Un negocio verde logístico. Ese es el emprendimiento de Raquel de Antonio Crespo, cofundadora de Sargassum Eco Lumer, una empresa que fabrica tarimas del sargazo levantado en las paradisíacas playas de Cancún, Playa del Carmen y Tulum.
A Cancún llegaron alrededor de 52 mil toneladas de sargazo a mediana temporada de 2025, recuerda la empresaria.
Con todo ese sargazo “podemos fabricar medio millón de paneles, pallets, tarimas y pisos de contenedores, así como eliminar el problema de contaminación dejada por la macroalga al no generar ningún residuo”, comenta a The Logistics World.
Actualmente, otras empresas utilizan el sargazo recogido en las playas de Quintana Roo en la fabricación de cosméticos, pero les queda un residuo o desecho.
“Nosotros usamos el 100 por ciento del sargazo, no dejamos ningún residuo y podríamos usar el residuo de las otras compañías”, expresa.
Desde hace varios meses “nos han contactado grandes compañías de ingeniería en Asia, de hecho presenté el material para fabricar pisos, bardas, muebles y tarimas en Hong Kong”, revela la emprendedora, quien es ayuda por la Secretaría de Economía (SE) en la internacionalización y en la búsqueda de financiamiento para escalar la empresa.
A los empresarios asiáticos les encanta el material manufacturado con sargazo recogido de las playas de Cancún, porque es duradero y resistente al clima y termitas, señala.
El material ecológico es la materia prima para la industria de la construcción e interiores, —como pisos, paredes, muebles—, y hasta tarimas para el comercio.
“Todo lo que harías con la madera se puede hacer con esta madera de sargazo”, apunta la empresaria mexicana, que se abre puertas en los negocios sostenibles.
Hay una gran demanda por materiales sostenibles en México y el mundo, debido a que hay una presión regulatoria para reducir las emisiones contaminantes, detalla Raquel de Antonio Crespo.
Se sabe que la industria de la construcción en México genera grandes emisiones contaminantes.
México recibe 80 por ciento del sargazo que hay en el Océano Atlántico, por lo que llega a las playas de Quintana Roo: “De ahí partió la idea de negocio, pero el problema del sargazo es un problema ya global”.
Hay sargazo en las playas Florida, pero ya están llegando las islas a República Dominicana, Cuba, Bahamas, Jamaica, Dominica y otras islas del Cariba, así como a Portugal, España y África.
“Nosotros como empresas vamos escalar la solución fabricada con sargazo a todas las regiones, que se están viendo afectadas por la macroalga”.
Desde hace un año, Sargassum Eco Lumer trabaja en la construcción y operación de planta de producción de paneles y tarimas en Quintanar rojo.
“Tenemos un prototipo terminado de paneles y tarimas, hemos hecho pruebas de laboratorio, tenemos las patentes en trámite, así como una demanda comercial y atracción de clientes, que ya quieren los paneles para la construcción y tarimas para la industria de la logística”.
El siguiente paso de Sargassum Eco Lumer es levantar capital y poner la primera planta de producción en Quintana Roo para luego vender comercialmente paneles y tarimas en México y el mundo.
“Estamos buscando 2.5 millones de dólares, lo que nos daría liquidez para adquirir la maquinaria. También estamos buscando alianzas con el gobierno de Quintana Roo para que nos ayuden a instalar en el parque industrial de sargazo”.
Actualmente, operan parques industriales de sargazo en Quintana Roo, a “dónde dan espacio a compañías que quieren valorizarlo, entonces nos encantaría ser parte de esos parques industriales”, comenta
Más de un año, llevamos trabajando y validando los prototipos de paneles, pallets y tarimas para conocer la una demanda de la industria y el mercado dónde será comercializado
“Hecho las pruebas de laboratorio ASTM, que son las mismas pruebas que necesitaríamos hacer para las certificaciones”.
Ya sabemos cómo funcionan los prototipos de paneles, pallets y tarimas, así como cumplen con los requerimientos de la industria.
“Sabemos lo que el cliente quiere, hay una demanda, por lo que lo siguiente es establecer la fábrica en Quintana Roo”, concluye la empresaria, quien ha sido apoyada por una decena de pequeños inversionistas a reflotar su idea.













