A pesar de que en México existen ciertos factores que pueden generar incertidumbre, desde la Alta Dirección se observa optimismo. En este contexto, las empresas deben ver la adaptación como la clave para gestionar la disrupción constante derivada de los retos en el ambiente de negocios.
Así lo reveló el estudio de Perspectivas de la Alta Dirección en México 2025, presentado por la firma consultora KPMG México.
De los 692 participantes en la encuesta, 82% de los cuales son altos directivos de nivel C o superior, el 56% considera que la economía en México se estancará para este 2025. El 24% apunta a que la economía entrará en recesión y el 20% que se mantendrá en crecimiento. En este sentido, algunos de los principales retos identificados para el país son:
- Incrementar la confianza en el Estado de derecho
- Garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas
- Implementar políticas públicas que fomenten la inversión privada
- Contar con la infraestructura necesaria que requiere el nearshoring
- Concretar oportunidades de inversión relacionadas con el nearshoring
Ricardo Delfín, socio líder de clientes y mercado de KPMG México señala que las previsiones sobre la economía y las ventas reflejan que las organizaciones en México han logrado capitalizar los aprendizajes adquiridos en el pasado, enfocándose en desarrollar planes y estrategias que incentiven su crecimiento, aún en medio de diversos cambios.
Crecimiento en ventas y planes de inversión
En lo que respecta al ambiente de negocios y de cara al 2025, el 80% de los encuestados considera que sus ventas aumentarán, mientras que el 46% apunta a que se incrementarán en más del 6%.
En lo que respecta a los siguientes tres años, es decir del 2025 al 2027, el 89% de los ejecutivos de alta dirección considera que sus ventas aumentarán. El 50% señala que crecerán más del 6%.
A la par de esta información, el 59% apunta a que realizará nuevas inversiones en este nuevo año, considerando como los cinco principales factores para definir esas futuras inversiones como:
- Nuevas necesidades de los grupos de clientes
- Oportunidades por nearshoring
- Enfrentar los efectos y oportunidades de conflictos geopolíticos
- Temas ambientales, sociales o de gobierno corporativo (ASG)
- Posibles reformas anunciadas
Del grupo de ejecutivos que no contemplan nuevas inversiones para este año, el 61% no tiene definido en qué periodo podrían llevarlas a cabo, el 30% apunta al 2026, el 8% al 2027 y solo el 1% al 2028, a largo plazo.
Impacto en las operaciones e inflación
El estudio anual revela que el principal factor que los altos directivos consideran con un mayor impacto en las operaciones tiene que ver con el nivel de inseguridad que se registra en México. Esto con un 45%.
Los demás están relacionados con la atracción y retención del talento, la desaceleración del consumo interno, la transición de gobierno en México, así como las fluctuaciones en el tipo de cambio.
Alguno de los impactos identificados por los factores antes mencionados son el deterioro de márgenes de ganancia, el incremento en el costo de insumos y servicios, la disminución de la demanda de productos y servicios, la cancelación de proyectos de inversión, así como la necesidad de adaptar el modelo de negocio a los cambios regulatorios.
Ante la pregunta de qué factores generarían un alza en los niveles de inflación con respecto a 2024, el 60% de los participantes en la encuesta puso en primer lugar el aumento en los costos laborales, seguido por el aumento en los costos de materias primas y el incremento de cargas fiscales.
Además, la posible aparición de nuevos conflictos geopolíticos, el nivel de tasas de interés, así como el desabasto de suministro energético.
¿Cuáles son las estrategias y prioridades en el liderazo empresarial?
Garantizar el control de costos y gastos, generar nuevos flujos de ingreso, ampliar la oferta de productos y servicios, así como digitalizar procesos mediante nuevas soluciones tecnológicas aparecen como las estrategias prioritarias para la alta dirección en este 2025.
De igual forma poner especial atención a la optimización de la experiencia del cliente, así como fortalecer la seguridad informática.
Y todo lo anterior paralelo a los esfuerzos relacionados con la gestión de talento. En este sentido, el 96% prioriza permear una cultura enfocada en un propósito alineado con la estrategia.
Un buen porcentaje, el 88%, considera igual de relevante desarrollar las habilidades necesarias para implementar la estrategia de transformación digital, mientras que el 87% apunta a brindar herramientas para adaptarse a la disrupción constante, mediante recursos tecnológicos, plataformas digitales, etc.
Los elementos que son considerados como diferenciadores en la oferta de valor para el talento en 2025 son:
- Oferta económica competitiva
- Entrenamiento y capacitación
- Flexibilidad de horarios
- Planes de carrera atractivos
- Prestaciones y beneficios superiores a la ley
- Programas de bienestar físico y mental