Las ventas minoristas registraron su peor caída en abril. Sin embargo, la reapertura de establecimientos permitió una recuperación notable, pero sin alcanzar los niveles del año pasado, por lo que será de suma importancia que las organizaciones sigan sumando esfuerzos tanto para aprovechar el comercio presencial como para detonar todo el potencial del e-commerce.
Erik Calvillo, líder de la industria de consumo en Deloitte, consideró que la llegada de la nueva normalidad para los comercios, y el paulatino aumento del consumo en tienda física, impactarán de manera notoria al e-commerce, que fue adoptado rápidamente por los mexicanos durante los meses de confinamiento, y es probable que, a corto plazo, retroceda un poco en sus niveles de venta.
De hecho, en junio pasado, cuando comenzó la reapertura, el comercio electrónico, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) las ventas minoristas redujeron su puntaje (604.6 puntos) y mostró una ligera recuperación en julio (621 puntos), lo cual podría indicar que la demanda de productos en este canal de compra permanecerá alta en las próximas semanas.
Ventas minoristas mixtas
Pero no por ello los retailers deben dejar de invertir en mejorar sus plataformas digitales de comercio electrónico, porque esta modalidad para las ventas minoristas no desaparecerá, sino todo lo contrario: podría recuperar su tendencia de crecimiento como resultado de los nuevos hábitos digitales de consumo de los mexicanos.
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De hecho, existe la oportunidad de generar sinergias entre ambos canales de compra, a fin de optimizar sus procesos. Esto apunta a que las ventas minoristas deberán ser omnicanales.
Un ejemplo de esto es la denominada compra mixta, un modelo que está ganando popularidad en nuestro país y que combina las características de la tienda en línea y la tienda física, al permitir que las ventas minoristas se ejecuten por internet y los recojan personalmente en el establecimiento que más les acomode.
Esta alternativa favorece a los detallistas, porque elimina los costos de envío de las mercancías al domicilio de los consumidores, y, de esta manera, sus márgenes de ganancia aumentan. El consumidor también gana: disfruta de las ventajas del e-commerce, al adquirir lo que necesita desde la comodidad de su hogar, y de los beneficios del comercio presencial, al obtener casi inmediatamente sus productos.
Al final, eso deberá ser lo más importante para el sector minorista de nuestro país: que el consumidor obtenga los mayores beneficios. De esta manera, con los retailers entendiendo cada método de ventas minoristas, sea presencial, en línea o mixto, podrán ofrecer la mejor experiencia a sus clientes y avanzar.
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