Antes de la pandemia de covid-19, FedEx, uno de los gigantes de la paquetería, proyectaba que el mercado nacional de paquetes de Estados Unidos alcanzaría los 100 millones de paquetes por día para 2026. Dicha proyección no era una cifra aislada; la revista especializada DC Velocity también planteaba en 2019 que los envíos por paquetería en EU se duplicarían de 50 millones a 100 millones diarios para el mismo año.
Estos estudios atribuyen el crecimiento explosivo al auge del comercio electrónico y a exigencias de entrega ultrarrápida, circunstancia que obliga a revisar a fondo las estrategias de fulfillment o cumplimiento de pedidos en la última milla.
Nos espera un mundo de paquetes
En México no hay cifras públicas comparables con los pronósticos de nuestros vecinos del norte, pero el sector de mensajería y paquetería registra una expansión sólida. De acuerdo con un reporte de Mordor Intelligence, el valor del mercado en México del sector de mensajería, envíos exprés y paquetería en 2024 fue de 2,588 millones de dólares, con un crecimiento anual sostenido de ~6.4% que lo llevaría a alcanzar los 3,075 millones de dólares para 2030.
Aunque el ecommerce es el gran motor (se estima que 95% de las compras para 2040 serán en línea), el transporte de bienes industriales y agropecuarios también impulsará este crecimiento. De hecho, Mordor proyecta que el mercado de logística en México crecerá de 117 mil millones de dólares en 2024 a poco más de 16 mil millones de dólares en 2030.
Además, cambian las expectativas: se calcula que para el final de este 2025 hasta 80% de los negocios digitales ofrecerían entregas de entre 24 y 48 horas, que es el estándar de la industria, aunque la IMF Business School estima que el próximo paso evolutivo es la entrega asequible en el mismo día. Además, se proyecta un crecimiento de dos dígitos en los centros de distribución que hacen la logística de última milla (etapa final de la cadena de suministro, desde el centro de distribución hasta el cliente final).
Acartonando las entregas
Este crecimiento en envíos exige cada vez más materiales de embalaje. A escala global se consumen más de 400 millones de toneladas de papel y cartón anuales, cifra que se proyecta llegará a unos 476 millones de toneladas para 2032.
A decir de Statista, esta industria ha experimentado cambios considerables en las últimas décadas debido a un cambio en el comportamiento del consumidor, especialmente desde el auge del comercio electrónico. Por ejemplo, la producción anual de material de caja de cartón corrugado, que desempeña un papel fundamental en el comercio electrónico, ha aumentado casi un 30% en la última década y ahora representa 45% de la producción mundial de papel y cartón.
Se espera que la demanda de material de caja de cartón corrugado continúe creciendo durante la próxima década para superar los 220 millones de toneladas métricas para 2030, un aumento del 20% en comparación con los niveles de 2023.
En 2022 la producción mundial de papel de embalaje (corrugado, kraft, plegable, etc.) fue cercana a 265 millones de toneladas. En paralelo, el área total de cajas corrugadas necesarias en el planeta se estima en 296,000 millones de metros cuadrados hacia 2027, según Freedonia Group, empresa dedicada a análisis de mercado, pronósticos, y tendencias.
Cierto que en América Latina las previsiones no son tan altas, pero el consumo de cartón corrugado repunta: un reporte regional augura que las importaciones de papel corrugado crecerán en unas 430 mil toneladas hacia 2027. En conjunto, la sustitución de plásticos por fibras reciclables y el empuje del comercio digital aseguran una demanda creciente de cartón, papel y otros insumos de empaque (cintas, cordeles, rellenos, etc.) en el futuro cercano.
Ya en México, la dinámica es más moderada, pero creciente. Un estudio de mercado auspiciado por la consultora IMARC Group calcula que el sector nacional de cajas de cartón corrugado alcanzó 2,500 millones de dólares en 2024, y anticipa que el dato ascenderá a 2,900 millones para 2033. Este crecimiento obedece al alza del comercio minorista y de exportaciones (automotriz, electrónica, agroalimentos, etc.) y a regulaciones ambientales que favorecen envases reciclables.
Con datos actualizados a 2024, la Secretaría de Economía muestra que México importa más de lo que exporta en empaques de cartón: en 2024 entraron 783 millones de dólares en cajas corrugadas frente a 321 millones de dólares exportados, lo que evidencia dependencia de insumos foráneos.
La industria local prefiere materiales ligeros y reciclados –por ejemplo, el cartón ondulado mejora la relación resistencia-peso y es totalmente reutilizable–; de hecho, se han lanzado innovaciones (como cajas autoconstruibles de cartón reciclado en 2024) para optimizar costos y minimizar desperdicios.
Y aunque no hay datos exactos de volúmenes diarios en México, las fuentes confirman un alza sostenida tanto de envíos como del material de embalaje requerido: se necesitará cada vez más cartón y papel (provenientes idealmente de fuentes sostenibles) para sostener las proyecciones de crecimiento identificadas.