Detrás del transporte meticuloso de una escultura, una pintura de gran formato o una instalación contemporánea, existe una red de protección especializada que va más allá del embalaje y los sistemas de climatización.
Los seguros de arte se han consolidado como un elemento clave dentro de la logística cultural, brindando cobertura a riesgos altamente sensibles, desde accidentes durante el traslado hasta fenómenos naturales y robos.
Daniel Aguirre Vargas, suscriptor senior de arte en AXA México, explica que los principales riesgos en la logística de obras de arte provienen de errores durante el embalaje, carga y descarga, así como del uso de transportistas no especializados.
"La siniestralidad más reciente muestra que el 50% de los incidentes se deben a accidentes, el 30% a fenómenos naturales y un 20% específicamente al tránsito de las obras", detalla.
¿Qué hace a una obra de arte un riesgo logístico?
La fragilidad técnica de una obra, su antigüedad, el valor histórico y el estado de conservación son algunos de los factores que determinan su nivel de riesgo logístico.
Transportar un lienzo de gran formato con craquelado por vía marítima no supone lo mismo que trasladar una escultura contemporánea a una feria local: cada pieza requiere una evaluación individualizada y un seguro a medida.

En este sentido, las aseguradoras no solo cubren el valor económico, sino que también toman en cuenta la relevancia cultural e histórica de las obras.
Según AXA, sus pólizas especializadas bajo el modelo "todo riesgo" pueden incluir eventos como incendio, huracán, terremoto, daño total o parcial, y robos durante la exposición o tránsito.
El seguro como parte de la planeación logística
Uno de los aspectos más relevantes del aseguramiento de arte es su integración desde la etapa de planeación logística.
No se trata únicamente de firmar una póliza, sino de acompañar al cliente en el diseño de rutas, elección de operadores logísticos y embalajes adecuados. “Nuestro enfoque inicia desde el primer acercamiento, con asesoría técnica que garantice una adecuada administración del riesgo”, señala Aguirre.
Esta colaboración es especialmente crítica en momentos clave como las semanas del arte, ferias internacionales o exhibiciones itinerantes.
AXA México, por ejemplo, registró en 2025 un incremento del 35% en la contratación de seguros para exposiciones y galerías, lo que confirma el dinamismo de este segmento logístico.
Transporte especializado y costos del seguro
La elección del medio de transporte —terrestre, aéreo o marítimo— influye directamente en el riesgo asegurado.
El transporte marítimo, por ejemplo, es considerado de mayor riesgo para piezas frágiles debido a sus condiciones variables. Además, el tipo de embalaje, los sensores de temperatura o humedad, y la participación de operadores certificados, son elementos que pueden reducir el costo del seguro al disminuir la exposición al riesgo.

Fuentes internacionales como AXA XL y Hiscox Art Insurance coinciden en la importancia de trabajar con operadores logísticos certificados, quienes no solo trasladan la obra sino que pueden proporcionar documentación de condición antes y después del traslado, garantizando la trazabilidad y facilitando cualquier proceso de reclamación.
Desafíos actuales: arte digital, inteligencia artificial y documentación
Uno de los retos emergentes para las aseguradoras es el arte digital y los NFT, que aún no están plenamente integrados en los esquemas tradicionales de seguros.
Algunas aseguradoras como AXA han comenzado a cubrir instalaciones que incluyen componentes electrónicos, lumínicos o robóticos, pero el valor de las obras digitales suele estar vinculado al soporte físico, como pantallas o dispositivos, lo que complica la valoración del riesgo.
Además, la tecnología empieza a jugar un papel activo en la gestión del seguro. "Creemos que el monitoreo en tiempo real y la inteligencia artificial pueden convertirse en aliados para detectar riesgos durante el transporte o almacenamiento", comenta Aguirre.
Sin embargo, más allá de la tecnología, los expertos coinciden en que el mayor punto de mejora está en la documentación. La ausencia de reportes de condición detallados o contratos con alcances imprecisos puede comprometer todo el aseguramiento.
Desde el punto de vista logístico, la protección efectiva de una obra comienza con la disciplina operativa.
La logística del arte no puede entenderse sin la participación de los seguros especializados. La obra viaja en cajas reforzadas, con temperatura controlada y vigilada por expertos, pero es el seguro quien mitiga la incertidumbre inherente a todo movimiento.
Hoy más que nunca, el aseguramiento no solo es una herramienta financiera, sino un socio estratégico en la protección del patrimonio cultural.