El transporte marítimo podría ser el sector más golpeado por la pandemia global causada por el Covid-19. De acuerdo con reportes de la consultora danesa SEA Intelligence APS, las cancelaciones de transporte en buques siguen contabilizándose en medio de la emergencia y la industria podría registrar pérdidas por billones de dólares.
A mediados de abril, reporta la consultora, el número de cancelaciones en buques portacontenedores era de 212 y se espera que este número no deje de crecer en las próximas semanas.
Entre los escenarios más temidos entre los contemplados por APS, destaca el de una posible guerra de precios entre las grandes compañías navieras. En este contexto, las empresas del ramo podrían perder entre 800 y 23 mil millones (23 billones) de dólares.
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El peor escenario contemplado consiste en la pérdida de un 10% de volumen. Un colapso en los precios resultaría en pérdidas por 23,400 mil millones de dólares.
Crisis para el transporte marítimo
La situación crítica actual recuerda lo ocurrido en la crisis financiera de 2009, cando se desencadenó una guerra de precios y los costos por servicios de transporte marítimo apenas cubrían el gasto de combustible.
En esta ocasión, la caída de la demanda de servicios provocada por las medidas de contención del nuevo coronavirus podría llevar a pugnas comerciales y a bajas importantes en los precios de servicio.
Ante la sobrecarga en la oferta y la escasa demanda, los expertos advierten sobre un panorama adverso en el que las compañías navieras continúan reduciendo sus actividades en un intento de mantenerse a flote.
El verano podría ser peor
A principios de mes, The Baltic and International Maritime Council (BIMCO), la asociación marítima internacional más grande del mundo, reajustó a la baja sus previsiones para el transporte marítimo durante 2020.
En materia de transporte de contenedores, el organismo prevé pérdidas significativas en este segmento, debido al desequilibrio entre la oferta y la demanda, así como el aumento en los costos de combustible.
Con esta tendencia, se espera que la temporada alta del verano anularse y las compañías navieras que transportan productos manufacturados y de gran consumo experimenten repercusiones económicas.
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