La reciente orden ejecutiva del expresidente Donald Trump, que exige a los operadores de carga mexicanos demostrar dominio del inglés para ingresar a Estados Unidos, ha encendido las alarmas en el sector logístico. Con solo un 30% de los transportistas capacitados en el idioma, según datos de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), la medida amenaza con agravar el ya crítico déficit de operadores y ralentizar el comercio transfronterizo.
Sin embargo, esta exigencia también puede convertirse en una palanca de transformación para la profesionalización del sector.
Una brecha lingüística con impacto económico
Darren Coyle, Country Director del British Council en México, subraya que solo el 12% de los mexicanos tiene un nivel de inglés conversacional suficiente, según evaluaciones basadas en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). Esta brecha lingüística no solo limita la movilidad laboral, sino que también restringe el acceso a mejores oportunidades dentro de las empresas.
“Hemos visto que quienes adquieren un nivel funcional de inglés acceden a roles de mayor responsabilidad y a oportunidades internacionales. El inglés es una herramienta clave para el desarrollo profesional”, afirma Coyle.
Barreras estructurales: tiempo, recursos y mentalidad
A pesar de la disponibilidad de programas, persisten barreras importantes. La primera es el tiempo: muchos trabajadores tienen jornadas extensas y dificultades para dedicar horas al estudio. La segunda es económica: no todas las empresas o individuos pueden costear programas de capacitación continua. Y la tercera es cultural: existe la percepción de que el inglés solo es útil si se domina a nivel nativo, lo cual desmotiva a quienes ya tienen conocimientos básicos.
Lo que decimos también es que no hay que hablar como un nativo. Es posible aprender un inglés para el trabajo, sin tener que alcanzar un nivel muy alto. Ya muchos tienen bases, aunque no se lo crean
Darren Coyle, Country Director del British Council en México
Esta visión es clave para democratizar el acceso al idioma y convertirlo en una herramienta de inclusión laboral.
Soluciones inmediatas: inglés técnico y comunicativo
Ante la urgencia del sector, el British Council propone soluciones flexibles y adaptadas a las necesidades de los operadores. Estas incluyen:
- Cursos presenciales y en línea, con horarios extendidos y fines de semana.
- Modelos híbridos, que combinan clases virtuales con sesiones presenciales.
- Programas de inglés comunicativo, enfocados en el lenguaje funcional para el trabajo, sin necesidad de alcanzar un nivel nativo.
“No se trata de hablar como un nativo, sino de adquirir un inglés útil para el trabajo. Es alcanzable con inversión de tiempo y enfoque sectorial”, explica Coyle. También enfatiza que muchos trabajadores ya cuentan con una base elemental del idioma, lo que facilita el diseño de programas acelerados.
Además, el aprendizaje del inglés no solo beneficia a los operadores de transporte. Otros perfiles técnicos dentro de la cadena logística también pueden mejorar su desempeño con el dominio del idioma, como:
- Almacenistas y encargados de inventario, que deben interpretar etiquetas, manuales y sistemas de gestión en inglés.
- Supervisores de logística, que coordinan con proveedores y clientes internacionales.
- Técnicos en aduanas, que manejan documentación y comunicación con autoridades extranjeras.
- Personal de importación y exportación, que requiere vocabulario técnico para trámites y contratos.
Superar obstáculos
A pesar de las soluciones disponibles, persisten obstáculos importantes. Coyle identifica tres barreras principales:
Falta de tiempo. Muchos trabajadores tienen jornadas extensas y dificultades para dedicar horas al estudio del idioma.
Limitaciones económicas. No todas las empresas o individuos pueden costear programas de capacitación continua.
Percepción errónea del aprendizaje. Existe la creencia de que se debe hablar inglés como un nativo para que sea útil, lo cual desmotiva a quienes ya tienen conocimientos básicos.
“Se puede aprender un inglés comunicativo, funcional, que sirva para el trabajo. Es muy alcanzable”, destaca Coyle.
Certificación reconocida internacionalmente
Para cumplir con los requisitos de las autoridades estadounidenses, el British Council ofrece certificaciones como APTIS e IELTS, ampliamente reconocidas en el ámbito laboral y educativo. Estas evaluaciones permiten medir habilidades específicas (lectura, escritura, comprensión auditiva y expresión oral) y pueden integrarse en programas de formación diseñados con inteligencia artificial para personalizar el aprendizaje.
“Estas certificaciones incluyen medidas de seguridad digital para evitar falsificaciones y pueden integrarse fácilmente en currículums profesionales”, señala Coyle.
Una oportunidad para modernizar el sector
Más allá del cumplimiento normativo, el dominio del inglés puede ser un catalizador para la modernización del sector logístico mexicano. Desde el acceso a manuales técnicos y software especializado hasta la mejora en la comunicación con socios internacionales, el idioma se convierte en una herramienta estratégica.
“Muchos de los sistemas logísticos, manuales y tecnologías están en inglés. Capacitar al sector puede impulsar la eficiencia, la innovación y la competitividad del país”, concluye Coyle.
Tips para alcanzar el inglés de negocios en logística
Diseño especializado. Para las comunidades productivas, las cámaras empresariales y asociaciones del sector pueden solicitar el diseño de programas específicos para cubrir las necesidades lingüísticas de sus trabajadores.
Enfócate en el inglés funcional. No necesitas hablar como un nativo. Aprende frases clave, vocabulario técnico y estructuras comunes en tu área.
Aprovecha el aprendizaje híbrido. Combina clases en línea con sesiones presenciales para mayor flexibilidad.
Establece metas realistas. Apunta a un nivel B1 o B2 del MCER, suficiente para comunicarte en contextos laborales.
Practica con materiales reales. Usa manuales, correos electrónicos, y software en inglés para familiarizarte con el lenguaje del día a día.
Certifícate. Obtener una certificación como APTIS o IELTS puede abrirte puertas laborales y validar tu progreso.