Bruselas, (EFE).- La Comisión Europea abrió a consulta pública la definición de la metodología para evaluar qué se considera "hidrógeno bajo en carbono" en la Unión Europea, que debe generar un ahorro del 70 % de emisiones de CO2 en comparación con el gas fósil.
El hidrógeno es un vector energético llamado a desempeñar un papel importante en el sistema productivo descarbonizado en la UE, cuyo marco global quedó definido en el llamado Paquete de Gases Descarbonizados e Hidrógeno y en cuyo desarrollo el bloque comunitario está invirtiendo miles de millones de euros.
Informalmente, se emplea un código de colores para referirse a cada método para obtener hidrógeno (H), siendo el "verde" el que se considera más limpio pues se obtiene descomponiendo agua (H2O) con electrólisis a partir de electricidad renovable, o "rosa" el que emplea electricidad nuclear.
En este caso, la metodología servirá en gran medida para definir el llamado "hidrógeno azul", que se obtiene a partir de gas natural, pero capturando y almacenando el CO2 emitido, aunque también afectará al obtenido mediante pirólisis o por conversión de residuos.
En ocasiones, los colegisladores comunitarios aprueban textos legislativos y dejan ciertos aspectos técnicos para clarificar más adelante, como en este caso, donde la Comisión Europea debe aún proponer una metodología a través de un "acto delegado" que complete la Directiva sobre el Mercado de Hidrógeno y Gas.
Sigue leyendo: La Estrategia Industrial Verde de Escocia y la neutralidad en carbono para 2045
El sistema que se establezca deberá estar alineado con el enfoque adoptado para los combustibles renovables de origen no biológico y para los combustibles de carbono reciclado y deberá abordar factores como las tasas reales de captura de carbono y las fugas de metano.
Abrir oficialmente el debate técnico es "otro paso importante en los esfuerzos de la Comisión por apoyar el desarrollo de una industria del hidrógeno competitiva y sostenible en Europa", señaló el Ejecutivo.
Bruselas recabará opiniones durante cuatro semanas sobre la definición de la "metodología específica para evaluar las emisiones del hidrógeno bajo en carbono", con el objetivo de adoptar una propuesta en el último trimestre de 2024, es decir, casi un año antes de la fecha límite para proporcionar "certeza temprana a la industria e inversores sobre el camino a seguir".
Esa propuesta tendrá que ser aceptada o rechazada por los Estados miembro y por el Parlamento Europeo.
La metodología para ese mercado emergente tiene importantes derivadas económicas, porque "los combustibles bajos en carbono pueden beneficiarse de una conexión y acceso más fáciles a la red de gas existente, así como de descuentos en las tarifas transfronterizas y de inyección", recordó la Comisión.
Se considera un área clave para empresas del sector de los combustibles fósiles que buscan transitar hacia negocios energéticos más limpios.
La plataforma empresarial Hydrogen Europe ha reclamado por carta a la Comisión Europea, entre otros puntos, que establezca "reglas simples" que se adopten rápidamente y que reconozcan "todas las soluciones de eliminación de carbono".
Algunas ONG estiman que sólo debería considerase como "hidrógeno bajo en carbono" el que capture el 98 % del CO2 emitido en su producción.
Por su parte, el cofundador de la Coalición de Ciencia del Hidrógeno, Jochen Bard, reclamaba en una columna en Euractive que se verifique rigurosa e independientemente que todas las fuentes de energía del proceso de producción de hidrógeno bajo en carbono sean limpias y que se tengan en cuenta las emisiones de metano o hidrógeno a lo largo de la cadena de suministro y de captura.
"El hidrógeno producido a partir de combustibles fósiles con captura y almacenamiento de carbono tiene el potencial de liberar una mezcla de emisiones con impactos de calentamiento hasta un 50 % peores que los de los combustibles fósiles tradicionales", subrayaba.
Subasta de hidrógeno
Por otro lado, la Comisión Europea está ultimando la segunda subasta para producción de hidrógeno dentro del Banco Europeo del Hidrógeno, que será lanzada el próximo 3 de diciembre con un presupuesto de hasta 1.200 millones de euros.
Las autoridades comunitarias, han publicado los términos y condiciones que tendrá este proceso competitivo, en virtud del cual los beneficiarios recibirán una prima fija de euros por kilogramo de hidrógeno renovable producido durante un periodo de diez años.
El objetivo es que este apoyo financiero cubra la diferencia entre los costes de producción del hidrógeno y el precio que estén dispuestos a pagar los futuros compradores.
Además, esta segunda subasta contará con una asignación de financiación específica para productores de hidrógeno que posteriormente lo venderán a compradores del sector marítimo con el objetivo de apoyar la descarbonización de esta industria.
Te recomendamos: El corredor Nórdico-Báltico de Hidrógeno para impulsar la descarbonización de la Unión Europea
La primera subasta, celebrada en abril de este año, repartió 720 millones de euros a 7 proyectos seleccionados que planean producir un total de 1,58 millones de toneladas de hidrógeno renovable en la próxima década, lo que supone evitar unas 10 millones de toneladas de CO2, según calculó Bruselas.
EFE jaf-asa/cat/jlm