durante todo el trayecto. Esto resulta clave para el traslado de muestras de sangre y orina, medicamentos contra el VIH, la malaria, la sífilis o leishmaniasis, así como leche materna.
Además de la capacidad técnica, los drones permiten realizar trayectos en línea recta, reduciendo tiempos críticos; por ejemplo, en Panamá, un traslado que tomaría tres horas en barco ahora puede realizarse en 45 minutos, mientras que en Uruguay, los resultados de laboratorio que tardaban días llegan en unas horas.

Impacto logístico y social
El despliegue de drones sanitarios transforma la cadena de suministro en salud en varios niveles:
- Velocidad y acceso: Con más de 500km en Uruguay que conectan comunidades aisladas con hospitales y policlínicas. Mientras en Panamá se esperan 300km de rutas que llegarían en 45 minutos a zonas de difícil acceso.
- Optimización de recursos: las ambulancias quedan disponibles para pacientes en lugar de transportar insumos.
- Sostenibilidad: los drones funcionan con baterías eléctricas, reduciendo en 95% las emisiones de carbono frente al transporte tradicional.
- Seguridad operacional: con sistemas de “carreteras aéreas” y zonas de aterrizaje con códigos QR, Cielum minimiza riesgos y coordina con la aviación tripulada.
Comunidades como Villa Ansina, Curtina y Tambores en Uruguay ya forman parte de esta red logística aérea, ampliando la cobertura médica en zonas rurales y garantizando un acceso más equitativo a la salud. En el futuro cercano, eso también sucederá en las regiones de Kusapín, Río Chiriquí y Santa Catalina en Panamá.