En la importación de carne, principalmente por vía marítima, es importante llevar a cabo una correcta planificación y saber tratar con los nuevos retos logísticos para evitar sorpresas costosas.
Y es que detectando y tratando errores en la cadena logística de suministro, se pueden evitar pérdidas millonarias. Sí, fortaleciendo los procesos de planeación, documentación y trazabilidad.
Una mercancía, un producto cárnico rechazado en aduana puede llegar a costar miles de pesos al día. Una cifra que puede seguir elevándose cuando existen demoras o almacenajes prolongados.
Errores en la importación de carne pueden costar millones de pesos
De acuerdo con Gerardo Águila, operador logístico que participó en el Seminario Interactivo de Aduanas 2025 del Sector Cárnico, hay nuevos retos que deben superarse en la importación de carne.
Desafíos que si no se tratan pueden costar miles de pesos. Por ejemplo, menciona que si una mercancía es rechazada en aduana, esto puede costar entre cinco mil y 15 mil pesos por día. Aunque esta cifra puede aumentar más si se dan demoras o almacenajes prolongados.

Y si se habla de operaciones grandes, como la importación de hasta 10 contenedores, las pérdidas por un retraso de diez días puede llegar a ser de hasta 1.5 millones de pesos.
Pero a todo esto ser suman los riesgos de embargos o multas que, con las nuevas leyes, podrían alcanzar hasta un 300 % del valor en aduana.
Nuevas leyes, nuevos retos
Según Gerardo, a partir de este próximo 1 de enero de 2026, los importadores y agentes aduanales tendrán que enfrentar un entorno más estricto. Y es que las autoridades fiscales ahora serán más rígidas, por lo que cada operación deberá comprobarse con evidencia documental sólida, desde el contrato de compraventa hasta los comprobantes de pago y certificados sanitarios.
Al respecto, dijo que el nuevo artículo 54 L.A. indica que el agente aduanal o la agencia aduanal que los importadores contraten serán los responsables de la veracidad, de la exactitud de los datos y de la información suministrada, así como de la correcta determinación del pago de las contribuciones, de la correcta clasificación arancelaria y de la exacta determinación del número de identificación comercial.
Pero también de asegurarse que el importador o exportador cuente con los documentos necesarios que acrediten el cumplimiento de sus obligaciones en materia de comercio exterior, en materia de regulaciones y decisiones arancelarias que rijan para las mercancías que están importando de conformidad con las leyes y las disposiciones jurídicas aplicables. “Es decir, prácticamente de todo lo contable, de todo lo fiscal, hasta de lo laboral”, agregó.

En caso de que no sea demostrable todo esto, los daños podrán ser mayúsculos, aseguró Gerardo Águila.
Igual señaló que a partir del 9 de diciembre entrará en vigor la manifestación de valor, lo cual representará que se entreguen electrónicamente contratos, condiciones de compra, valores, pagos y todos los archivos necesarios para justificar una operación, que acrediten el valor y origen de la mercancía.
”Si no se entrega este expediente digital junto con el pedimento, la operación simplemente no podrá procesarse en aduana”, añadió.
En este contexto, cada participante en la logística de importación de carne debe garantizar que su parte del proceso esté libre de errores. Un simple descuido, como una etiqueta mal colocada o un número de lote diferente en el certificado sanitario, puede desencadenar un rechazo total de la mercancía.
Retos sanitarios y logísticos en la importación de carne
También señaló que un contenedor sucio sin desinfección adecuada, es motivo de rechazo completo de la mercancía, lo que también significan costos extra en la logística que deberán pagar las empresas que llevan a cabo la importación de carne.

Por ejemplo, dijo que algunos embalajes en los que los productos llegan con poco empaque o sin refuerzos suficientes, provocan caídas y daños durante la descarga. Por esto mismo, recomendó que lleguen bien asegurados, con embalajes reforzados y esquineros resistentes, que a pesar de que son medidas que cuestan más, evitan maniobras extraordinarias, pérdidas de mercancía, tiempos muertos en puntos de inspección y, obviamente, multas millonarias.
“¿Cuánto vale una carga de cerdo? Un millón doscientos, y de ahí hacia arriba, ¿no? De res, dos millones, tres millones, de salmón nos puede llegar hasta cinco millones. Si a eso le ponemos un embargo precautorio, es el 100 % el embargo precautorio, más un 71 % hoy, y a partir de enero la multa podría ser hasta del 300 %”, indicó.
Planificar la logística en la importación de carne es indispensable
Por todo esto, Gerardo recalcó que planificar la logística de la importación de carne desde el origen hasta el destino final es indispensable, desde conocer el producto que se va a comprar, elegir el país de origen, así como seleccionar la terminal portuaria y prever posibles contingencias.
Y, de hecho, dijo que igual deben considerarse factores externos como accidentes, robos y hasta fenómenos naturales, ya que éstos pueden detener operaciones portuarias por horas y hasta días.
Todo esto, sumado a las nuevas leyes, exige una reingeniería completa de los procesos de logística en la importación de carne, basada en la planificación y documentación exhaustiva. Evitar sorpresas costosas ya no es una buena práctica: es una obligación para sobrevivir en la nueva era de las importaciones.
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