En los primeros días de marzo, el mundo conmemora la época en la que se inició un confinamiento masivo a partir del surgimiento de la pandemia por covid-19. Entre las muchas enseñanzas que dejó ese tiempo destaca la importancia de prever, a través de estrategias de escenarios, las posibles disrupciones a la cadena de suministro.
El arte de prever y prevenir
El bloqueo del Canal de Suez en 2021, que redujo el tránsito de barcos en dos tercios, es sólo un ejemplo de cómo una disrupción puede desencadenar efectos dominó globales, desde el aumento de precios hasta la escasez de productos esenciales.
Según un estudio de la consultora McKinsey & Company, los impactos en las cadenas de suministro pueden generar pérdidas equivalentes al 45% de las ganancias anuales de una empresa en una década. Ante este panorama, los expertos destacan que la resiliencia no es una opción, sino una necesidad.
Aunque muchas empresas han adoptado medidas como la creación de reservas de inventario, la doble fuente de abastecimiento y la relocalización, menos de un tercio de los líderes encuestados en 2023 afirmó que sus organizaciones están completamente preparadas para enfrentar disrupciones.
La principal recomendación de los expertos de McKinsey & Company, publicada en Harvard Business Review, es clara: integrar y desarrollar sistemas de alerta temprana (SAT) para detectar y mitigar riesgos antes de que se conviertan en crisis.
La importancia de los sistemas de alerta temprana
Un sistema de alerta temprana bien diseñado actúa como una "luz de advertencia" para las empresas, permitiéndoles identificar problemas incipientes y tomar acciones correctivas de manera proactiva. Por ejemplo, una empresa que implementó un SAT logró reducir la escasez de piezas en un 70% en seis meses, mientras que un fabricante reportó una disminución del 40% en defectos de calidad durante el primer año de uso.
Tres pasos clave para implementar un SAT efectivo
1. Crear un sistema de almacenamiento de datos integrado y centralizado: Un "lago de datos" que reúna información cuantitativa y cualitativa de toda la cadena de valor es esencial. Aunque construir este repositorio puede ser complejo debido a la diversidad de formatos y estándares de datos, comenzar con un conjunto más pequeño de datos relevantes y de alta calidad es un primer paso práctico.
2. Aplicar inteligencia artificial para convertir datos en alertas accionables: La IA puede identificar anomalías y patrones que los sistemas tradicionales podrían pasar por alto. Por ejemplo, un fabricante automotriz descubrió que los retrasos en las entregas estaban correlacionados con defectos de calidad, lo que permitió abordar los problemas desde su origen.
3. Reescribir y activar el manual de gestión de riesgos: Los manuales tradicionales, basados en sistemas de semáforo, son insuficientes. Un SAT efectivo impulsa la acción inmediata ante cada alerta, ya sea mediante una simple llamada al proveedor o una visita al sitio. La mitigación de riesgos puede incluir desde la búsqueda de nuevas fuentes de materias primas hasta el rediseño de productos o la selección de nuevos proveedores.
Las disrupciones en la cadena de suministro son inevitables y la resiliencia proactiva es la única forma de garantizar la continuidad del negocio. Los sistemas de alerta temprana no sólo permiten a las empresas anticiparse a los problemas, sino también transformar los desafíos en oportunidades para fortalecer sus operaciones. Como señalan los expertos de McKinsey, la clave no está en evitar las crisis, sino en estar preparados para enfrentarlas con agilidad y decisión.