El entorno arancelario ha puesto a prueba la resiliencia de la economía mexicana, tanto que ya muestra claras señales de desaceleración en indicadores clave que indicen en las decisiones estratégicas de las organizaciones.
Análisis de BBVA Research y del Grupo Financiero Monex dan cuenta de retrocesos en el consumo privado derivado de una mayor cautela en hogares y empresas respecto al desempeño de la economía en los siguientes meses.
La lectura de la entidad financiera de origen español está fundamentada en la baja de 0.3% en el consumo privado en septiembre respecto al mes anterior, según sus propios datos. El comportamiento, dice, se debe a un “debilitamiento de la confianza del consumidor”.
Monex por su parte, destaca que según el Inegi el consumo privado cayó 0.3% en julio -último dato oficial- desde un aumento de 0.9% de junio; reflejando señales de cautela en el consumo interno de corto plazo.
Tiempo para una estrategia holística centrada en el cliente
Juan Carlos Molina, director de GS1 México, prefiere ver el vaso medio lleno. Desde su punto de vista el sector consumo no tiene por qué detenerse ni en el segmento del retail tradicional, las tiendas departamentales o el comercio electrónico.

Sin embargo, considera que para hacer frente a entornos como el actual, las empresas del sector deben optar por adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores, creando una estrategia holística centrada en el cliente.
"Grandes empresas como Costco han virado a una estrategia de poner al centro al consumidor", ejemplifica al destacar la importancia de crear experiencias para los consumidores tanto en tiendas físicas como en plataformas en línea.
Desde la cadena de suministro y la de frío al anaquel
Pero el desafío radica no solo en entender las necesidades del consumidor, sino en cómo trasladar estas experiencias a través de toda la cadena de suministro.
Es crucial, según Molina, fortalecer la infraestructura detrás del punto de venta. Las mejoras en transporte y la cadena de frío son esenciales para asegurar la calidad de los productos, especialmente en un contexto donde la logística local enfrenta desafíos como la falta de infraestructura adecuada en ciertas zonas del país.
Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también incrementa la eficiencia operativa, un aspecto crítico cuando los márgenes de las empresas se ven presionados por la desaceleración económica.
Entre aranceles y la proveeduría local
Una de las mayores transformaciones que se avecinan para el sector consumo es la imposición de aranceles a productos provenientes de países con los que México no tiene acuerdos comerciales, lo que impulsará un cambio en la dinámica de la cadena de suministro.
El líder del organismo -sin fines de lucro- que facilita el comercio omnicanal y el e-commerce, comparte a The Logistics World que la instauración de estos aranceles plantea un desafío para muchas industrias, pero también una oportunidad para fortalecer la proveeduría local.
"Los aranceles llegaron para quedarse", afirma Molina, quien destaca que esta medida afectará tanto a consumidores, que experimentarán aumentos de precios, como a fabricantes y distribuidores.
La oportunidad del Nearshoring
Ante este panorama, la recomposición de la cadena de suministro se vuelve una necesidad. El gobierno mexicano, con el Programa de Protección para las Industrias Estratégicas, busca incentivar la producción local y la sustitución de importaciones.
Molina afirma que esta coyuntura representa una gran oportunidad para que el sector aproveche el Nearshoring, acercando la producción a los centros de consumo dentro del país.
Sin embargo, el Nearshoring no solo es reubicación de fábricas, también demanda un mayor nivel de especialización y la adopción de tecnologías que mejoren los procesos productivos y aseguren la trazabilidad de los productos.
“Las cadenas de suministro locales, sean de materia prima o productos nacionales hechos 100% con material mexicano, deben entender que la calidad se va a volver punto clave”, señala.
Entre las herramientas mencionadas por Anaya, destaca el uso de códigos 2D (QR) que permiten a los consumidores conocer el origen y características de los productos. Esta trazabilidad se convierte en un factor crucial para asegurar la calidad y la confianza del consumidor, especialmente en un mercado donde las expectativas de calidad están aumentando.
Perspectivas para el consumo en 2026
El sector retail y de consumo en México enfrentan un entorno económico desafiante, con una desaceleración en el crecimiento del consumo privado y un escenario económico incierto.
A pesar del desafío, el directivo de GS1 México prevé que el consumo en diversas verticales continuará creciendo hacia 2026, aunque con una clara duda sobre la magnitud del incremento debido a la desaceleración observada hasta ahora.
"El sector consumo va a seguir creciendo, pero cambiarán la forma de hacer las cosas”, concluye Anaya, apuntando que el enfoque hacia el cliente será determinante para el éxito de las empresas en el futuro.
La clave será la innovación en los procesos de producción, distribución y trazabilidad de los productos, así como la capacidad de ofrecer experiencias centradas en el cliente.













