A finales de febrero, la Casa Blanca anunció una financiación de 1.500 millones de dólares al fabricante de chips GlobalFoundries.
Según el periódico The New York Times es la primera subvención considerable de la Ley CHIPS de 2022.
Esa legislación tiene como objetivo impulsar la investigación y la fabricación de semiconductores en Estados Unidos.
A medida que la escasez mundial de chips de la pandemia tardía se ha normalizado, las empresas ya no tienen tanta prisa por expandirse, retrasando algunos empujes críticos de infraestructura más allá de 2024.
Empresas que aplazaron la apertura de fábricas
Según un informe de ese periódico, el líder de la industria Taiwan Semiconductor Manufacturing Company dijo en el verano de 2023 que abrirá su primera nueva fábrica en Arizona en 2025 en lugar de en 2024.
La segunda se abrirá en 2027 o 2028 en lugar de 2026.
Intel, que se espera que abra dos fábricas integradas en el mismo estado este año, retrasó a principios de febrero otra apertura en Ohio de 2025 a 2026.
El portal Statista realizó un mapa de los principales proyectos de fabricación de semiconductores en ese país a principios de 2024.
Además de las ubicaciones gemelas de Intel cerca de Phoenix, está programada para abrir una instalación en las afueras de Austin, Texas, este año todavía.
Se espera que los proyectos cuesten entre 17.300 y 20.000 millones de dólares; se iniciaron en 2021 y principios de 2022, respectivamente.
Si bien la Ley CHIPS no se limita a los tipos más avanzados de microchips, los chips lógicos de vanguardia de 5 nm y 3 nm procesados han estado recibiendo la mayor cobertura de prensa debido a su uso en nuevos teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y autos autoconducidos, detalló el reporte.
Esos modelos tienen grandes implicaciones para la independencia tecnológica que Estados Unidos está buscando para su futuro.
Según Z2, TSMC y Samsung producirán chips de este calibre en Estados Unidos.