Una de las principales quejas de los compradores de productos en línea es que, una vez concluida la compra por internet, deben permanecer en casa hasta que el mensajero llegue con el paquete.
En hogares donde hay múltiples ocupantes, esto no significa inconveniente alguno, pero en los domicilios que cuentan con uno o dos habitantes, este requerimiento puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza.
Por tal motivo, las grandes empresas de comercio online han optado por soluciones automatizadas como las taquillas automáticas en los que el usuario puede tener mayor flexibilidad para recoger la mercancía entregada.
Estos buzones automáticos se han convertido en una alternativa cada vez más utilizada por empresas como Amazon o Kiala.
Las taquillas automáticas están al alza
Recientemente, GLS Spain, proveedor de paquetería y transporte urgente, integró en su red más de 200 taquillas automáticas con la instalación de terminales PUDO, Hapiick y PDN360. Con esta ampliación de su red, la empresa suma más de 5,700 puntos de recogida y entrega con los que busca simplificar los procesos realizados por sus clientes.
La empresa se suma así a las tendencias globales de drop points, sistemas que resuelven los problemas derivados del paso entre la compra electrónica al proceso físico de entrega.
En el caso de GLS, una vez que el paquete llega a una taquilla automática, el destinatario recibe un mensaje de texto con un código con el que podrá abrirla en un plazo máximo de cinco días para recoger su pedido.
Además de incorporar un diseño ergonómico y contar con múltiples sistemas de seguridad, estos dispositivos han sido ubicados en lugares públicos como aparcamientos urbanos, centros comerciales y gasolineras para su fácil acceso.