De acuerdo con la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, conducir con somnolencia es un factor en más de 100 mil accidentes que causan más de 6 mil muertes y 80 mil lesiones al año en Estados Unidos.
Numerosos estudios han demostrado que la falta de sueño y de descanso en general afecta la capacidad de conducir principalmente en cuatro áreas: perjudica la coordinación, provoca tiempos de reacción más largos, perjudica el juicio, así como la memoria y la capacidad de retener información.
Y hablar de descanso es solo uno de los factores preocupantes cuando a transporte de carga se refiere.
La Organización Mundial del Transporte por Carretera (IRU), instancia mundial que representa a todo el sector, establece normas armonizadas para las áreas de descanso de los operadores de transporte que se adaptan en el contexto de cada uno de los países en cuestión.
Sin embargo, reconoce que es necesario y mínimamente indispensable que las áreas de descanso cuenten con estacionamiento seguro y protegido, servicios básicos (baños, instalaciones de lavado, agua limpia), servicios de emergencia, etc.

Y en México las tradicionales cachimbas no son suficientes, ahora más que nunca y cada vez más hacia el futuro.
En este contexto, recientemente durante la conferencia mañanera desde Palacio Nacional, el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jesús Antonio Esteva Medina, informó sobre las acciones de seguridad que se planean implementar en las carreteras, una de ellas la construcción de paradores integrales.
¿Cuál es el plan para la construcción de paradores integrales en México?
El 18 de julio pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el "aviso por el que se da a conocer el impulso del Gobierno Federal al fomento de inversión de los interesados en la construcción o ampliación de paradores en zonas aledañas al derecho de vía, a fin de establecer áreas que permitan contar con servicios integrales".
Esto apunta a que el desarrollo de paradores tendrá prioridad en 17 tramos carreteros federales específicos en los que se registra la mayor incidencia de hechos de tránsito o que carece de este tipo de infraestructura.
- Puebla-Córdova Ruta 150D (cuota)
- Coatzacoalcos-Villahermosa Ruta 180 (Libre de peaje)
- Querétaro-San Luis Potosí Ruta 57 (Libre de peaje)
- México-Querétaro Ruta 57D (cuota)
- Tojocotal-Tuxpan Ruta 132D (cuota)
- La Tinaja-Acayucan Ruta 145D (cuota)
- Matehuala-Saltillo Ruta 57 (libre de peaje)
- Ent. Agua Dulce- Cárdenas Ruta 180D (cuota)
- Reforma Agraria-Puerto Juárez Ruta 307 (libre de peaje)
- Amozoc-Perote Ruta 140D (cuota)
- Libramiento de Nogales Ruta 15D (cuota)
- Magdalena de Kino-Nogales Ruta 15 (libre de peaje)
- Santa Ana-Altar Ruta 2 (cuota)
- Estación Don Nogales Ruta 15D (cuota) que incluye el libramiento Magdalena de Kino Ruta 15D y es que cuota también
- Libramiento Hermosillo Ruta 15D (cuota)
- Guaymas-Hermosillo Ruta 15 (libre de peaje)
- Libramiento de Cd. Obregón Ruta 15D (cuota)
Se advierte que las instalaciones deben diseñarse de acuerdo a las necesidades y características particulares de cada carretera y región para disminuir la incidencia de accidentalidad y cumplir la norma mexicana sobre los tiempos de conducción y pausas para conductores de los servicios de autotransporte federal.
"Las instalaciones permitirán brindar descanso y salvaguarda de los usuarios, así como servicios al conductor como áreas de alimentación, sanitarios, pernocta, primeros auxilios, incluyendo recarga de combustible, estacionamiento para vehículos ligeros, autobuses y de carga, entre otros", se lee en el aviso.
El titular de la SICT resaltó que todo esto será una inversión mixta que en primer lugar formalizará 13 paradores que ya existen y arrancar con la obra de otros 10 más durante 2025, "estamos hablando de una inversión cercana a los mil millones de pesos".

De igual forma, explicó, calculan que entre 2025 y 2030 estarán construyendo 30 paradores integrales en la Red Federal de Carreteras.
"Esto, en apoyo a no tener las cachimbas, sino tener paradores seguros y donde puedan tener los servicios que requieren los operadores de tráileres".
Sobre tiempos de conducción y descanso en México
La norma mexicana NOM-087-SCT-2-2017 establece que todo conductor debe realizar una pausa de 30 minutos cuando ha conducido hasta 5 horas continuas o bien que la pausa podrá distribuirse durante un lapso de cinco horas y media de acuerdo a las condiciones de la ruta.
Señala que los periodos de pausa en ningún caso podrán ser acumulables y que durante todo el tiempo de conducción el conductor debe portar la Bitácora de Horas de Servicio, ya sea en formatos impresos o electrónicos.
En el caso de autotransporte de carga, las rutas se deben considerar considerando:
En rutas que impliquen una conducción máxima de 14 horas, el conductor debe tener una pausa no menor a 8 horas continuas sin dejar de lado las pausas señaladas anteriormente cada 5 horas. Además, se establece que el tiempo máximo de conducción en 24 horas nunca podrá exceder las 14 horas.
Estándares internacionales y la certificación de paradores seguros
En el contexto del transporte de carga por carretera, garantizar la seguridad y el bienestar de los operadores es una prioridad tanto para los gobiernos como para las empresas logísticas.
Frente a esta situación, la International Road Transport Union (IRU) ha promovido un sistema de estándares internacionales para la creación, certificación y gestión de zonas de estacionamiento seguras y funcionales para el transporte de carga: las llamadas Safe and Secure Truck Parking Areas (SSTPA).
Esta certificación no solo establece parámetros de seguridad física, sino también de habitabilidad y dignidad para los operadores, con un enfoque integral que busca elevar la calidad de la infraestructura carretera vinculada al transporte de mercancías.
Aunque su desarrollo inicial estuvo ligado a la Unión Europea, el modelo SSTPA ha sido adoptado como referencia técnica internacional y se ha adaptado a diferentes contextos geográficos y económicos, incluyendo América Latina, Asia Central y África, donde la inseguridad vial, la informalidad y la falta de infraestructura adecuada son desafíos comunes.

El sistema define cuatro niveles crecientes de seguridad, diseñados para brindar distintas garantías según el riesgo asociado al tipo de carga y operación:
Bronze
- Nivel básico: iluminación, vigilancia mínima (por ejemplo CCTV), visibilidad despejada, controles de acceso esenciales.
- Cumple con los servicios esenciales de descanso: baños, duchas, agua potable, zonas de basura, señalización clara para movimiento vehicular.
Silver
- Incluye todos los requisitos de Bronze.
- Mayores controles de personal y gestión: presencia supervisada, procedimientos de entrada/salida regular.
- Mejora en infraestructura y señalización interna.
Gold
- Todos los requisitos anteriores.
- Seguridad reforzada: control de acceso con barreras, vigilancia continua, registro de vehículos, iluminación perimetral más intensiva.
- Servicios adicionales: conexión Wi‑Fi gratuita, puntos de carga eléctrica, áreas cubiertas para descanso, comedor disponible 24/7.
Platinum
- Nivel máximo.
- Vigilancia 24/7 por personal in situ, tecnología avanzada como reconocimiento de placas y alarmas.
- Infraestructura completa: barreras físicas, protección ante cortes de energía, gestión digital integrada (reserva y monitorización en tiempo real).
- Servicios premium para conductores, incluyendo facilidades especiales para géneros distintos, limpieza diaria y conectividad completa.
Un aspecto clave es que no basta alcanzar un nivel de seguridad, todos los niveles requieren cumplir un mínimo común de servicios que aseguren el bienestar de los conductores:
- Baños y duchas separados por género, con agua caliente y limpieza periódica.
- Acceso a comida y bebida las 24 horas, comedor o zona de descanso.
- Internet gratuito para todos los usuarios y tomas de corriente para cargar dispositivos.
- Información de emergencia visible, en idioma local e inglés, con pictogramas claros.
- Protocolos definidos para flujo seguro del tráfico interno.
Este nivel base debe cumplirse incluso para Bronze, y es condición obligatoria para certificar cualquiera de los niveles superiores.
La urgencia de certificar y profesionalizar los paradores seguros en México
El impulso a la construcción de paradores seguros en México representa una oportunidad estratégica para fortalecer no solo la seguridad vial, sino también la competitividad logística del país.
Sin embargo, más allá de aumentar el número de instalaciones disponibles, es fundamental que se atienda la calidad, funcionalidad y seguridad certificada de estos espacios.
La adopción de estándares internacionales como la certificación SSTPA de la IRU —que establece niveles como Bronze, Silver, Gold y Platinum— podría ofrecer una guía clara y replicable para garantizar que los paradores realmente respondan a las necesidades del autotransporte moderno.
En México, el diagnóstico es claro: de los más de 400 paradores reconocidos por organismos como CANACAR, solo el 2.5 % ha sido evaluado con estándares internacionales, y ninguno ha alcanzado una certificación formal por parte de la IRU.
Esto evidencia una brecha crítica entre cantidad y calidad en la infraestructura destinada al descanso y resguardo de operadores y unidades. Aunque algunos centros como los de Truck Hispana han logrado buenas calificaciones parciales en confort o seguridad, aún falta consolidar una política integral que eleve los estándares operativos en todo el país.

Este rezago tiene consecuencias directas en la seguridad del transporte de mercancías, la salud física y mental de los conductores, y la resiliencia de las cadenas de suministro, especialmente frente al robo de carga, la fatiga al volante y la rotación de personal.
Además, la falta de condiciones dignas y seguras desincentiva el ingreso de nuevas generaciones, incluyendo mujeres, al sector del autotransporte, lo que agrava el déficit de operadores.
Por ello, empresas del sector, asociaciones como CANACAR y ANTP, y organismos internacionales han hecho un llamado a las autoridades federales para que no solo se priorice la construcción de paradores, sino que se acompañe de procesos de certificación con estándares reconocidos globalmente.
Esto permitiría atraer inversión privada, generar empleo formal en zonas logísticas estratégicas y posicionar a México como un corredor competitivo a nivel internacional.
Implementar estas certificaciones no es un objetivo lejano ni exclusivo de Europa: es una medida urgente, alcanzable y beneficiosa para todos los actores del ecosistema logístico mexicano.
Representa una inversión en profesionalización, seguridad y eficiencia, en favor de una industria clave para el crecimiento económico del país.