La Organización Mundial del Comercio (OMC) advirtió que el volumen del comercio mundial de mercancías podría disminuir un 0.2% en 2025, debido al entorno actual de tensiones comerciales y al incremento de barreras arancelarias.
Esta previsión representa una revisión drástica respecto al escenario base de aranceles bajos, en el que se anticipaba un crecimiento cercano al 2.7%, según el informe Perspectivas y Estadísticas del Comercio Mundial, publicado el 16 de abril.
La directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, expresó su preocupación ante la persistente incertidumbre en torno a la política comercial, especialmente por el estancamiento entre Estados Unidos y China.
Si bien la reciente distensión arancelaria ha ofrecido un alivio temporal, Okonjo-Iweala alertó que “la incertidumbre amenaza con frenar el crecimiento global, afectando principalmente a las economías más vulnerables”.
El informe, que considera la situación arancelaria hasta el 14 de abril, señala que si las tensiones se agravan, el comercio mundial de mercancías podría contraerse hasta un 1.5% en 2025.
Los economistas de la OMC advierten que el restablecimiento de aranceles recíprocos por parte de Estados Unidos, así como la propagación de la incertidumbre en política comercial, podrían afectar considerablemente los flujos globales.
En concreto, los aranceles recíprocos podrían reducir el crecimiento del comercio en 0.6 puntos porcentuales, mientras que la incertidumbre añadiría una caída adicional de 0.8 puntos. “Nuestras simulaciones muestran que esta incertidumbre tiene un efecto moderador significativo, debilitando la actividad económica global”, explicó Ralph Ossa, economista jefe de la OMC.

América del Norte: principal factor de desaceleración
Las proyecciones regionales también muestran un panorama dispar. Se prevé que América del Norte registre una caída del 12.6% en sus exportaciones y del 9.6% en sus importaciones para 2025, lo que restaría por sí sola 1.7 puntos porcentuales al crecimiento del comercio mundial de mercancías.
Esta caída convertiría la cifra global en negativa, consolidando una tendencia preocupante para la región.
En contraste, Asia y Europa mantendrían crecimientos moderados: ambas regiones registrarían un aumento del 1.6% en comercio, en el caso asiático, y del 1.0% en exportaciones y 1.9% en importaciones, en el europeo. Su contribución positiva, aunque inferior al escenario base de aranceles bajos, ayudaría a contener la desaceleración global.
La interrupción del comercio entre Estados Unidos y China provocaría, además, una significativa desviación comercial.
Se espera que las exportaciones chinas aumenten entre un 4% y 9% en regiones fuera de Norteamérica, especialmente en sectores como textiles, confección y equipos eléctricos, mientras que otros países podrían beneficiarse al cubrir la menor demanda estadounidense hacia China.
Los países menos adelantados (PMA), con economías fuertemente dependientes de un número limitado de productos, podrían ser gravemente afectados si se restablecen los aranceles estadounidenses. Sin embargo, en el actual contexto de suspensión parcial de aranceles, podrían aprovechar la desviación comercial gracias a sus estructuras exportadoras similares a la de China.

Comercio de servicios: crecimiento desacelerado
Aunque el comercio de servicios no está directamente sujeto a aranceles, también resentirá el contexto adverso. Para 2025 se proyecta un crecimiento del 4%, por debajo de estimaciones anteriores. En 2024, el comercio mundial de servicios alcanzó los 8.69 billones de dólares, un aumento del 9% respecto a 2023, y representó el 26.4% del total del comercio mundial, su mayor proporción desde 2005.
No obstante, los elevados aranceles a los bienes impactarán indirectamente al sector servicios. La menor demanda de transporte de mercancías, logística, viajes internacionales y servicios intermedios —como los tecnológicos, profesionales o de investigación— refleja los efectos colaterales de una economía global bajo presión.
Se anticipa que Europa lidere el crecimiento de los servicios en 2025, con un aumento del 5% en sus exportaciones, gracias a su infraestructura digital y demanda interna resiliente.
Otras regiones podrían experimentar crecimientos más moderados, condicionados por el contexto de volatilidad económica global.