Bruselas, (EFE).- La Unión Europea aprobó definitivamente la ley que prohibirá la venta de todos los coches y furgonetas nuevos que emitan CO2, a partir de 2035 en territorio comunitario.
Tras semanas de tensiones de última hora por el bloqueo sorpresa de Alemania, los ministros de Energía de los países de la UE dieron el visto bueno a la ley, que recibió 23 votos a favor, las abstenciones de Rumanía, Bulgaria e Italia; y el voto en contra de Polonia.
Alemania votó a favor, después de que la Comisión Europea y Berlín llegaron a un acuerdo este fin de semana.
¿Qué prevé la ley?
La legislación prevé también, como paso intermedio, que en 2030 los coches reduzcan sus emisiones un 55% respecto a los niveles de 2021 y las furgonetas un 50% en esa misma fecha.
El texto de la ley "aporta detalles sobre los pasos siguientes en la aplicación del reglamento" para incorporar los combustibles sintéticos o "efuels" a la normativa comunitaria, explicó la comisaria de Energía, Kadri Simson.
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Estos combustibles artificiales -y actualmente muy caros- se producen a partir de hidrógeno verde y dióxido de carbono y, en teoría, resultan climáticamente neutrales porque sólo emiten el CO2 previamente capturado.
Los "efuels" ya aparecían mencionados en el texto negociado, a petición de Alemania e Italia, pero la Comisión se daba hasta 2026 para volver a retomar la cuestión y dejar ese lapso de tiempo para que evolucionara esa tecnología.
Alemania, potencia en fabricación de autos
Berlín paralizó la ley reclamando más claridad sobre los electrocombustibles, algo que no fue bien visto por Bruselas ni buena parte de los Estados miembros.
Sin embargo, fue necesario forzar una negociación para satisfacer a Alemania, primera potencia económica de la UE y primer fabricante automovilístico, y salvar una pieza clave de la política climática del bloque para descarbonizar la economía comunitaria.
En otoño de 2023 el Ejecutivo comunitario presentará un documento que especifique cómo los vehículos con “efuels” van a contribuir a los objetivos de reducción de emisiones de CO2. Después seguirá una propuesta legislativa sobre los "efuels" en 2026.
El acuerdo deja fuera a los biocarburantes (obtenidos a partir de biomasa vegetal) porque siempre tendrán huella de carbono derivada de las prácticas agrícolas.
Esto Italia lo consideró como una medida "muy restrictiva" y solicitó que la Comisión incluya los biocombustibles en el camino legal para buscar hueco a los combustibles sintéticos.
La legislación europea está orientada hacia el motor eléctrico y las pilas de hidrógeno, al ser las únicas tecnologías actualmente escalables.
Llegan a un acuerdo de infraestructura
De ahí que el Consejo de la UE y el Parlamento llegaron a un acuerdo sobre infraestructura de recarga.
Esta obligará a los países a instalar puntos de carga para vehículos eléctricos al menos cada 60 kilómetros -y cada 120 kms. para camiones- así como estaciones de hidrógeno cada 200 kilómetros.
Los negociadores pactaron también que en todos los casos su uso deberá ser fácil y los precios claros, ya sea por kilovatio-hora (kWh) o kilogramo.
El acuerdo aún debe ser aprobado por el Comité de Representantes Permanentes de los países de la UE en el Consejo y el comité de Transporte y Turismo del Parlamento, y luego por el Parlamento y el Consejo en su conjunto.
Este nuevo también aplicará para el suministro de electricidad en los puertos marítimos y fluviales y para el suministro de electricidad a las aeronaves estacionadas.
Pagos fáciles
Con este pacto, los usuarios de vehículos de combustible alternativo deberán poder pagar de forma fácil y cómoda en los puntos de recarga o repostaje con tarjetas de pago, dispositivos sin contacto o mediante código QR.
El precio deberá mostrarse por kilovatio-hora, por minuto/sesión o por kilogramo, ser razonable, fácil y claramente comparable, transparente y no discriminatorio, destacó el acuerdo.
Los negociadores acordaron que la Comisión establecerá una base de datos de la UE sobre combustibles alternativos para 2027.
Esta deberá proporcionar a los consumidores información sobre la disponibilidad, los tiempos de espera o el precio en diferentes estaciones.
El acuerdo forma parte del paquete "Fit for 55", como se conoce al plan de la UE para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030.
Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, el transporte fue responsable de cerca de una cuarta parte de las emisiones totales de CO2 de la UE en 2019, de las cuales el 71.7% fueron del transporte por carretera. EFE cat/rml/sgb