En el complejo engranaje de la cadena de suministro, el operador es el eslabón humano que enfrenta los riesgos más inmediatos. Así lo subrayaron los panelistas del webinar del CSCMP México “Cómo resguardar tu operación logística en México”, al abordar la urgencia de dignificar, proteger y escuchar a quienes conducen las unidades que mueven la economía del país.
Adán Michel, director comercial de Grupo Cardinales y participante en el webinar, lo dijo sin rodeos: “El operador es el eje económico imprescindible de la nación. No vamos a prescindir de ellos en el corto plazo. Hay que cuidarlos, dignificarlos y darles el sentido de lo que realmente son: valiosísimos”. En su intervención, Michel criticó el incumplimiento de la NOM-087, que regula los descansos de los operadores, y denunció que: “La hoja de descansos se llena, pero el operador no ha descansado realmente”.
“El talón” y otras anomalías
Camilo Mora, investigador postdoctoral en el Center for Transportation and Logistics del MIT, compartió anécdotas que revelan la precariedad y el riesgo que enfrentan los operadores. En el Valle de México, algunos deben llevar “el talón”, una especie de peaje informal para poder transitar por ciertas zonas. “Es una forma de mini extorsión que encarece la operación y pone barreras de acceso a ciertos mercados”, explicó Mora. En otro caso, una empresa suspendió entregas directas en Guerrero, tras agresiones físicas a sus conductores.
Benjamín Rodríguez, profesor del Tecnológico de Monterrey, añadió una dimensión tecnológica al problema. “Hay operadores que, ante el riesgo, deciden cambiar la ruta. Cuando llegan al centro de distribución, el supervisor les reclama por no seguir el GPS, pero ellos responden: ‘Esa zona yo no entro de noche’”. Rodríguez insistió en que: “La inteligencia del campo de batalla está en los operadores. Hay que escucharlos e incorporar su experiencia en los modelos de ruteo”.
Tecnología y capacitación deben ir de la mano
La desconexión entre tecnología y operatividad real fue otro punto crítico. “Si el operador va en contra, le va a poner cinta a la analítica, va a mutilar el micrófono, se va a parar donde sea”, advirtió Michel. “La tecnología debe ir amalgamada con el talento humano. Si no, hay un divorcio entre dirección y operación”.
La dignificación del operador no es solo una cuestión ética, sino estratégica. “La definición de seguridad que más me gusta es ‘la ausencia de riesgos’. ¿Y quién va al frente de esos riesgos? El operador”, sentenció Michel. En Grupo Cardinales, durante la pandemia, colocaron un espectacular agradeciendo a los operadores por no detenerse. “Ellos fueron los que no pararon”, recordó.
El panel también abordó la necesidad de integrar al sector informal del transporte, desde el “hombre camión” hasta el “hombre pick-up” que realiza entregas de última milla. Mora señaló que “con el crecimiento del ecommerce, este segmento está creciendo y debe ser parte de la conversación sobre seguridad”.
El descanso, por norma
Uno de los puntos más críticos en la conversación sobre seguridad operativa fue el cumplimiento de la NOM-087-SCT-2-2017, que regula los tiempos de conducción y descanso de los operadores del autotransporte federal. Adán Michel, director comercial de Grupo Cardinales, fue enfático al señalar que: “Esa normativa la hicieron encima de las rodillas en el nuevo tratado del T-MEC, por exigencia extranjera, no es algo real que se esté cumpliendo”. Según explicó, muchos operadores llenan la hoja de descansos por obligación, pero en la práctica no han tenido pausas reales, lo que los expone a riesgos físicos, legales y operativos.
La falta de cumplimiento efectivo de esta norma no solo vulnera los derechos laborales de los operadores, sino que también compromete la seguridad vial y logística. “En el puerto entran por las propias mercancías, los puertos de repente son tardados, salen y ya van exigidos desde los primeros kilómetros”, relató Michel. Esta presión constante, sumada a la inseguridad en las rutas, convierte al operador en el primer frente de riesgo. “La definición de seguridad que más me gusta es la ausencia de riesgos. ¿Y quién va al frente de esos riesgos? El operador”, concluyó.
Finalmente, los panelistas coincidieron en que la seguridad logística no puede construirse sin colaboración interna y externa. “La torre de control debe ser un war room donde converjan datos de todas las áreas: ventas, operación, legal, TI, calidad”, explicó Mora. “Y también debemos sumar a las aseguradoras, que están desarrollando atlas de riesgo para prevenir incidentes”, añadió Rodríguez.
El mensaje del webinar fue contundente: sin operadores seguros, informados y valorados, no hay logística posible. La tecnología, los protocolos y las inversiones deben girar en torno a ellos. Porque en cada unidad que cruza el país, va mucho más que mercancía: va la vida de quienes hacen posible que todo llegue a su destino.
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