En un centro logístico de DHL en Norteamérica, un brazo robótico se desliza con precisión dentro de un tráiler. No hay cintas transportadoras ni humanos sudando bajo el calor del remolque. Solo un robot llamado Stretch, diseñado por Boston Dynamics, que con su sistema de visión artificial y ventosas inteligentes, toma una caja tras otra y las coloca con agilidad sobre una plataforma móvil. En menos de una hora, ha vaciado un camión que antes requería el esfuerzo físico de dos personas durante el doble de tiempo.
Un mega impulso a la mano de obra
Este no es un experimento aislado. DHL ha desplegado comercialmente el robot Stretch desde 2023 y recientemente firmó un acuerdo con Boston Dynamics para incorporar más de 1,000 unidades adicionales en sus operaciones globales. El objetivo: acelerar su estrategia de automatización transversal y transformar procesos como el cross-docking, uno de los más intensivos en mano de obra dentro de la cadena de suministro.
Robots que descargan, pero también aprenden
Stretch no es un robot cualquiera. Está diseñado específicamente para la manipulación autónoma de cajas, sin necesidad de modificar el entorno físico. Gracias a su sistema de visión 2D y 3D, puede identificar cajas de distintos tamaños, calcular trayectorias seguras y mover hasta 700 unidades por hora.
Esto no solo mejora la eficiencia, sino que reduce el riesgo de lesiones y mejora las condiciones laborales en espacios tradicionalmente incómodos, como los remolques calurosos o fríos.
Pero lo más interesante es que DHL no está sola. Empresas como FedEx y Maersk también han comenzado a probar o implementar Stretch en sus operaciones logísticas.
En el caso de FedEx, el robot ha sido utilizado en centros de clasificación para automatizar la descarga de paquetes en horarios nocturnos, mientras que Maersk lo ha probado en operaciones portuarias para mejorar la eficiencia en la descarga de contenedores.
Escalar sin perder el control
Automatizar un proceso puntual como la descarga de camiones es solo el primer paso. El verdadero reto está en escalar estas soluciones sin generar cuellos de botella en otras partes del sistema. DHL lo sabe bien. Por eso, su enfoque ha sido gradual: comenzar con pilotos, validar resultados y luego escalar con una arquitectura modular que permita integrar robots, cintas transportadoras y sistemas de paletizado en un flujo continuo.
Fabricantes como ABB Robotics recomiendan este enfoque modular para evitar inversiones rígidas. Sus soluciones de AMRs (robots móviles autónomos) pueden adaptarse a layouts cambiantes y trabajar en colaboración con humanos, lo que facilita su integración en almacenes existentes.
Además, la gestión del cambio es clave. Según Bosch Rexroth, automatizar con éxito implica rediseñar procesos, capacitar al personal y establecer métricas claras de desempeño.
DHL ha puesto énfasis en comunicar que los robots no sustituyen a los trabajadores, sino que los liberan de tareas repetitivas para que puedan enfocarse en actividades de mayor valor.
Más allá del cross-docking
Este tipo de automatización se alinea con las tendencias globales identificadas por firmas como Gartner, que en su análisis “Warehouse Automation: A Strategy to Beat Supply Chain Disruptions”, de Abdil Tunca, destaca que los sistemas logísticos automatizados permiten responder con mayor agilidad a la volatilidad del mercado, reduce errores, mejora la utilización del espacio y estandariza procesos. Pero no están exentos de desafíos.
Uno de los principales obstáculos es la escalabilidad. Automatizar un solo punto de la cadena, como la descarga de camiones, puede generar cuellos de botella si el resto del sistema no está preparado para absorber el nuevo ritmo operativo, reconoce ABB Robotics, uno de los fabricantes líderes en soluciones para logística, recomienda adoptar un enfoque modular y escalable, donde cada célula robótica (como estaciones de depaletizado, clasificación o transporte interno) esté conectada a través de una capa de software inteligente que permita la orquestación de tareas en tiempo real.
Este enfoque de “sistemas inteligentes” permite que los robots no solo ejecuten tareas aisladas, sino que se integren en flujos de trabajo más amplios, conectando la recepción de mercancías con el almacenamiento, el picking y el despacho. ABB destaca que esta integración es clave para lograr una automatización verdaderamente flexible, capaz de adaptarse a picos de demanda, cambios en el mix de productos o interrupciones en la cadena de suministro.
Por eso es que el futuro de Stretch no se limita a descargar camiones. DHL ya está explorando su uso en case picking, una de las tareas más intensivas en mano de obra dentro de sus centros de distribución. Esto podría representar un salto aún mayor en eficiencia y productividad, especialmente en operaciones de comercio electrónico donde la velocidad y precisión son críticas.
Según Gartner, las empresas que adopten una visión holística de la automatización —que incluya tecnología, procesos, talento y datos— estarán mejor posicionadas para enfrentar la volatilidad del mercado y responder con agilidad a los cambios en la demanda.
Tras las ventajas competitivas, siempre
El robot Stretch no solo descarga cajas: descarga también una nueva era para la logística. Su implementación en empresas como DHL, FedEx y Maersk demuestra que la automatización ya no es una opción, sino una ventaja competitiva. Pero escalar esta tecnología requiere estrategia, colaboración y una mentalidad abierta al cambio.
No obstante, Gartner advierte que la automatización sin una estrategia clara puede generar inversiones subóptimas. Recomienda desarrollar una hoja de ruta que contemple no solo la tecnología, sino también los procesos, el talento humano y la arquitectura de datos. Las empresas que logren integrar estos elementos estarán liderando el camino hacia una cadena de suministro más ágil, segura y resiliente.