- La automatización, la robótica y la Inteligencia Artificial (IA) están cambiando y aumentando los puestos de trabajo en todo el mundo.
Así lo aseguró el profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT) Yossi Sheffi durante su participación en THE LOGISTICS WORLD SUMMIT & EXPO 2024.
En la conferencia IA: Así será el futuro del trabajo en la cadena de suministro, el investigador comenzó con un repaso histórico de aquellas tecnologías que llegaron para quedarse (y otras tantas que evolucionaron de formas impensadas como la telefonía) y los prejuicios que pesaron sobre ellas.
Con la llegada de las nuevas tecnologías de automatización, las personas, los equipos y las organizaciones optarán por herramientas novedosas para incrementar la productividad.
Si bien algunos puestos de trabajo desaparecerán, como ocurrió en su momento con los operadores de elevadores, nuevas formas de empleo aparecen en el horizonte, pero, como todo, requieren de conocimiento y capacitación para llevarse a cabo.
Remarcó que la realidad de la disrupción en el trabajo pasa por tres puntos:
- Deskilling
- Scaling
- Elimination
Deskilling
Este concepto consiste en el desuso de ciertas habilidades y conocimientos para centrar esfuerzos en otro tipo de soluciones, mucho más simples e impulsadas por la tecnología.
Sheffi puso como ejemplo los rigurosos exámenes a los que se sometían los taxistas de grandes urbes como Londres.
Los conductores debían conocer las reglas de tránsito, zonas y horarios de mayor tráfico y vías alternas. Pero ahora, con herramientas de mapeo y tráfico vehicular, lo que los taxistas ahora deben estar más al tanto del manejo de la tecnología que de otros aspectos. Y no disminuyeron las fuentes de empleo, por el contrario, aumentaron.
Implica, por tanto, reducir la necesidad de un conocimiento especializado aunque, en contra, suele venir acompañado de una menor paga para los trabajadores pues ya no se requiere de expertos para poder ejecutar una labora específica.
Scaling
Significa hacer más con menos. En ese sentido, existen máquinas y equipo que permite la automatización de ciertas labores, como es el caso del manejo de un almacén o la agricultura.
Va de la mano del siguiente punto.
Elimination
Como se mencionó en un inicio, empleos como la gente encargada de manejar un elevador, las computadoras humanas o los carteros se han convertidos en peculiaridades.
Definitivamente, al automatizar ciertos procesos, algunos trabajos ya no tienen sentido.
Robots como compañeros de trabajo
Para Sheffi, la automatización está en el punto ideal para demostrar la compatibilidad de robots y humanos para eficientar procesos.
Los robots pueden hacerse cargo de tareas repetitivas con un nivel de precisión mucho más alto y consistente.
Y es cierto que las personas no podrán emplearse más en ese tipo de trabajos, pero en contraparte el factor humano no puede estar fuera de la ecuación, pues son ellos quienes realizan análisis complejos dependiendo de los contextos y otros factores en torno a las operaciones de las empresas.
Evalúan los pasos a seguir a partir de la información que arrojan las máquinas, son incluso quienes definen la forma de operar de los robots dependiendo de las necesidades operativas y corrigen los errores que cometen las nuevas tecnologías.
Por tanto, son irremplazables, definió Sheffi.
En el caso de los humanos, aprendemos observando cómo los demás realizan los procesos, ya sea mediante clases o instrucción, con casos de estudio o determinados periodos de internado, es decir, determinadas horas realizando la misma función hasta dominar el procedimiento.
El papel de la Gen IA
Pero ahora, la Gen IA (inteligencia artificial generativa) ha venido a modificar los procesos laborales gracias a que es mucho más rápida para aprender que los humanos.
Pese a la velocidad, las máquinas no están exentas de cometer errores. Por ese motivo el experto insistió en la necesidad de comprender porque humanos y robots están destinados a trabajar siempre de la mano.
Mientras que los robots se dedican al análisis y procesamiento de datos, quien toma la decisión final de lo que se hace con esa información son los humanos.
Lo mismo ocurre en el apartado de la ejecución: la máquina hace los procesos repetitivos más rápido y de forma precisa, pero el monitoreo, la supervisión y la aprobación del producto terminado lo determina el humano.
Sheffi fue enfático: es cierto, algunos trabajos desaparecerán, como ha ocurrido siempre, pero será un proceso gradual.
Añadió que será un proceso largo y que la tecnología debe usarse con cuidado.
"El error humano puede extender hasta la máquina y los efectos, en caso de no tener un control preciso y adecuado, pueden ser por igual absurdos que alarmantes", insistió.