El transporte de sangre no es una operación convencional: es una carrera contra el tiempo donde cada minuto puede representar la diferencia entre la vida y la muerte.
Las unidades de sangre tienen una vida útil limitada —generalmente de 30 a 42 días según el componente— y deben mantenerse en condiciones específicas de temperatura, manipulación y almacenamiento.
En este contexto, la logística se convierte en el pilar que permite que un recurso perecedero y altamente sensible como la sangre llegue en condiciones óptimas desde los bancos de recolección hasta los hospitales donde se necesita con urgencia.
En México, la Cruz Roja Mexicana y la aerolínea Volaris han unido esfuerzos para implementar un modelo de distribución aérea que garantice que las unidades donadas lleguen a su destino de manera rápida, segura y en condiciones óptimas.
Esta colaboración no solo representa un avance en términos de eficiencia operativa, sino también un caso ejemplar de logística humanitaria aplicada a gran escala.
Todo esto es parte de un principio fundamental: llevar la sangre a donde se necesita, sin importar dónde se recolectó. Por eso, una red logística aérea se vuelve clave.
Paso a paso: el protocolo logístico
Cada traslado comienza al menos dos horas antes del despegue. El equipo del Banco de Sangre de la Cruz Roja prepara las unidades en contenedores refrigerados especialmente diseñados para conservar sangre en condiciones óptimas.
Posteriormente esas hieleras son entregadas en el centro de operaciones de Volaris, donde agentes de carga las reciben y verifican la documentación correspondiente. Posteriormente:
- Registro y trazabilidad
El despacho de vuelo registra la carga en el sistema y notifica al capitán, quien valida la recepción del paquete en la aeronave. Esto asegura trazabilidad completa durante el trayecto. - Transporte aéreo
La sangre es transportada como carga prioritaria, en condiciones controladas de temperatura y manipulación, minimizando el riesgo de degradación. - Entrega en destino
Al arribar al aeropuerto de destino, los contenedores son descargados por el equipo de tierra y entregados directamente al personal de la Cruz Roja, sin pasar por procesos intermedios.
En este punto es fundamental mencionar que toda la operación no podría llevarse a cabo sin el mantenimiento de la cadena de frío.
Los glóbulos rojos deben conservarse entre 1 °C y 6 °C, el plasma a temperaturas de congelación por debajo de –18 °C, y las plaquetas deben mantenerse a temperatura ambiente controlada con agitación constante.

Esta diversidad de requerimientos implica la implementación de sistemas logísticos especializados, capaces de monitorear, controlar y registrar la temperatura a lo largo de toda la ruta. Un error mínimo en el traslado puede comprometer la seguridad y eficacia del producto, y generar desperdicio de un recurso que ya es escaso.
Esta alianza logística (entre la Cruz Roja Mexicana y Volaris) va más allá del simple transporte. Se trata de un modelo integrado, replicable y escalable, donde se alinean tres componentes clave:
- Cadena de frío garantizada: Desde el banco de sangre hasta el hospital, cada eslabón está diseñado para mantener la sangre entre 2 y 6 °C.
- Coordinación interinstitucional: Equipos de la Cruz Roja y Volaris operan con protocolos compartidos, basados en estándares internacionales de bioseguridad.
- Cobertura descentralizada: Se busca descentralizar la captación de donadores, llevando campañas a universidades, empresas y maquiladoras en todo el país. Posteriormente, la red aérea permite redistribuir la sangre donde más se necesita.
Desde el lanzamiento formal del protocolo en 2024, ya se han trasladado más de 500 unidades de sangre, que han beneficiado a más de 1,500 pacientes.
Este modelo representa un ejemplo poderoso de cómo la infraestructura logística del sector privado puede ponerse al servicio de causas sociales con alto impacto. La gestión de la cadena de suministro en este caso no solo optimiza tiempos y reduce costos, sino que salva vidas.
¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan este tipo de operaciones logísticas?
Si bien a nivel mundial se han observado innovaciones para el traslado de sangre y órganos, se tratan de piezas en un complejo rompecabezas.
La industria logística debe hacer frente a numerosos desafíos para garantizar que estos insumos vitales lleguen en condiciones óptimas y a tiempo. Entre los principales retos se encuentran:
- Mantenimiento de la cadena de frío
- Tiempos de entrega críticos
- Trazabilidad y monitoreo: Actualmente se emplean sensores y dispositivos IoT que registran constantemente variables críticas como temperatura, humedad y ubicación, enviando alertas si se detecta alguna desviación fuera de rango.
- Seguridad del material biológico: deben transportarse con máxima seguridad para evitar contaminación o accidentes.
- Regulación y normativas internacionales
- Disponibilidad de infraestructura: en muchas regiones del mundo, especialmente en países en desarrollo o zonas rurales, faltan instalaciones adecuadas de almacenamiento en frío, suministro eléctrico confiable o transporte refrigerado.
- Contextos de emergencia y zonas aisladas
Las operaciones logísticas aportan escalabilidad al sistema de salud. Un modelo bien estructurado permite multiplicar el volumen de donaciones que se pueden recolectar, almacenar y redistribuir con eficiencia.

A través de alianzas como la de Volaris y la Cruz Roja Mexicana, el transporte de sangre se convierte en una función estratégica dentro de la cadena de suministro humanitaria, demostrando que la logística no solo mueve mercancías: también mueve esperanza, vidas y segundas oportunidades.