El código de barras es el estándar más popular a nivel global, su propósito es identificar de manera única a cada producto y a qué fabricante pertenece, además de agilizar el cobro de mercancías y eficientar los procesos logísticos y comerciales.
Al momento de adquirir un código, las compañías tienen la posibilidad de integrarlo a sus artículos para acceder a diferentes canales de venta o distribución. Sin embargo, ante la necesidad de tener un código de barras en los productos para ser más competitivos y mejorar los procesos de logística y distribución, está surgiendo una industria ilegal que se aprovecha del desconocimiento de las empresas.
La reventa de códigos de barras es un dato alarmante, ya que es el proceso donde la empresa compra legalmente códigos a GS1, organismo empresarial que asigna y administra el código de barras a nivel mundial, y los revende de manera individual a otras organizaciones.
El gran problema de adquirir un código de barras de la reventa es que la compañía nunca será propietaria del código, lo cual puede provocar que más adelante otra empresa lo use para identificar otra mercancía. Además, al no tener un sustento físico o digital de la adquisición del código, siempre estará expuesta la organización a demandas o perder su código de barras.
Para muchas empresas, obtener un código de barras se convierte en una difícil travesía, ya que por falta de información se enfrentan en internet a compañías que ofertan el código de manera relativamente fácil y barata, pero que al final resultan piratas, falsos, inventados o no estandarizados, situación que causará el rechazo de mercancías y pérdidas económicas importantes al momento de volver a imprimir etiquetas.
Por otra parte, nos dimos a la tarea de investigar qué requisitos solicitan las cadenas comerciales y marketplaces para iniciar una relación comercial con proveedores. En el tema de código de barras, todos mencionan que los códigos que otorga GS1 México son válidos.
Códigos de barras piratas
Las empresas que adquieren códigos de barras piratas son propensas a:
Perder su relación comercial, ya que sus socios pueden rescindir el contrato sin previo aviso.
Costos de re-etiquetaje. Las cadenas comerciales solicitan a sus proveedores adquirir nuevamente el código en GS1 México y cambien las etiquetas de sus productos.
Multas por recall o logística inversa, al tener que retirar sus mercancías de los sistemas de inventarios, tiendas y bodegas.
Pérdida de credibilidad que puede impactar futuras negociaciones y la operación de las empresas.
Cabe destacar que las organizaciones pueden validar la autenticidad de los códigos adquiridos con el Global Electronic Party Information Registry (GEPIR), servicio global que concentra los códigos de barras emitidos mundialmente y da acceso a la información básica de contacto de más de 2 millones empresas dueñas de esos códigos.
No solo se trata de conseguir una etiqueta con barras blancas y negras para pegarla al empaque, ni tampoco que contenga una serie de números debajo de las líneas; esta imagen representa una codificación regulada y estandarizada. Contar con mayor información y mejores prácticas para profesionalizar a las pymes y emprendedores, evitará que caigan en las manos de empresas pirata que lucran con su inexperiencia en la adquisición de códigos de barras.
Un código estándar y valido a nivel mundial, facilitará la llegada de nuevos productos a tierra firme para renovar los anaqueles y puntos de venta, donde 89% de las mercancías exhibidas pertenecen a pequeñas y medianas empresas. Además, el código de barras se podrá emplear para facilitar la logística y manejo de inventarios de la compañía, además de utilizarlo en aplicaciones móviles para brindar información de valor al consumidor final.
Periodista especializada. Más de 10 años de experiencia en sectores como logística, negocios, industria plástica, tecnologías de la información, industria de alimentos y packaging.