Recientemente el gigante tecnológico Microsoft firmó un contrato para la eliminación de carbono de 6.75 millones de toneladas métricas durante 15 años. Esto con la empresa AtmosClear BR, de la cartera de Fidelis.
El objetivo es lograrlo mediante captura y almacenamiento de carbono en bioenergía (BECCS). Se trata del mayor acuerdo del mundo para la eliminación permanente de carbono hasta la fecha.
La eliminación de carbono se ha convertido en una de las estrategias más relevantes para enfrentar la crisis climática global.
A medida que los países, empresas y organizaciones intensifican sus compromisos climáticos, la atención no solo se centra en reducir emisiones, sino también en eliminar el dióxido de carbono (CO₂) que ya está presente en la atmósfera.
Si bien esta no es una solución mágica, sí es una herramienta complementaria y necesaria para alcanzar los objetivos de cero emisiones netas. Para que tenga éxito, requiere una combinación de innovación tecnológica, respeto por los ecosistemas naturales y una fuerte voluntad política y empresarial a nivel global.

¿De qué va el acuerdo firmado?
AtmosClear está desarrollando una planta de captura de carbono en el Puerto de Greater Baton Rouge, Luisiana.
La planta utilizará materiales sostenibles como bagazo de caña de azúcar y recortes de bosques gestionados con prudencia para producir energía limpia, capturando 680.000 toneladas métricas de dióxido de carbono biogénico al año para su almacenamiento permanente o uso beneficioso, como materia prima para gas natural bajo en carbono u otros combustibles sintéticos.
Se prevé que la construcción comience en 2026 y las operaciones comerciales en 2029.
De acuerdo con los últimos informes, las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) de Microsoft fueron de 15,4 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente (MtCO₂e) en el ejercicio 2023, lo que supone un aumento del 29,1 % con respecto a la base de referencia de la compañía en 2020. Así lo refiere Statista.
El gigante tecnológico se ha comprometido a ser carbono-negativo para 2030 y, para 2050, aspira a eliminar de la atmósfera una cantidad de carbono equivalente a sus emisiones operativas totales históricas.

¿Qué es la eliminación de carbono?
La eliminación de carbono, también conocida como extracción de dióxido de carbono (CDR) son procesos que extraen dióxido de carbono de la atmósfera y lo almacenan de una forma segura por largos periodos.
Existen varias formas de hacerlo:
- De manera natural, con soluciones que incluyen reforestación, restauración de ecosistemas degradados y protección de bosques, humedales y manglares. Estos entornos actúan como sumideros naturales de carbono, absorbiendo grandes cantidades de CO2 a través de la fotosíntesis.
- Con tecnologías de captura directa (DAC). Se utilizan sistemas mecánicos y químicos para extraer CO2 directo del aire. Aún es costosa y requiere de mucha energía.
- Bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS). Combina el uso de biomasa como fuente de energía con la captura y almacenamiento del carbono emito en el proceso.
¿Y qué se hace con el carbono capturado? Actualmente algunas iniciativas exploran la reutilización del CO2 capturado para generar productos útiles como materiales de construcción, combustibles sintéticos o plásticos. Si bien esto no elimina el carbono de manera definitiva, sí contribuyen a una economía circular.
No es el primer acuerdo firmado
En mayo de 2024, Microsoft y la empresa energética sueca Stockholm Exergi anunciaron la firma de un contrato por eliminación de carbono para 10 años por más de 3.3 millones de toneladas.
Esto en la planta de bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) planificada en Värtan, Estocolmo.
¿Qué son los certificados de eliminación de carbono?
Se trata de documentos verificables que demuestran que una cantidad específica de dióxido de carbono (CO₂) ha sido extraída de la atmósfera y, en muchos casos, almacenada de manera permanente o a largo plazo.
Son una herramienta clave en el desarrollo de mercados voluntarios y regulados de carbono, además de que ayudan a fomentar inversiones en tecnologías y proyectos que realmente contribuyen a reducir la concentración de gases de efecto invernadero.
Los créditos de compensación tradicionales se otorgan por evitar o reducir emisiones futuras, como proteger un bosque de la deforestación o cambiar a energías limpias.
Pero, por otro lado, los certificados de eliminación de carbono se otorgan únicamente cuando el carbono ya ha sido retirado activamente de la atmósfera.
El proceso de funcionamiento es así. En primer lugar un proyecto elimina cierta cantidad de CO2 para que posteriormente una entidad independiente verifique el volumen de carbono eliminado.

A partir de ello, se emite un certificado o crédito de eliminación de carbono, que casi siempre es una tonelada por certificado.
Finalmente empresas o gobiernos compran estos certificados para compensar sus emisiones y avanzar hacia metas de neutralidad climática. Esto es relevante porque:
- Promueven el financiamiento de tecnologías y proyectos que eliminan carbono
- Ayudan a alcanzar los objetivos de emisiones netas cero
- Permiten a las empresas compensar sus emisiones residuales, especialmente aquellas difíciles de eliminar directamente
- Fomentan la transparencia y trazabilidad en la acción climática