México ha pasado en apenas dos décadas de ser un jugador incipiente en la manufactura aeroespacial a convertirse en un actor de peso global.
Su ubicación estratégica, la cercanía con Estados Unidos y Canadá, la integración al T-MEC y la creciente especialización de su talento lo han colocado como un destino preferente para la inversión extranjera en este sector.
El mercado nacional alcanzó en 2024 un valor estimado de 11.73 mil millones de dólares, y proyecciones como las de Globe Newswire anticipan que podría superar los 57.36 mil millones de dólares para 2034, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 17.2 %.
Incluso estimaciones más conservadoras, como las de Mordor Intelligence, señalan un avance sostenido que llevaría de 8.3 mil millones de dólares en 2025 a más de 11.3 mil millones de dólares en 2030.

Una red de empresas en expansión
El músculo industrial de la aviación mexicana se sostiene sobre una base empresarial que crece año con año. Actualmente, entre 365 y 386 empresas operan en el país, distribuidas en 19 estados y orientadas principalmente a manufactura, ensamble, mantenimiento y diseño de componentes.
Esta estructura genera más de 58 000 empleos directos y cerca de 60 000 si se consideran todas las actividades vinculadas.
La mayoría de estos puestos está concentrada en procesos de manufactura avanzada, aunque hay una participación creciente en ingeniería, investigación y servicios de mantenimiento, reparación y revisión (MRO), que requieren perfiles técnicos altamente especializados.
Cinco estados concentran la mayor parte de la producción y del talento especializado:
- Baja California, con más de 97 empresas
- Sonora con 58
- Chihuahua con 52
- Querétaro con 50
- Nuevo León con 33
Cada uno de estos polos productivos ha desarrollado una identidad propia: Querétaro se ha convertido en un hub de innovación gracias a la Universidad Aeronáutica en Querétaro (UNAQ) y al trabajo conjunto con OEMs y Tier 1 internacionales; Sonora es reconocido por la producción de componentes estructurales y cableado de alta precisión; y Baja California, por su capacidad instalada para fabricar piezas y subconjuntos para la industria global.
Esta especialización regional permite que México ofrezca una cadena de valor prácticamente completa, desde la ingeniería hasta la integración final de componentes.
De la manufactura al valor agregado
La composición de la industria revela que 79 % de las empresas se dedica a la manufactura y ensamble, 11 % al diseño e ingeniería, y 10 % al MRO, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Aunque la manufactura concentra alrededor del 70.9 % de los ingresos, el segmento de mantenimiento y reparación es el de mayor potencial de crecimiento, con una tasa anual proyectada de 8.35 %.
Este repunte responde a la tendencia global de prolongar la vida útil de aeronaves y optimizar costos operativos, lo que impulsa la demanda de talleres y centros especializados instalados en México.
El dinamismo del sector se refleja en su vocación exportadora: en 2023, México vendió al exterior más de USD 9 mil millones en productos y servicios aeroespaciales, con Estados Unidos como destino del 80 % de estas operaciones.
Esta integración comercial, favorecida por el T-MEC, se apoya también en un flujo constante de Inversión Extranjera Directa, que entre 2019 y 2022 promedió USD 500 millones anuales.
Firmas internacionales han encontrado en México no solo costos competitivos, sino una red logística eficiente, proveedores certificados y capital humano de alta especialización.
Un futuro con proyección global
La industria aeroespacial mexicana se encuentra en una fase de maduración que va más allá del crecimiento en volumen.
Los próximos años estarán marcados por la diversificación hacia actividades de mayor valor agregado, como el diseño, la innovación tecnológica y la ingeniería de materiales, así como por el fortalecimiento del segmento MRO.
De mantenerse la tendencia actual, México no solo incrementará su participación en la cadena global de valor, sino que podrá posicionarse como un jugador integral que aporte no solo manufactura, sino también soluciones completas para la industria aeroespacial mundial.